OMG, ¡Colin!
Punto de vista de Ryan Me sentía… ¿cómo? No sabría decirlo con certeza.Tenía el pulso acelerado y los nervios de punta.Cuando arribamos al complejo, él estacionó en el sótano y, con un Colin inusualmente emocionado, subimos.Al llegar, todo estaba normal porque… la verdad es que yo no planeaba casarme.—Voy a empacar un poco de ropa. De seguro vendrán a buscarnos acá pronto, así que me daré prisa.Colin corrió hacia mi habitación y esperó a que yo abriera la puerta. Blake venía detrás de nosotros.—¡Tío Ryan, te ayudadé a empacad! —chilló el ni.ño.Comenzó a dar vueltas mientras yo iba a mi vestidor a buscar un bolso de viaje, y vi a Blake sentarse en la cama.Sus ojos me estudiaban con cierta calma, pero también una tristeza que comprendía. En la iglesia había sido todo lo que cualquiera desearía, sin embargo, entendía bien que detrás de todo eso existía algo mal.Una parte de mi ser habría deseado que todo esto fuese por mí, pero comprendía bien que no.Mi hombre se encontraba pe
Punto de vista de RyanLuego de que Colin se durmió, después de nadar como loquito, emocionado y feliz, Blake lo llevó a su habitación. Eran casi las ocho de la noche, y llegó la hora de plantarnos cara.Yo lo sabía y, al verlo bajar las escaleras con una cara muy seria, supe que él también.Entonces, se sentó frente a mí en uno de los sillones, y resopló.—Creo que es momento de hablar —murmuró.—Eso me parece… Colin dormirá por un buen rato.—Probablemente se despierte para desayunar mañana.Él rodó la vista por la sala y resopló. Por alguna razón lo notaba triste, y no entendía por qué. Es decir, más temprano se apareció en la iglesia y gritó frente a toda la alta sociedad de San Francisco, frente a nuestros inversores extranjeros y muchos periodistas, que me amaba, y que no dejaría que me casara con otra persona.Entonces, ¿por qué?Algo me decía que lo sabía, pero necesitaba escuchar.—Ryan, yo… lamento mucho todo lo que te hice pasar. Lo dije más temprano, pero quiero que sepas
Punto de vista de BlakeRyan era un hombre extraño, complicado y curioso.Pasé la última semana pensando en dejarlo ir, en que eso era lo justo, en que no se merecía seguir sufriendo y padeciendo por mi culpa… Él necesitaba un cierre, eso era lo que creía, que quizás nunca podría olvidar esto y… que tal vez lo justo era solo dejarlo ir y que hiciera lo que quisiera.Pero Ryan Daft era un hombre independiente de treinta y tres años que podía tomar sus propias decisiones, y decidió no hacerme caso.Para ser sincero, no tenía ni la más mínima idea de cómo debía sentirme. Mientras caminábamos a la habitación principal de esta gran casa, mi cabeza se hallaba llena de preguntas y cuestionamientos, de dudas y muchas emociones encontradas.Él abrió la puerta y pasamos, cerró y solo me guio hasta la cama. Sabía bien lo que deseaba hacer, y por supuesto no me opondría a eso, pero… ¿de verdad estaba de ánimos?La conmoción daba vueltas en mi cabeza todavía cuando me senté sobre el suave colchón
Punto de vista de BlakeLas yemas de sus dedos bordearon mis costados, y un ligero escalofrío me hizo removerme por un segundo.—Hmm… ¿estás especialmente sensible? Eso es nuevo —murmuró y me miró con una sonrisilla traviesa.Pero en el fondo seguía ese afecto incondicional que recordaba y amaba, que ansiaba… Nadie jamás me había mirado así antes: ni mis padres, ninguna de las chicas con las que salí, ni siquiera Amanda…Mi corazón fue de Ryan desde el primer momento en el que supe la verdad, en el que tuve claros mis sentimientos.Mas tuve que callarlo.Yo era Blake Maier, a fin de cuentas… El hijo de Ewan Maier no podía ser gay, no si quería vivir una vida más o menos normal.Aunque mi vida jamás fue normal.Los besos de Ryan bajaron por mi cuello con una sutileza sin par, y pude ver el deseo palpitar en sus orbes cuando se despegó.—¿De verdad te sientes bien para seguir? Pareces disperso —murmuró, para apoyar de nuevo su peso en mis caderas.Solté un ligero respingo.—Lo estoy —af
