Punto de vista de Ryan
Los labios de Blake… jamás me cansaría de ellos.
Su tacto era suave y cálido, con un cosquilleo precioso que me hacía desear más y más. Adoraba ese poder que ejercían sobre mí, y al mismo tiempo me daba mucho miedo.
Me acerqué más a él y lo abracé por el cuello, y metí los dedos entre sus cabellos con placer culposo, porque los amaba. A su lado me relajaba, me calmaba.
Si eso era lo que buscaba al traerme aquí, lo había conseguido con creces.
Sin embargo, siempre se dice que las peores cosas pasan cuando piensas que todo está bien y, en el momento en el que mi celular comenzó a sonar, cortando la interacción entre ambos, algo me dijo que así sería.
—Espera… —murmuré y saqué mi teléfono.
Me extrañó
Punto de vista de BlakeDespués de una buena noche de acción, de la que para nada me podía quejar, llevé a Ryan hasta su empresa y luego fui al Grupo Maier a trabajar, más que todo porque tenía un par de reuniones importantes.Me sentía bien, para ser sincero, tanto como hacía mucho no lo experimentaba y, con ese sentimiento en mente, no lograba dejar ese mal presentimiento que latía y latía en el fondo de mi cabeza, y que se negaba a deshacerse de mí.Tras terminar con mis labores, conduje a la casa de mis padres casi a la una de la tarde para buscar a mi hijo, pues hice planes con él para el fin de semana. Quería llevarlo a divertirse, a comer algo y otras cosas más.Colin crecía muy rápido, por lo que necesitaba ropa nueva antes de navidad.Estacioné frente a la casa apenas llegar y bajé como si nada. Al
Punto de vista de BlakeHacía mucho tiempo que no vivía un fin de semana como ese que pasó. Colin, Ryan y yo fuimos al parque de diversiones y nos subimos a todas partes a las que el nene podía acceder; jugamos en la feria y comimos muchos bocadillos en todos los puestos en los que mi hijo quiso detenerse a probar y picar.Después de eso, terminamos dándonos un baño en la piscina de casa y, como no me lo esperaba… acabamos los tres rendidos en la misma cama.Despertar ese domingo y ver a los dos hombres de mi vida abrazados a mí y entre ellos me llenó de calidez, pero también de mucha preocupación.Yo era precavido, siempre trataba de manejar las situaciones de modo que fueran lo menos impactantes posibles, pero el tema de mi padre era distintivo y especial porque, sin importar cómo se lo dijera, el tacto en él, en el aspecto de tener un hijo
Punto de vista de RyanEsa tarde, después de llegar del trabajo, directo a la casa de Blake, lo noté extraño.Él no decía nada, quizás porque estaba su hijo allí con la niñera, y por lo mismo no quise pecar de indiscreto, pero, ella se fue y el nene se durmió, cerca de las nueve y media de la noche, no pude contenerme más.Sentado en el sofá de su sala, con el monitor sobre la mesa de centro, que mostraba a un Colin rendido y muerto para el mundo, volteé a verlo.Ambos usábamos pijamas, porque me quedaría allí a pasar la noche, y él tenía el pelo un poco alborotado, aunque no en el estado natural que amaba.—Oye, ¿estás bien? —Me acerqué y lo abracé de costado—. Has estado distante toda la tarde, ¿tienes algo en mente?Blake me miró de reojo y resop
Punto de vista de RyanHoy era un terrorífico martes trece, de esos de los que nadie quería hablar, pero existían. Me pasé toda la mañana escuchando en la oficina las bromas de siempre, incluso de Morgan, y la tarde envuelto en trámites y reuniones con la gente de investigación y desarrollo.A eso de las cinco de la tarde, recibí un mensaje en mi teléfono de un número que no tenía guardado: «Señor Ryan Daft, mi nombre es Jared Harrison, debe conocerme ya que solía ser socio de su amigo, Blake Maier. Me gustaría que viniera a la sede de Componentes Harrison lo antes posible, creo que tengo algo aquí que le interesará ver».Sin entender el porqué de ese mensaje, ni mucho menos cómo consiguió mi número, enseguida llamé a Blake.—¿Hola? ¿Qué sucede? —con
Punto de vista de Ryan—¡¿Qué?! —grité sin poder evitarlo y me eché hacia adelante.—¿Cómo demonios piensas que aceptaré algo así? ¿Te volviste loco? —espetó Blake, a mi lado y con la ira pintada en la cara.La sonrisa en los labios de Harrison solo creció.—Bueno, no tienen de otra. O aceptan, o regaré este video por todo internet —comentó gustoso.—Entonces iremos a la policía —advertí con dureza.Él soltó una carcajada divertida y se espaldeó en el sillón.—Claro, háganlo, pero, ¿de qué servirá? Haré que miles de millones de personas compartan una y otra vez ese video, los expondré como los maricas que son, y usaré todas las armas que tengo para destruirlos.Su amenaza n
Punto de vista de JudeJusto cuando pensaba que las cosas eran estables, todo caía como un castillo de naipes débil y en una barca flotante.Aquella tarde, un mensajero tocó a nuestra puerta con un paquete curioso de parte de un remitente todavía más llamativo.—Traigo este sobre para el señor Ewan Maier, de parte del señor Jared Harrison. Él espera que pueda ver lo que hay dentro, y que todo quede claro para usted luego de eso.Ewan, a mi lado en la puerta, tomó el sobre de manila amarillo y lo estudió con curiosidad. Sin decir nada más, el mensajero se fue, y nosotros cerramos la puerta.—¿No es Jared Harrison uno de los socios de negocios de la empresa? —pregunté porque, si bien poseía cierta cantidad de acciones del Grupo, hacía un tiempo dejé de lado mis actividades de control.—As&iacu
Punto de vista de BlakeMi padre se había vuelto loco.Me tomó del pecho y me echó hacia atrás, envuelto en un ataque de furia y, como no pudo moverme, quiso empezar a manotearme, pero metí las manos en el camino para evitar que volviera a darme en la cara.—¡Maldito desgraciado, ¿cómo se te ocurre mancillar así el nombre de nuestra familia?! —bramó y apretó las manos contra mi pecho.Traté de quitármelo de encima, porque no necesitaba ser apaleado por mi viejo, al que obviamente no podía golpear ni responder de ninguna manera física, porque era mi padre, y lo eché hacia atrás para arrodillarme; sin embargo, tenía ante mí a un Ewan Maier que conocía bastante bien, uno que había visto muchas veces antes, y que me esforcé por evitar hasta ahora.Frente a mí, con su
Punto de vista de RyanTras un rato de dar vueltas, llamé a Blake varias veces, pero me mandaba directo al buzón de voz, como si él hubiese apagado su teléfono, y eso me preocupaba.Pasé frente a su casa, pero todo se veía apagado, lo que me dijo que Colin no estaba, y su padre tampoco.Decidí hacer una jugada arriesgada, y conduje frente a la casa de los señores Maier para ver si veía su camioneta, pero no lo vi por ninguna parte.Al cruzar la cuadra, detuve mi camioneta en la esquina y llamé a Max. Eran como las siete y media de la noche en ese punto y ya empezaba a asustarme. ¿Y si su padre lo lastimó?—Ryan, hola, ¿qué sucede? —contestó Max al otro lado.—Oye, ¿estás ocupado?—No… bueno, estoy comiendo unos tacos con Wyatt, ¿pasó algo? No se te escucha