Punto de vista de Ryan
—¡¿Qué?! —grité sin poder evitarlo y me eché hacia adelante.
—¿Cómo demonios piensas que aceptaré algo así? ¿Te volviste loco? —espetó Blake, a mi lado y con la ira pintada en la cara.
La sonrisa en los labios de Harrison solo creció.
—Bueno, no tienen de otra. O aceptan, o regaré este video por todo internet —comentó gustoso.
—Entonces iremos a la policía —advertí con dureza.
Él soltó una carcajada divertida y se espaldeó en el sillón.
—Claro, háganlo, pero, ¿de qué servirá? Haré que miles de millones de personas compartan una y otra vez ese video, los expondré como los maricas que son, y usaré todas las armas que tengo para destruirlos.
Su amenaza n
Punto de vista de JudeJusto cuando pensaba que las cosas eran estables, todo caía como un castillo de naipes débil y en una barca flotante.Aquella tarde, un mensajero tocó a nuestra puerta con un paquete curioso de parte de un remitente todavía más llamativo.—Traigo este sobre para el señor Ewan Maier, de parte del señor Jared Harrison. Él espera que pueda ver lo que hay dentro, y que todo quede claro para usted luego de eso.Ewan, a mi lado en la puerta, tomó el sobre de manila amarillo y lo estudió con curiosidad. Sin decir nada más, el mensajero se fue, y nosotros cerramos la puerta.—¿No es Jared Harrison uno de los socios de negocios de la empresa? —pregunté porque, si bien poseía cierta cantidad de acciones del Grupo, hacía un tiempo dejé de lado mis actividades de control.—As&iacu
Punto de vista de BlakeMi padre se había vuelto loco.Me tomó del pecho y me echó hacia atrás, envuelto en un ataque de furia y, como no pudo moverme, quiso empezar a manotearme, pero metí las manos en el camino para evitar que volviera a darme en la cara.—¡Maldito desgraciado, ¿cómo se te ocurre mancillar así el nombre de nuestra familia?! —bramó y apretó las manos contra mi pecho.Traté de quitármelo de encima, porque no necesitaba ser apaleado por mi viejo, al que obviamente no podía golpear ni responder de ninguna manera física, porque era mi padre, y lo eché hacia atrás para arrodillarme; sin embargo, tenía ante mí a un Ewan Maier que conocía bastante bien, uno que había visto muchas veces antes, y que me esforcé por evitar hasta ahora.Frente a mí, con su
Punto de vista de RyanTras un rato de dar vueltas, llamé a Blake varias veces, pero me mandaba directo al buzón de voz, como si él hubiese apagado su teléfono, y eso me preocupaba.Pasé frente a su casa, pero todo se veía apagado, lo que me dijo que Colin no estaba, y su padre tampoco.Decidí hacer una jugada arriesgada, y conduje frente a la casa de los señores Maier para ver si veía su camioneta, pero no lo vi por ninguna parte.Al cruzar la cuadra, detuve mi camioneta en la esquina y llamé a Max. Eran como las siete y media de la noche en ese punto y ya empezaba a asustarme. ¿Y si su padre lo lastimó?—Ryan, hola, ¿qué sucede? —contestó Max al otro lado.—Oye, ¿estás ocupado?—No… bueno, estoy comiendo unos tacos con Wyatt, ¿pasó algo? No se te escucha
Punto de vista de Ryan¿De qué demonios hablaba Blake?—¿Te volviste loco? ¿Cómo que aceptar las condiciones de ese malnacido? ¡¿Tienes una idea de lo que dices?!, ¿de lo que te pides a ti y a mí?—Lo sé, Ryan, créeme que lo sé bien —contestó él con esa absurda seriedad que ahora mismo me caía como una patada en el culo.Me giré y lo miré con los ojos bien abiertos.—No… no puedes estar hablando en serio —musité y arrugué la cara.Mi voz comenzó a temblar a media frase, y un peso terrible me aprisioné el estómago hacia abajo.De repente, los nervios me abrumaron, y sentí como si las piernas se me fuesen a doblar en cualquier momento.—Blake, ¿sabes lo que dices? Me estás pidiendo que vaya y conozca a una mujer, ¡que me case con una desconocida! ¡¿Qué mierda te pasa?!La incredulidad se transformó en mi interior en pura y auténtica ira y desconsuelo; sin embargo, el hombre frente a mí, de pie muy derecho, se veía entero, casi como si nada de lo que pasaba le importase.Su perfecto rost
