Colin es un bebé tan hermoso ♥
Punto de vista de RyanTener que tolerar a mi madre comenzaba a hacerse cada día una tarea titánica, al punto en el que terminé bloqueándola del WhatsApp y en general, porque me tenía harto.Ese viernes, mi padre, en calidad de accionista mayoritario de la Corporación Daft, y yo, como el CEO de la empresa, arribamos con Morgan a la sede del Grupo Maier para una jornada de discusiones sobre los futuros tratos entre nuestras empresas.Afuera, en una gran muestra de cortesía, Blake y Oliver nos esperaban, junto a algunos empleados menores.El pelirrojo hoy lucía particularmente guapo, con su traje de tres piezas, la corbata negra y el cabello bien peinado.—Buenos días, señor Daft, Ryan, Morgan —saludó y le ofreció la mano a mi padre.—Muchacho, buenos días. —Papá aceptó el apretón y respondi&o
Punto de vista de BlakeRyan se veía estresado, bastante más de lo que cualquiera pensaba, y me di cuenta por esos ojos, que miraban a su padre con negación absoluta.Killian resopló y se encogió de hombros.—Bueno… es obvio que no irás, y yo no te obligaré a nada. Tu madre necesita aprender una lección de humildad, y eso es algo que, al ser tan terca, tendrá que atender por su cuenta.El menor resopló y asintió con la cabeza.—Está bien, papá… Igual ya tengo planes para hoy, así que no pensaba ir de todas formas.Al oírlo decir eso, Killian suavizó su mirada hacia su hijo, y también pasó los ojos sobre mí, lo que me llenó de mucha curiosidad, aunque me la guardé.—Lo entiendo, hijo. Y no te preocupes, a ella ya se le pasará todo esto.
Punto de vista de RyanDespués de llevar al enano a la casa de los Maier, Blake y yo fuimos al centro de la ciudad, a uno de esos restaurantes elegantes en los que solíamos comer para cenas de negocios, aunque hoy era muy diferente.—¿Tenía que ser uno de estos lugares de cinco estrellas? —pregunté.No era que me incomodara, al contrario, porque la comida que servían en estos lugares era exquisita; sin embargo…—A veces hay que tener una cena de estas, Ryan. Es normal para las parejas salir a comer a buenos lugares de vez en cuando.—Sí, pero no se supone que tú y yo lo seamos.Blake respiró hondo y me miró con ojos acusadores, antes de asentir.—Tienes razón; no obstante, ¿no somos los mejores amigos? Nadie dirá nada si dos buenos amigos de la infancia salen a comer a un restaurante caro, as
Punto de vista de RyanLos labios de Blake… jamás me cansaría de ellos.Su tacto era suave y cálido, con un cosquilleo precioso que me hacía desear más y más. Adoraba ese poder que ejercían sobre mí, y al mismo tiempo me daba mucho miedo.Me acerqué más a él y lo abracé por el cuello, y metí los dedos entre sus cabellos con placer culposo, porque los amaba. A su lado me relajaba, me calmaba.Si eso era lo que buscaba al traerme aquí, lo había conseguido con creces.Sin embargo, siempre se dice que las peores cosas pasan cuando piensas que todo está bien y, en el momento en el que mi celular comenzó a sonar, cortando la interacción entre ambos, algo me dijo que así sería.—Espera… —murmuré y saqué mi teléfono.Me extrañó
Punto de vista de BlakeDespués de una buena noche de acción, de la que para nada me podía quejar, llevé a Ryan hasta su empresa y luego fui al Grupo Maier a trabajar, más que todo porque tenía un par de reuniones importantes.Me sentía bien, para ser sincero, tanto como hacía mucho no lo experimentaba y, con ese sentimiento en mente, no lograba dejar ese mal presentimiento que latía y latía en el fondo de mi cabeza, y que se negaba a deshacerse de mí.Tras terminar con mis labores, conduje a la casa de mis padres casi a la una de la tarde para buscar a mi hijo, pues hice planes con él para el fin de semana. Quería llevarlo a divertirse, a comer algo y otras cosas más.Colin crecía muy rápido, por lo que necesitaba ropa nueva antes de navidad.Estacioné frente a la casa apenas llegar y bajé como si nada. Al
Punto de vista de BlakeHacía mucho tiempo que no vivía un fin de semana como ese que pasó. Colin, Ryan y yo fuimos al parque de diversiones y nos subimos a todas partes a las que el nene podía acceder; jugamos en la feria y comimos muchos bocadillos en todos los puestos en los que mi hijo quiso detenerse a probar y picar.Después de eso, terminamos dándonos un baño en la piscina de casa y, como no me lo esperaba… acabamos los tres rendidos en la misma cama.Despertar ese domingo y ver a los dos hombres de mi vida abrazados a mí y entre ellos me llenó de calidez, pero también de mucha preocupación.Yo era precavido, siempre trataba de manejar las situaciones de modo que fueran lo menos impactantes posibles, pero el tema de mi padre era distintivo y especial porque, sin importar cómo se lo dijera, el tacto en él, en el aspecto de tener un hijo
Punto de vista de RyanEsa tarde, después de llegar del trabajo, directo a la casa de Blake, lo noté extraño.Él no decía nada, quizás porque estaba su hijo allí con la niñera, y por lo mismo no quise pecar de indiscreto, pero, ella se fue y el nene se durmió, cerca de las nueve y media de la noche, no pude contenerme más.Sentado en el sofá de su sala, con el monitor sobre la mesa de centro, que mostraba a un Colin rendido y muerto para el mundo, volteé a verlo.Ambos usábamos pijamas, porque me quedaría allí a pasar la noche, y él tenía el pelo un poco alborotado, aunque no en el estado natural que amaba.—Oye, ¿estás bien? —Me acerqué y lo abracé de costado—. Has estado distante toda la tarde, ¿tienes algo en mente?Blake me miró de reojo y resop
Punto de vista de RyanHoy era un terrorífico martes trece, de esos de los que nadie quería hablar, pero existían. Me pasé toda la mañana escuchando en la oficina las bromas de siempre, incluso de Morgan, y la tarde envuelto en trámites y reuniones con la gente de investigación y desarrollo.A eso de las cinco de la tarde, recibí un mensaje en mi teléfono de un número que no tenía guardado: «Señor Ryan Daft, mi nombre es Jared Harrison, debe conocerme ya que solía ser socio de su amigo, Blake Maier. Me gustaría que viniera a la sede de Componentes Harrison lo antes posible, creo que tengo algo aquí que le interesará ver».Sin entender el porqué de ese mensaje, ni mucho menos cómo consiguió mi número, enseguida llamé a Blake.—¿Hola? ¿Qué sucede? —con