Punto de vista de BlakeEl segundo día tampoco fue muy bueno para mí.Tuve que ausentarme de nuevo del trabajo, pero esta vez me vi en la obligación de recibir a Oliver en casa porque necesitaba mi firma para unos documentos urgentes.La cara que puso al ver el estado de la mía jamás la olvidaré… fue algo que se sumaría, sin lugar a dudas, a la bitácora de la humillación que yo mismo propicié.Al final, de nada sirvió tratar de prepararme.Mi padre era el que era, y siempre sería así, sin importar si yo era su hijo o un simple mortal.Tras pasar todo el día con compresas frías en la cara para bajar la inflamación, por la tarde llamé a Shaun, pero él no me contestó. No fue cosa de tener el teléfono apagado, sino que solo lo dejó sonar hasta que la llamada se fue al buzón de voz.Me preocupé, sí, pero decidí no prestarle atención por ahora y llamé a Max; sin embargo, él tampoco me contestó.Max debía estar molesto conmigo, y quizás sería lo mejor tratar de arreglar las cosas con él ante
Punto de vista de RyanTodos estos días fueron una auténtica mierda…Sin importar lo que creyera o dejara de creer, la verdad era que no lograba entender por qué todo esto sucedió de esta forma.Recostado en el sofá de mi sala y con ganas de hacer nada, escuché mi celular sonar por enésima vez en la semana y, por milésima vez, no contesté.Estaba asqueado de todo, del mundo, de la sociedad, de esta mierda de vida…Recibí un mensaje del maldito de Jared un par de días atrás, donde decía que me avisaría cuando su hermana llegara al país, y contemplar esa realidad me costaba muchísimo.¿Blake de verdad me había usado?Aunque le di un último voto de confianza, la verdad es que todavía dudaba, y el pecho se me apretaba al pensar en ello.Yo lo conocía, maldición… después de mis padres, probablemente fue a la primera persona que vi en mi vida, aunque ambos éramos solo unos bebés. Mi primer recuerdo con él se remontaba por allá a nuestros dos años, cuando nuestros padres nos dejaron dormidos
Punto de vista de BlakeTras unos días de descanso obligado, mi rostro ya se encontraba lo suficientemente bien como para ir a trabajar y, aunque seguía teniendo el espíritu herido, debía cumplir con mis obligaciones.A media mañana, mi celular empezó a sonar y, al ver el nombre en el identificador, resoplé.No quería hablar con este tipo.Sin embargo, tuve que contestar.Deslicé el dedo hacia arriba y me puse el celular contra la oreja.—¿Sí? Buenos días —saludé con tanta calma como pude.—Señor Maier, ¿cómo está? Lo estuve llamando la semana pasada, pero no pude conectarme.La voz de ese maldito resonaba con una acidez alegre que me pegaba en el estómago.—Estuve un poco enfermo en los últimos días de la semana pasada y decidí dejar de lado el trabajo hasta sentirme mejor —comenté con calma.En ese momento, un estornudo travieso se atravesó, y me hizo dejar el teléfono de lado. Resoplé y volví a la llamada.—Me parece que sigue enfermo… lo mejor es cuidar bien de la salud antes de s
Punto de vista de BlakeSupongo que no era mi momento, mi día, mi mes… o mi mierda de vida. Quién sabe…Esa mañana me levanté con varios mensajes de Oliver en mi teléfono, y tuve que llamar a mi madre de emergencia, porque mi presencia en la empresa era requerida.Una crisis en Europa llevó a una caída tremenda de la bolsa y, como resultado, nuestras acciones sufrieron una bajada considerable; pero no se trataba solo de eso… un maldito idiota había cometido un error garrafal en las especificaciones de un pedido internacional, y el destinatario, una cadena de tiendas de renombre mundial, amenazaba con cortar todas las relaciones con nosotros.Llegué temprano a la oficina esa mañana, y me encontré a Oliver esperando por mí en la entrada de la sala de conferencias telemáticas, donde ya todo estaba preparado para encontrarme con el presidente de la otra parte.Fue una reunión agotadora, más que nada porque el buen señor, quizás guiado por su molestia, me retó todo el tiempo, y porque todo
