Punto de vista de BlakeDespués de salir de la casa de mis padres, llegué enseguida a la mía y despaché a la niñera, que se asustó al ver el estado de mi cara; apagué todas las luces y, tras darme un baño con Colin, le di de comer y pasé tiempo con él en su cuarto de juegos como si nada.Traté de hacer como si todo fuese normal, aunque sabía bastante bien que eso era imposible.Cuando mi hijo se durmió, cerca de las ocho y media, por fin tuve tiempo para pensar con claridad en lo sucedido, en lo que debía hacer, en lo que era más importante para mí.Colin o Ryan, ¿cómo es que mi padre terminó sometiéndome a tal disyuntiva?Él era un hombre poderoso y yo lo sabía; era un sujeto duro y muy terco que no hacía más que su voluntad, y así había sido siempre.¿Qué debía hacer ahora?La decisión racional versus la pasional… las dos eran racionales, las dos iban colmadas de mis sentimientos…¿Qué quedaba de nosotros a estas alturas? ¿Qué era lo correcto? ¿Podía yo exponerlo a los demás? ¿Era s
Punto de vista de Blake¿Por qué las cosas eran así? ¿Quién era Ewan Maier, el despiadado hombre que no temía amenazarme con mi propio hijo para que hiciera su voluntad? ¿De verdad tenía el poder de hacer lo que prometía?Sí… y ese era el gran problema.Todo esto venía del pasado, de un hombre chapado a la antigua y maltratado por su propio padre, que apenas cambió un ápice luego de que este murió.Pero el fondo, la esencia, esa que te inculcaron desde ni.ño, no se iba así como así.Ni siquiera mi madre era tan fuerte como para luchar en su contra y, obviamente, de pequeño nada pude hacer al respecto.Cuando yo tenía siete años, bastante lejos en el pasado, sucedió algo que marcaría mi perspectiva de lo que debía hacer y no en la vida.¿Son pocos? Por supuesto, pero así es el día a día de la gente «rica». Claridad para la calle, oscuridad de puertas para adentro.—¡Gilbert, ¿en qué demonios piensas?! ¡¿Cómo se te ocurrió que hacer eso fue lo mejor?!El grito de mi padre inundó toda la
Punto de vista de BlakeA mis trece años, más o menos, estando en plena secundaria, fue quizás una de las pocas veces en las que de verdad entré en rebeldía.Por ese entonces, me metí en una pelea, junto a Ryan y Wyatt, para defender a Shaun, que era de último año, pero al que no dejaban de acosar y molestar, burlándose y llamándolo gay por todas partes como si eso fuese malo.Logan y Max también se metieron, y les dimos una paliza a esos malditos… les dimos tan duro que jamás volverían a meterse con ninguno de nosotros, pero, por supuesto, no fue gratis.El ojo morado y el labio roto con el que llegué a la oficina del director no eran cualquier cosa.Miré a mis lados, y encontré a todos mis amigos medio golpeados también. El director nos gritaba y reprendía, pero, para ser sincero, ese fue el instante en el que me di cuenta de que ellos eran mi fuerza y yo la suya, y que, sin importar nada, estarían ahí para mí como un apoyo.Sin embargo, nada me preparó para lo que venía.Mi padre l
Punto de vista de Ryan¿Quién era yo? ¿Qué era esta mierda que me pasaba?Después de golpear a Blake, para ser sincero, perdí la noción de la realidad, de la vida, de todo…¿Cómo que yo era un capricho personal?Las lágrimas me ahogaron por momentos y, mientras iba en el asiento del pasajero de mi auto, con Max al volante, no pude sino taparme la cara y llorar como el maldito malnacido que me sentía en ese instante.Blake dijo palabras muy crueles, demasiado y, aunque una parte mía se resistía a creer que eso fue cierto, que de verdad las sentía, mis inseguridades se apoderaron de mí y me hundieron en un pozo de locura.¿Y si de verdad era solo un juego para él? ¿Y si Blake no se sentía seguro de sus sentimientos por mí?Antes de darme cuenta, llegamos a mi casa y Max me sacó del auto de un empujoncito. Subimos a mi apartamento y, menos de cinco minutos después, vi llegar a Shaun y a Logan con semblante preocupado.—¿Dices que eso fue lo que pasó? No… no puedo creerlo —murmuró Logan.
