Punto de vista de RyanAnsiaba sus labios, su calor, su carnosidad, su humedad… lo quería todo de él, y aquella vez no me bastó.Lo deseaba tanto como jamás había deseado a nadie, necesitaba su aliento, sus palabras, su amor, su comprensión y, al mismo tiempo, deseaba poder darle todo eso… quería acunarlo en mi pecho y decirle que todo estaría bien.¿Por qué amaba tanto a Blake? ¿Tener mis inseguridades era malo? ¿Querer certeza me hacía mala persona?A veces pensaba que era un idiota por alejarme de él, y otras que me merecía que fuese claro. Era una lucha constante entre el yo que ansiaba cuidarlo y apoyarlo, y el que necesitaba sentirse a gusto con el hombre al que amaba.¿Era malo por hacerme a un lado?En medio de ese beso, al que Blake correspondió casi sin pensarlo, todas esas cosas se me vinieron a la mente y se agolparon con dolor.Justo entonces, él tomó mi rostro entre sus manos y me separó.—Ryan, no deberíamos…Fruncí el cejo ante su negativa y, antes de que terminara de
Punto de vista de BlakeResoplé con fuerza tras despertar. Estaba teniendo un precioso sueño donde nada malo pasaba y todo era como antes, pero el sonido de una llamada telefónica me despertó.Al ver el reloj, me di cuenta de que apenas eran las tres de la mañana, lo que significaba que había dormido casi exactamente por una hora.¿Quién osaba llamar a estas alturas de la madrugada?Viendo el identificador, se trataba de un número privado y desconocido, por lo que enseguida supe que las opciones eran bastante limitadas.—Hola… ¿sí? —contesté, sin poder evitar que mi voz sonara rasposa y grave.Me acomodé en la cama con cuidado y miré a un lado. Allí se hallaba Colin, dormido como una piedra, envuelto en su pijama largo, su cobijita y mi cobertor. Esa noche insistió en dormir conmigo porque no quería que yo estuviera solo y, ya que se puso un poco meloso, lo dejé.Tenía que aprovechar a esa dulce bolita de amor mientras existiera… hasta que se convirtiera en un adolescente amargado y p
Punto de vista de RyanHoy era mi flamante despedida de solteros, y la vivía con una tremenda emoción: me encontraba en mi casa, sentado en el sofá frente al televisor mientras comía galletas de naranja. En la pantalla se reproducía una película que para nada me interesaba y… mi cabeza andaba en otra parte.Mañana me casaba, y lo haría con un hombre al que no amaba y que no me amaba, esa era la verdad.¿Por qué pasó esto? Era un voto de confianza, así de simple.Desde que vi el contrato que Logan me entregó, ese donde Blake se comprometía a quedarse en bancarrota por su cuenta si él no firmaba con Componentes Harrison, o si yo no me casaba con Liam, la molestia y la resolución llegaron a mí en partes iguales.De nuevo, Blake hacía las cosas por su cuenta; sin embargo, también me decía con claridad que yo no tenía que casarme con Liam, que podía seguir mi vida y él se ocuparía de todo.No podía dejarlo hacerlo solo, por eso me comprometí, por eso se organizó la boda.Sin embargo, ¿qué
Punto de vista de Ryan Yo… ¿acaso escuché bien? ¿Blake Maier acababa de decir frente a toda esta gente, a muchos de sus socios y los míos, a conocidos y familia, ante la alta sociedad del estado, mi familia y la suya, frente a su padre que… me amaba? El corazón en mi pecho se paralizó por unos segundos, y solo pude verlo con los ojos abiertos como platos. En eso, un grito lo ensordeció todo. —¡¿De qué demonios hablas, Blake?! ¡Lárgate de aquí! Ese fue Ewan, quien se dispuso a salir de su fila; sin embargo, mi padre, quizás sabiendo como era, no tardó en levantarse y agarrarlo del hombro para contenerlo, e incluso Gil se paró junto a su hermano como medida de apoyo. —¡¿No te das cuenta del espectáculo que estás armando?! ¡Vete de aquí de una vez, antes de que lo hagas peor! No obstante, y contrario a lo que yo esperaba, Blake ignoró a su padre y dio dos pasos al frente, acercándose. —Ryan, tú no eres un capricho personal, jamás lo has sido y jamás lo serás —dijo con claridad, c