Punto de vista de BlakeLlevé a Colin a su cuarto mientras mamá se iba a la cocina. La verdad es que no hablamos mucho porque, aunque pequeño, mi hijo era inteligente y lo captaba todo. Él estaba feliz contándole a su abuela lo que hizo en la noche en su campamento en la oficina.Nos bañamos los dos juntos para ahorrar tiempo y, como siempre desde hacía unos meses, lo dejé solo en su cuarto para que escogiera su ropa y me fui a vestir.Colin solía tomarse su tiempo para escoger, era muy mañoso en ese sentido. En cambio, yo solo tomé un traje y una camisa cualquiera, cosa rara para mí, y me vestí en cuestión de nada para bajar a ayudar a mamá, no sin antes darle un último vistazo, y darme cuenta de que, tras ponerse la ropa interior, elegía entre tres camisas sobre su nueva cama baja.Deje la puerta entreabierta y bajé.En la cocina, mamá preparaba pastelitos con huevos y tocino, café para los dos y jugo para Colin.—Ma, ¿estás bien?—Sí, hijo… ¿Y tú? No tienes buena cara. ¿Al menos do
Punto de vista de Blake«Eres igual a tu padre».Aquellas palabras resonaron en mi cabeza un millón de veces en menos de dos segundos con pasmo, susto y mucho temor.¿Cómo es que yo…?—Eres igual a tu padre: cabezotas, creyendo que todo el mundo solo tiene que aceptar lo que decidas porque eres tú. Blake, no vives solo en el mundo y, sí, es bueno que quieras proteger a tu hijo, pero no puedes sacrificar a los demás por eso.Tragué con dureza justo cuando ella volteó a verme y, al detectar la auténtica sorpresa en mí, su semblante degeneró en la preocupación.Me eché hacia atrás y respiré hondo por unos segundos, sopesando esas palabras en mi mente.—Por qué si yo… me he esforzado tanto para… ser diferente…Las frases se me agolparon en la garganta, y tuve que salir de la cocina o de seguro metería la pata. Caminé hasta la sala y me senté en el mueble, para llevarme las manos a la cabeza gacha y resoplar.¿Cómo que era igual a él?Si mi hijo me desafiaba en algún momento, ¿también trat
Punto de vista de RyanDespués de un tiempo complicado, que se hizo más sencillo solo con la compañía de mis amigos, de mi hermana y mi padre, el día por fin había llegado.Hoy conocería a Bett Harrison.Cerca de la una de la tarde, tras almorzar afuera, recibí una llamada de un número desconocido que no contesté, y luego me llegó un mensaje de texto del mismo número. Bett anunciaba que iría en un rato a la empresa y quería saber si me encontraba ahí.Con todo el dolor de mi alma, le dije que sí.Acomodé el trabajo que haría al día siguiente y, una media hora más tarde, escuché un toque a mi puerta.—Adelante —autoricé.Morgan fue quien entró.—Señor Daft, la señorita Harrison vino a verlo —comentó ella.La notaba recelosa, y me imaginaba sus razones, pero nada podía hacer con ellas.—Déjala pasar —dije con calma y me levanté.Caminé, desde mi escritorio, hasta el área para recibir invitados, justo en el momento en el que un chico más bajo y delgado que yo entró a mi despacho con paso
Punto de vista de Ryan¿Cometía un error al venir aquí? Quizás, pero… Colin lo valía, así de simple.Para el momento en el que llegué al hospital, eran casi las cuatro de la tarde. Pregunté en la recepción por Colin, y me autorizaron a entrar en la habitación 221, a la cual me encaminé sin pensarlo demasiado.Sin embargo, cuando tuve la puerta al frente, miles de sensaciones y sentimientos se agolparon en mi interior.Apenas escuchaba murmullos desde afuera, y estuve a punto de tocar un par de veces, pero los nervios me ganaron e hicieron retroceder.Sentí que el corazón me daba un tremendo vuelco, y resoplé con ligereza.Finalmente, al tercer intento, toqué.—Adelante —escuché la voz de Blake desde dentro.Sonaba oscura y cansada, era obvio el porqué.Puse la mano en el pomo y, con los latidos del corazón en mis oídos, retumbando cual caballo al galope, abrí y entré, para encontrar a un pequeño pelirrojo recostado en una enorme cama, cuyos ojitos de jade se abrieron de par en par al