Punto de vista de BlakeDespués de salir de la casa de mis padres, llegué enseguida a la mía y despaché a la niñera, que se asustó al ver el estado de mi cara; apagué todas las luces y, tras darme un baño con Colin, le di de comer y pasé tiempo con él en su cuarto de juegos como si nada.Traté de hacer como si todo fuese normal, aunque sabía bastante bien que eso era imposible.Cuando mi hijo se durmió, cerca de las ocho y media, por fin tuve tiempo para pensar con claridad en lo sucedido, en lo que debía hacer, en lo que era más importante para mí.Colin o Ryan, ¿cómo es que mi padre terminó sometiéndome a tal disyuntiva?Él era un hombre poderoso y yo lo sabía; era un sujeto duro y muy terco que no hacía más que su voluntad, y así había sido siempre.¿Qué debía hacer ahora?La decisión racional versus la pasional… las dos eran racionales, las dos iban colmadas de mis sentimientos…¿Qué quedaba de nosotros a estas alturas? ¿Qué era lo correcto? ¿Podía yo exponerlo a los demás? ¿Era s
Punto de vista de Blake¿Por qué las cosas eran así? ¿Quién era Ewan Maier, el despiadado hombre que no temía amenazarme con mi propio hijo para que hiciera su voluntad? ¿De verdad tenía el poder de hacer lo que prometía?Sí… y ese era el gran problema.Todo esto venía del pasado, de un hombre chapado a la antigua y maltratado por su propio padre, que apenas cambió un ápice luego de que este murió.Pero el fondo, la esencia, esa que te inculcaron desde ni.ño, no se iba así como así.Ni siquiera mi madre era tan fuerte como para luchar en su contra y, obviamente, de pequeño nada pude hacer al respecto.Cuando yo tenía siete años, bastante lejos en el pasado, sucedió algo que marcaría mi perspectiva de lo que debía hacer y no en la vida.¿Son pocos? Por supuesto, pero así es el día a día de la gente «rica». Claridad para la calle, oscuridad de puertas para adentro.—¡Gilbert, ¿en qué demonios piensas?! ¡¿Cómo se te ocurrió que hacer eso fue lo mejor?!El grito de mi padre inundó toda la
Punto de vista de BlakeA mis trece años, más o menos, estando en plena secundaria, fue quizás una de las pocas veces en las que de verdad entré en rebeldía.Por ese entonces, me metí en una pelea, junto a Ryan y Wyatt, para defender a Shaun, que era de último año, pero al que no dejaban de acosar y molestar, burlándose y llamándolo gay por todas partes como si eso fuese malo.Logan y Max también se metieron, y les dimos una paliza a esos malditos… les dimos tan duro que jamás volverían a meterse con ninguno de nosotros, pero, por supuesto, no fue gratis.El ojo morado y el labio roto con el que llegué a la oficina del director no eran cualquier cosa.Miré a mis lados, y encontré a todos mis amigos medio golpeados también. El director nos gritaba y reprendía, pero, para ser sincero, ese fue el instante en el que me di cuenta de que ellos eran mi fuerza y yo la suya, y que, sin importar nada, estarían ahí para mí como un apoyo.Sin embargo, nada me preparó para lo que venía.Mi padre l
Punto de vista de Ryan¿Quién era yo? ¿Qué era esta mierda que me pasaba?Después de golpear a Blake, para ser sincero, perdí la noción de la realidad, de la vida, de todo…¿Cómo que yo era un capricho personal?Las lágrimas me ahogaron por momentos y, mientras iba en el asiento del pasajero de mi auto, con Max al volante, no pude sino taparme la cara y llorar como el maldito malnacido que me sentía en ese instante.Blake dijo palabras muy crueles, demasiado y, aunque una parte mía se resistía a creer que eso fue cierto, que de verdad las sentía, mis inseguridades se apoderaron de mí y me hundieron en un pozo de locura.¿Y si de verdad era solo un juego para él? ¿Y si Blake no se sentía seguro de sus sentimientos por mí?Antes de darme cuenta, llegamos a mi casa y Max me sacó del auto de un empujoncito. Subimos a mi apartamento y, menos de cinco minutos después, vi llegar a Shaun y a Logan con semblante preocupado.—¿Dices que eso fue lo que pasó? No… no puedo creerlo —murmuró Logan.