CAPÍTULO 97

Llegué al jardín, Agustín me esperaba con un traje elegante. A su lado tenía una mesa con un par de platos, un par de velas en el centro, una botella de vino y un par de copas.

Puse mi mejor sonrisa y caminé hacia la mesa. —Veo que te esforzaste —mencioné. Agustín sacó una de las sillas y señaló para que me sentara.

—Me esfuerzo cuando algo es importante —mencionó, sentándose frente a mi.

—Todo te quedó… Bien.

—¿Bien? Merezco más crédito por mi esfuerzo.

—Está hermoso todo.

—Eso está mejor. —Agustín tomó la botella de vino y sirvió las dos copas. Me extendió una y la tomé.

—Y cuéntame un poco de tu vida. —inicié.

—No hay mucho que contar, mi vida no es tan emocionante como la tuya.

—Una cena no es cena si no conocemos el pasado del otro.

En verdad no me interesaba su vida pero trataba de poner interés. Mientras relataba de su vida servía los platos de comida.

—¿Cómo es que se conocieron con Damián? —pregunté.

—Fue en la universidad, a pesar de lo mal que la había pasado en la prep
Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP