Punto de vista de Blake
Hacía mucho tiempo que no vivía un fin de semana como ese que pasó. Colin, Ryan y yo fuimos al parque de diversiones y nos subimos a todas partes a las que el nene podía acceder; jugamos en la feria y comimos muchos bocadillos en todos los puestos en los que mi hijo quiso detenerse a probar y picar.
Después de eso, terminamos dándonos un baño en la piscina de casa y, como no me lo esperaba… acabamos los tres rendidos en la misma cama.
Despertar ese domingo y ver a los dos hombres de mi vida abrazados a mí y entre ellos me llenó de calidez, pero también de mucha preocupación.
Yo era precavido, siempre trataba de manejar las situaciones de modo que fueran lo menos impactantes posibles, pero el tema de mi padre era distintivo y especial porque, sin importar cómo se lo dijera, el tacto en él, en el aspecto de tener un hijo
Punto de vista de RyanEsa tarde, después de llegar del trabajo, directo a la casa de Blake, lo noté extraño.Él no decía nada, quizás porque estaba su hijo allí con la niñera, y por lo mismo no quise pecar de indiscreto, pero, ella se fue y el nene se durmió, cerca de las nueve y media de la noche, no pude contenerme más.Sentado en el sofá de su sala, con el monitor sobre la mesa de centro, que mostraba a un Colin rendido y muerto para el mundo, volteé a verlo.Ambos usábamos pijamas, porque me quedaría allí a pasar la noche, y él tenía el pelo un poco alborotado, aunque no en el estado natural que amaba.—Oye, ¿estás bien? —Me acerqué y lo abracé de costado—. Has estado distante toda la tarde, ¿tienes algo en mente?Blake me miró de reojo y resop
Punto de vista de RyanHoy era un terrorífico martes trece, de esos de los que nadie quería hablar, pero existían. Me pasé toda la mañana escuchando en la oficina las bromas de siempre, incluso de Morgan, y la tarde envuelto en trámites y reuniones con la gente de investigación y desarrollo.A eso de las cinco de la tarde, recibí un mensaje en mi teléfono de un número que no tenía guardado: «Señor Ryan Daft, mi nombre es Jared Harrison, debe conocerme ya que solía ser socio de su amigo, Blake Maier. Me gustaría que viniera a la sede de Componentes Harrison lo antes posible, creo que tengo algo aquí que le interesará ver».Sin entender el porqué de ese mensaje, ni mucho menos cómo consiguió mi número, enseguida llamé a Blake.—¿Hola? ¿Qué sucede? —con
Punto de vista de Ryan—¡¿Qué?! —grité sin poder evitarlo y me eché hacia adelante.—¿Cómo demonios piensas que aceptaré algo así? ¿Te volviste loco? —espetó Blake, a mi lado y con la ira pintada en la cara.La sonrisa en los labios de Harrison solo creció.—Bueno, no tienen de otra. O aceptan, o regaré este video por todo internet —comentó gustoso.—Entonces iremos a la policía —advertí con dureza.Él soltó una carcajada divertida y se espaldeó en el sillón.—Claro, háganlo, pero, ¿de qué servirá? Haré que miles de millones de personas compartan una y otra vez ese video, los expondré como los maricas que son, y usaré todas las armas que tengo para destruirlos.Su amenaza n
Punto de vista de JudeJusto cuando pensaba que las cosas eran estables, todo caía como un castillo de naipes débil y en una barca flotante.Aquella tarde, un mensajero tocó a nuestra puerta con un paquete curioso de parte de un remitente todavía más llamativo.—Traigo este sobre para el señor Ewan Maier, de parte del señor Jared Harrison. Él espera que pueda ver lo que hay dentro, y que todo quede claro para usted luego de eso.Ewan, a mi lado en la puerta, tomó el sobre de manila amarillo y lo estudió con curiosidad. Sin decir nada más, el mensajero se fue, y nosotros cerramos la puerta.—¿No es Jared Harrison uno de los socios de negocios de la empresa? —pregunté porque, si bien poseía cierta cantidad de acciones del Grupo, hacía un tiempo dejé de lado mis actividades de control.—As&iacu