Punto de vista de Ryan Me sentía… ¿cómo? No sabría decirlo con certeza.Tenía el pulso acelerado y los nervios de punta.Cuando arribamos al complejo, él estacionó en el sótano y, con un Colin inusualmente emocionado, subimos.Al llegar, todo estaba normal porque… la verdad es que yo no planeaba casarme.—Voy a empacar un poco de ropa. De seguro vendrán a buscarnos acá pronto, así que me daré prisa.Colin corrió hacia mi habitación y esperó a que yo abriera la puerta. Blake venía detrás de nosotros.—¡Tío Ryan, te ayudadé a empacad! —chilló el ni.ño.Comenzó a dar vueltas mientras yo iba a mi vestidor a buscar un bolso de viaje, y vi a Blake sentarse en la cama.Sus ojos me estudiaban con cierta calma, pero también una tristeza que comprendía. En la iglesia había sido todo lo que cualquiera desearía, sin embargo, entendía bien que detrás de todo eso existía algo mal.Una parte de mi ser habría deseado que todo esto fuese por mí, pero comprendía bien que no.Mi hombre se encontraba pe
Punto de vista de RyanLuego de que Colin se durmió, después de nadar como loquito, emocionado y feliz, Blake lo llevó a su habitación. Eran casi las ocho de la noche, y llegó la hora de plantarnos cara.Yo lo sabía y, al verlo bajar las escaleras con una cara muy seria, supe que él también.Entonces, se sentó frente a mí en uno de los sillones, y resopló.—Creo que es momento de hablar —murmuró.—Eso me parece… Colin dormirá por un buen rato.—Probablemente se despierte para desayunar mañana.Él rodó la vista por la sala y resopló. Por alguna razón lo notaba triste, y no entendía por qué. Es decir, más temprano se apareció en la iglesia y gritó frente a toda la alta sociedad de San Francisco, frente a nuestros inversores extranjeros y muchos periodistas, que me amaba, y que no dejaría que me casara con otra persona.Entonces, ¿por qué?Algo me decía que lo sabía, pero necesitaba escuchar.—Ryan, yo… lamento mucho todo lo que te hice pasar. Lo dije más temprano, pero quiero que sepas
Punto de vista de BlakeRyan era un hombre extraño, complicado y curioso.Pasé la última semana pensando en dejarlo ir, en que eso era lo justo, en que no se merecía seguir sufriendo y padeciendo por mi culpa… Él necesitaba un cierre, eso era lo que creía, que quizás nunca podría olvidar esto y… que tal vez lo justo era solo dejarlo ir y que hiciera lo que quisiera.Pero Ryan Daft era un hombre independiente de treinta y tres años que podía tomar sus propias decisiones, y decidió no hacerme caso.Para ser sincero, no tenía ni la más mínima idea de cómo debía sentirme. Mientras caminábamos a la habitación principal de esta gran casa, mi cabeza se hallaba llena de preguntas y cuestionamientos, de dudas y muchas emociones encontradas.Él abrió la puerta y pasamos, cerró y solo me guio hasta la cama. Sabía bien lo que deseaba hacer, y por supuesto no me opondría a eso, pero… ¿de verdad estaba de ánimos?La conmoción daba vueltas en mi cabeza todavía cuando me senté sobre el suave colchón
Punto de vista de BlakeLas yemas de sus dedos bordearon mis costados, y un ligero escalofrío me hizo removerme por un segundo.—Hmm… ¿estás especialmente sensible? Eso es nuevo —murmuró y me miró con una sonrisilla traviesa.Pero en el fondo seguía ese afecto incondicional que recordaba y amaba, que ansiaba… Nadie jamás me había mirado así antes: ni mis padres, ninguna de las chicas con las que salí, ni siquiera Amanda…Mi corazón fue de Ryan desde el primer momento en el que supe la verdad, en el que tuve claros mis sentimientos.Mas tuve que callarlo.Yo era Blake Maier, a fin de cuentas… El hijo de Ewan Maier no podía ser gay, no si quería vivir una vida más o menos normal.Aunque mi vida jamás fue normal.Los besos de Ryan bajaron por mi cuello con una sutileza sin par, y pude ver el deseo palpitar en sus orbes cuando se despegó.—¿De verdad te sientes bien para seguir? Pareces disperso —murmuró, para apoyar de nuevo su peso en mis caderas.Solté un ligero respingo.—Lo estoy —af