Punto de vista de BlakeRyan era un hombre extraño, complicado y curioso.Pasé la última semana pensando en dejarlo ir, en que eso era lo justo, en que no se merecía seguir sufriendo y padeciendo por mi culpa… Él necesitaba un cierre, eso era lo que creía, que quizás nunca podría olvidar esto y… que tal vez lo justo era solo dejarlo ir y que hiciera lo que quisiera.Pero Ryan Daft era un hombre independiente de treinta y tres años que podía tomar sus propias decisiones, y decidió no hacerme caso.Para ser sincero, no tenía ni la más mínima idea de cómo debía sentirme. Mientras caminábamos a la habitación principal de esta gran casa, mi cabeza se hallaba llena de preguntas y cuestionamientos, de dudas y muchas emociones encontradas.Él abrió la puerta y pasamos, cerró y solo me guio hasta la cama. Sabía bien lo que deseaba hacer, y por supuesto no me opondría a eso, pero… ¿de verdad estaba de ánimos?La conmoción daba vueltas en mi cabeza todavía cuando me senté sobre el suave colchón
Punto de vista de BlakeLas yemas de sus dedos bordearon mis costados, y un ligero escalofrío me hizo removerme por un segundo.—Hmm… ¿estás especialmente sensible? Eso es nuevo —murmuró y me miró con una sonrisilla traviesa.Pero en el fondo seguía ese afecto incondicional que recordaba y amaba, que ansiaba… Nadie jamás me había mirado así antes: ni mis padres, ninguna de las chicas con las que salí, ni siquiera Amanda…Mi corazón fue de Ryan desde el primer momento en el que supe la verdad, en el que tuve claros mis sentimientos.Mas tuve que callarlo.Yo era Blake Maier, a fin de cuentas… El hijo de Ewan Maier no podía ser gay, no si quería vivir una vida más o menos normal.Aunque mi vida jamás fue normal.Los besos de Ryan bajaron por mi cuello con una sutileza sin par, y pude ver el deseo palpitar en sus orbes cuando se despegó.—¿De verdad te sientes bien para seguir? Pareces disperso —murmuró, para apoyar de nuevo su peso en mis caderas.Solté un ligero respingo.—Lo estoy —af
Punto de vista de RyanEste hombre era todo lo que había deseado en mi vida y mucho más.Después de correrme dentro de él, pensé que querría descansar por un momento, pero no… Blake me deseaba tanto como yo a él, y no tardó en demostrármelo.Justo después de decir aquellas palabras, se sentó en la cama y ladeó la cabeza, estudiándome con detenimiento.Entonces, estiró la mano hasta rozar mi mejilla y suspiró, mirando de arriba abajo, y luego a mis labios, esos que besó apenas con una suavidad incomparable.—Extrañaba tus labios —musitó por lo bajito y enmarcó mi mentón con sus dos manos.Me acomodé de rodillas en silencio, en tanto se acercó. Su lengua dibujó mi labio inferior despacio, y luego se metió furtiva en mi boca, instándome a abrirla.Dios… Blake siempre había dado los mejores besos.Se encajó más hacia mí y nos fundimos en un baile lujurioso y nada comedido, donde nuestras lenguas se estudiaron de pies a cabeza y de regreso, donde no hizo falta ni el decoro ni la educación,
Punto de vista de GilMi hermanito era el pu.to amo… Así me sentía ahora.Después de que se fueron de la iglesia… ardió Troya, eso era lo más cercano a lo que podía asociarlo todo.Mi padre se soltó y quiso perseguir a Blake y a Ryan, pero el señor Daft y yo lo impedimos; sin embargo, los Harrison eran otro cuento.Todo fue un desastre y… bueno, terminé con un golpe en la cara por culpa de Jared, aunque dejaré esa historia para después.Ahora la cosa estaba fea.Me encontraba encerrado en la casa de un Blake que esa misma mañana me había dejado una copia de todas sus llaves por alguna razón, pues hasta ahora tenía solo la de la entrada.Claro, ya lo entendía todo.Papá insistió en venir aquí más temprano, pero no lo dejé.Encendí la televisión y resoplé, pues la noticia se hizo eco en todos los programas de chismes y, para rematar, a esta hora de la noche, no dudaban en reproducir el video se.xual que Jared Harrison liberó.Blake y Ryan se encontraban en boca de todos.No entendía qué