Punto de vista de BlakeNo sé cuándo me dormí, pero sí que desperté a eso de las cinco de la mañana y, cuando revisé mi celular, además de un mensaje de mi madre preguntándome cómo estaba, y muchas de sus llamadas perdidas, vi que tenía un nuevo mensaje en el WhatsApp, una nota de voz de parte de un destinatario que, al verlo, me apretujó el corazón.No era otro que Ryan.Mentiría si dijera que la reproduje al instante, porque no… apenas moverme un poco más, sentí mi cara tan hinchada y dolorida que solo tuve espacio para quejarme y reprimir las ganas de vomitar. Me dolía la cabeza, punzaba de manera horrible, y los pensamientos explotaron apenas ser consciente de que todo lo de la noche anterior fue real.Le había mentido al hombre al que amaba.Sin sentarme en la cama, le subí el volumen al teléfono y, solo después de dudar por unos segundos, la reproduje.—No tengo idea de por qué haces esto…Su voz resonó rasposa, cruda. Era obvio a mis oídos que había estado llorando, y mucho, y
Punto de vista de BlakeEl segundo día tampoco fue muy bueno para mí.Tuve que ausentarme de nuevo del trabajo, pero esta vez me vi en la obligación de recibir a Oliver en casa porque necesitaba mi firma para unos documentos urgentes.La cara que puso al ver el estado de la mía jamás la olvidaré… fue algo que se sumaría, sin lugar a dudas, a la bitácora de la humillación que yo mismo propicié.Al final, de nada sirvió tratar de prepararme.Mi padre era el que era, y siempre sería así, sin importar si yo era su hijo o un simple mortal.Tras pasar todo el día con compresas frías en la cara para bajar la inflamación, por la tarde llamé a Shaun, pero él no me contestó. No fue cosa de tener el teléfono apagado, sino que solo lo dejó sonar hasta que la llamada se fue al buzón de voz.Me preocupé, sí, pero decidí no prestarle atención por ahora y llamé a Max; sin embargo, él tampoco me contestó.Max debía estar molesto conmigo, y quizás sería lo mejor tratar de arreglar las cosas con él ante
Punto de vista de RyanTodos estos días fueron una auténtica mierda…Sin importar lo que creyera o dejara de creer, la verdad era que no lograba entender por qué todo esto sucedió de esta forma.Recostado en el sofá de mi sala y con ganas de hacer nada, escuché mi celular sonar por enésima vez en la semana y, por milésima vez, no contesté.Estaba asqueado de todo, del mundo, de la sociedad, de esta mierda de vida…Recibí un mensaje del maldito de Jared un par de días atrás, donde decía que me avisaría cuando su hermana llegara al país, y contemplar esa realidad me costaba muchísimo.¿Blake de verdad me había usado?Aunque le di un último voto de confianza, la verdad es que todavía dudaba, y el pecho se me apretaba al pensar en ello.Yo lo conocía, maldición… después de mis padres, probablemente fue a la primera persona que vi en mi vida, aunque ambos éramos solo unos bebés. Mi primer recuerdo con él se remontaba por allá a nuestros dos años, cuando nuestros padres nos dejaron dormidos
Punto de vista de BlakeTras unos días de descanso obligado, mi rostro ya se encontraba lo suficientemente bien como para ir a trabajar y, aunque seguía teniendo el espíritu herido, debía cumplir con mis obligaciones.A media mañana, mi celular empezó a sonar y, al ver el nombre en el identificador, resoplé.No quería hablar con este tipo.Sin embargo, tuve que contestar.Deslicé el dedo hacia arriba y me puse el celular contra la oreja.—¿Sí? Buenos días —saludé con tanta calma como pude.—Señor Maier, ¿cómo está? Lo estuve llamando la semana pasada, pero no pude conectarme.La voz de ese maldito resonaba con una acidez alegre que me pegaba en el estómago.—Estuve un poco enfermo en los últimos días de la semana pasada y decidí dejar de lado el trabajo hasta sentirme mejor —comenté con calma.En ese momento, un estornudo travieso se atravesó, y me hizo dejar el teléfono de lado. Resoplé y volví a la llamada.—Me parece que sigue enfermo… lo mejor es cuidar bien de la salud antes de s