Punto de vista de RyanEste hombre era todo lo que había deseado en mi vida y mucho más.Después de correrme dentro de él, pensé que querría descansar por un momento, pero no… Blake me deseaba tanto como yo a él, y no tardó en demostrármelo.Justo después de decir aquellas palabras, se sentó en la cama y ladeó la cabeza, estudiándome con detenimiento.Entonces, estiró la mano hasta rozar mi mejilla y suspiró, mirando de arriba abajo, y luego a mis labios, esos que besó apenas con una suavidad incomparable.—Extrañaba tus labios —musitó por lo bajito y enmarcó mi mentón con sus dos manos.Me acomodé de rodillas en silencio, en tanto se acercó. Su lengua dibujó mi labio inferior despacio, y luego se metió furtiva en mi boca, instándome a abrirla.Dios… Blake siempre había dado los mejores besos.Se encajó más hacia mí y nos fundimos en un baile lujurioso y nada comedido, donde nuestras lenguas se estudiaron de pies a cabeza y de regreso, donde no hizo falta ni el decoro ni la educación,
Punto de vista de GilMi hermanito era el pu.to amo… Así me sentía ahora.Después de que se fueron de la iglesia… ardió Troya, eso era lo más cercano a lo que podía asociarlo todo.Mi padre se soltó y quiso perseguir a Blake y a Ryan, pero el señor Daft y yo lo impedimos; sin embargo, los Harrison eran otro cuento.Todo fue un desastre y… bueno, terminé con un golpe en la cara por culpa de Jared, aunque dejaré esa historia para después.Ahora la cosa estaba fea.Me encontraba encerrado en la casa de un Blake que esa misma mañana me había dejado una copia de todas sus llaves por alguna razón, pues hasta ahora tenía solo la de la entrada.Claro, ya lo entendía todo.Papá insistió en venir aquí más temprano, pero no lo dejé.Encendí la televisión y resoplé, pues la noticia se hizo eco en todos los programas de chismes y, para rematar, a esta hora de la noche, no dudaban en reproducir el video se.xual que Jared Harrison liberó.Blake y Ryan se encontraban en boca de todos.No entendía qué
Punto de vista de GilMi hermanito era el pu.to amo… Así me sentía ahora.Después de que se fueron de la iglesia… ardió Troya, eso era lo más cercano a lo que podía asociarlo todo.Mi padre se soltó y quiso perseguir a Blake y a Ryan, pero el señor Daft y yo lo impedimos; sin embargo, los Harrison eran otro cuento.Todo fue un desastre y… bueno, terminé con un golpe en la cara por culpa de Jared, aunque dejaré esa historia para después.Ahora la cosa estaba fea.Me encontraba encerrado en la casa de un Blake que esa misma mañana me había dejado una copia de todas sus llaves por alguna razón, pues hasta ahora tenía solo la de la entrada.Claro, ya lo entendía todo.Papá insistió en venir aquí más temprano, pero no lo dejé.Encendí la televisión y resoplé, pues la noticia se hizo eco en todos los programas de chismes y, para rematar, a esta hora de la noche, no dudaban en reproducir el video se.xual que Jared Harrison liberó.Blake y Ryan se encontraban en boca de todos.No entendía qué
Punto de vista de BlakeSoltar, hablar… decir lo que debía decirse fue… horrible.Probablemente uno de los momentos más terribles hasta ahora, y solo fui capaz de comprender la magnitud de lo que sabía cuando vi a Ryan palidecer, sudar frío y hasta titubear.—Tú… ¿cómo has podido cargar con eso a tus espaldas hasta ahora, Blake? ¿Por qué te lo guardaste para ti? ¿Por qué…? —Ryan apretó los labios y negó con la cabeza.Era tan temprano en la mañana que ni siquiera el sol había salido. Ambos estábamos en la cama y, tras un despertar pesado, decidí ponerle fin a todos los secretos que nos separaron hasta ahora.—No, olvídalo… lo entiendo, lo entiendo a la perfección —murmuró y enmarcó mi rostro entre sus manos.Sus orbes me dieron un vistazo suave y preocupado, más que nada porque yo respiraba con dolor, y las lágrimas bajaban sin control por mis mejillas.—Yo… solo tenía miedo. He tenido miedo hasta ahora y… lo siento. No podía decírselo a nadie. Solo no salía.El rubio apretó los labio