Punto de vista de GilMi hermanito era el pu.to amo… Así me sentía ahora.Después de que se fueron de la iglesia… ardió Troya, eso era lo más cercano a lo que podía asociarlo todo.Mi padre se soltó y quiso perseguir a Blake y a Ryan, pero el señor Daft y yo lo impedimos; sin embargo, los Harrison eran otro cuento.Todo fue un desastre y… bueno, terminé con un golpe en la cara por culpa de Jared, aunque dejaré esa historia para después.Ahora la cosa estaba fea.Me encontraba encerrado en la casa de un Blake que esa misma mañana me había dejado una copia de todas sus llaves por alguna razón, pues hasta ahora tenía solo la de la entrada.Claro, ya lo entendía todo.Papá insistió en venir aquí más temprano, pero no lo dejé.Encendí la televisión y resoplé, pues la noticia se hizo eco en todos los programas de chismes y, para rematar, a esta hora de la noche, no dudaban en reproducir el video se.xual que Jared Harrison liberó.Blake y Ryan se encontraban en boca de todos.No entendía qué
Punto de vista de BlakeSoltar, hablar… decir lo que debía decirse fue… horrible.Probablemente uno de los momentos más terribles hasta ahora, y solo fui capaz de comprender la magnitud de lo que sabía cuando vi a Ryan palidecer, sudar frío y hasta titubear.—Tú… ¿cómo has podido cargar con eso a tus espaldas hasta ahora, Blake? ¿Por qué te lo guardaste para ti? ¿Por qué…? —Ryan apretó los labios y negó con la cabeza.Era tan temprano en la mañana que ni siquiera el sol había salido. Ambos estábamos en la cama y, tras un despertar pesado, decidí ponerle fin a todos los secretos que nos separaron hasta ahora.—No, olvídalo… lo entiendo, lo entiendo a la perfección —murmuró y enmarcó mi rostro entre sus manos.Sus orbes me dieron un vistazo suave y preocupado, más que nada porque yo respiraba con dolor, y las lágrimas bajaban sin control por mis mejillas.—Yo… solo tenía miedo. He tenido miedo hasta ahora y… lo siento. No podía decírselo a nadie. Solo no salía.El rubio apretó los labio
Punto de vista de BlakeDespués de un par de días de sopesar opciones, aclarar puntos y relajarnos, era el momento de volver a la temible y dolorosa realidad.Para ser sincero, todavía tenía miedo, y quizás eso duraría por mucho tiempo más, pero debía ser fuerte y, por sobre todas las cosas… no estaba solo.Cerca de las diez de la mañana de ese lunes, aparqué mi camioneta en la cochera de mi casa y, sin más, entramos por la puerta lateral.Apenas poner un pie en la sala, no me sorprendió ver a Gilbert ahí; sin embargo, había alguien más a quien no esperaba, y mucho menos en las condiciones en las que se encontraba.Fruncí el cejo sin apenas dar saludo a nadie al verla levantarse, y espeté:—¿Qué te pasó en la cara, mamá?Di un par de largos pasos al frente, y Colin salió corriendo hacia ella.—¡Abelaaaa, holaaa!Mamá se levantó del sofá, y me di cuenta de que, a pesar de que alargó a abrazar y acurrucar a su nieto, parecía dolida, así como de que Gilbert, en un sillón al lado, se nota
Punto de vista de Gil¿Qué?¿Qué Blake qué?El frío se me metió en el cuerpo, pues este reaccionó antes de que mi cerebro pudiese procesar sus palabras, y me quedé boquiabierto sin poder evitarlo.¿Mi hermano renunciaba a ser el CEO de la empresa?¿En qué momento esto se convirtió en una opción?Y es que, tal cual yo, mamá, Killian, e incluso mi padre, estaban de piedra. Todos menos Ryan porque, como era evidente, él sí tenía conocimiento sobre esto.—¿Qué? ¿Cómo que renuncias a ser el CEO de esta empresa? ¿Te volviste loco? ¡Tienes que tomar las riendas y arreglar este desastre!Justo entonces, me di cuenta de que nos convertíamos en los espectadores de una especie de última batalla, y entendí que fuimos traídos aquí como un seguro, pero también como una certeza.Blake parecía un zorro viejo, a pesar de ser menor que yo.—Lo siento, señor Maier, pero, a partir de hoy renuncio a mi lugar en la empresa y a mis privilegios. Si me lo permite, recogeré mis cosas y me marcharé. Mi abogado