Punto de vista de BlakeMi padre se había vuelto loco.Me tomó del pecho y me echó hacia atrás, envuelto en un ataque de furia y, como no pudo moverme, quiso empezar a manotearme, pero metí las manos en el camino para evitar que volviera a darme en la cara.—¡Maldito desgraciado, ¿cómo se te ocurre mancillar así el nombre de nuestra familia?! —bramó y apretó las manos contra mi pecho.Traté de quitármelo de encima, porque no necesitaba ser apaleado por mi viejo, al que obviamente no podía golpear ni responder de ninguna manera física, porque era mi padre, y lo eché hacia atrás para arrodillarme; sin embargo, tenía ante mí a un Ewan Maier que conocía bastante bien, uno que había visto muchas veces antes, y que me esforcé por evitar hasta ahora.Frente a mí, con su
Punto de vista de RyanTras un rato de dar vueltas, llamé a Blake varias veces, pero me mandaba directo al buzón de voz, como si él hubiese apagado su teléfono, y eso me preocupaba.Pasé frente a su casa, pero todo se veía apagado, lo que me dijo que Colin no estaba, y su padre tampoco.Decidí hacer una jugada arriesgada, y conduje frente a la casa de los señores Maier para ver si veía su camioneta, pero no lo vi por ninguna parte.Al cruzar la cuadra, detuve mi camioneta en la esquina y llamé a Max. Eran como las siete y media de la noche en ese punto y ya empezaba a asustarme. ¿Y si su padre lo lastimó?—Ryan, hola, ¿qué sucede? —contestó Max al otro lado.—Oye, ¿estás ocupado?—No… bueno, estoy comiendo unos tacos con Wyatt, ¿pasó algo? No se te escucha
Punto de vista de Ryan¿De qué demonios hablaba Blake?—¿Te volviste loco? ¿Cómo que aceptar las condiciones de ese malnacido? ¡¿Tienes una idea de lo que dices?!, ¿de lo que te pides a ti y a mí?—Lo sé, Ryan, créeme que lo sé bien —contestó él con esa absurda seriedad que ahora mismo me caía como una patada en el culo.Me giré y lo miré con los ojos bien abiertos.—No… no puedes estar hablando en serio —musité y arrugué la cara.Mi voz comenzó a temblar a media frase, y un peso terrible me aprisioné el estómago hacia abajo.De repente, los nervios me abrumaron, y sentí como si las piernas se me fuesen a doblar en cualquier momento.—Blake, ¿sabes lo que dices? Me estás pidiendo que vaya y conozca a una mujer, ¡que me case con una desconocida! ¡¿Qué mierda te pasa?!La incredulidad se transformó en mi interior en pura y auténtica ira y desconsuelo; sin embargo, el hombre frente a mí, de pie muy derecho, se veía entero, casi como si nada de lo que pasaba le importase.Su perfecto rost
Punto de vista de BlakeDespués de salir de la casa de mis padres, llegué enseguida a la mía y despaché a la niñera, que se asustó al ver el estado de mi cara; apagué todas las luces y, tras darme un baño con Colin, le di de comer y pasé tiempo con él en su cuarto de juegos como si nada.Traté de hacer como si todo fuese normal, aunque sabía bastante bien que eso era imposible.Cuando mi hijo se durmió, cerca de las ocho y media, por fin tuve tiempo para pensar con claridad en lo sucedido, en lo que debía hacer, en lo que era más importante para mí.Colin o Ryan, ¿cómo es que mi padre terminó sometiéndome a tal disyuntiva?Él era un hombre poderoso y yo lo sabía; era un sujeto duro y muy terco que no hacía más que su voluntad, y así había sido siempre.¿Qué debía hacer ahora?La decisión racional versus la pasional… las dos eran racionales, las dos iban colmadas de mis sentimientos…¿Qué quedaba de nosotros a estas alturas? ¿Qué era lo correcto? ¿Podía yo exponerlo a los demás? ¿Era s