El cerebro de Jhon si lo hubiesen podido ver parecía que iba a hacer explosión. Sus ojos se abrieron al límite. Se había quedado mudo por unos momentos hasta que...— ¿Qué carajos estás diciendo Oliver? ¡Tú padre y yo te hemos cuidado y protegido de todo y de todos y tú me sales ahora con que eres pasivo! ¡¿Acaso piensas ser la puta de esos dos CEOS que están detrás de ti?!— Cariño, no seas tan duro con nuestro hijo. El no es culpable de ser así... Tal vez... tal vez es mi culpa... — Nami estaba tratando de tranquilizar a su esposo. Emill y Degél estaban por ahí en un rincón tratando de no ser vistos. La regañada que estaba recibiendo Oliver era épica y bastante dura.— ¡Lo siento papá, siento no ser un Alfa como tú! Soy así, me atraen los chicos, no sé si esos dos hombres solo me quieran usar o si realmente sienten algo real por mí. Pero es algo que debo averiguar por mi mismo.— Es que... No lo puedo creer. ¿Qué hice para merecer esto? !No lo acepto, no lo acepto carajo! ¡Eres mi
Cuando el joven CEO Alcántara mencionó al padre del bebé como un hijo de puta que se burló de su hermana y la embarazó, Egon sintió la pedrada directa hacia él Pero cuando le dijo que lo había buscado para decirle y lo encontró rogándole amor a la mujer que amaba. Supo que sin lugar a dudas se trataba de... él. — Yo... ¿Entonces no saben el nombre del padre de tu sobrino? — No. Cecilia no quiso decirlo. Considera que no vale la pena. Seguro que es un don Juan que se dice estar enamorado de una mujer mientras que le roba la pureza a una buena chica como lo es ella. Entiendo que no lo quiera hacer parte de la vida del bebé. Un hombre así sin valores y sin integridad no debe criar a uno de los nuestros. Mi padre y yo seremos sus guías a seguir. Es lo mejor, ¿No lo crees así? — ¿Qué...? Bueno... Quizás no todo sea como parece. Quizás efectivamente ese hombre amó profundamente a otra mujer pero... Tal vez al conocer a Cecilia y haberle robado su pureza las cosas cambiaron para
La invitación aunque sorpresiva le caía como anillo al dedo a Egon. El sonrió y dijo: Será todo un placer quedarme a beber el té con ustedes. Andye, quisiera lavarme las manos, puedes indicarme un lavamanos por favor. — Claro. Vamos, acompáñame por aquí. Qué bueno que conociste a mi padre. Cómo te contó él perdió a sus padres cuando era un niño pequeño en un accidente. Justo recién fue su aniversario luctuoso. Es por eso que está nostálgico. — Es una pena. Ningún niño debería crecer sin sus padres. Sin su cariño y su guía se vuelve mucho más difícil. — Egon reforzó en ese mismo instante que lucharía por llegar a su hijo costara lo que costara. Después de corregir la cláusula ya estaban los CEOS sentados en la cómoda sala cuando la señora de la casa apareció con su hija Andrea. — Hola papá, vine a tomar el té con ustedes, Andye, cada día estás más apuesto hermano. — Andrea, te presento a nuestro nuevo socio el CEO Egon Drimitry. Desde hoy nuestras compañías son como her
El CEO ruso salió con la bella Cecilia. Ella seguía sonriendo, parecía un hermoso demonio. Pero eso al hombre no le importaba mucho si podía sacarla de la mansión para hablar con ella. — Sube. Como el caballero que era, le abrió la puerta y puso su cinturón. Después dió la vuelta y subió él. Arrancó el coche sin tener idea a dónde rayos ir. Cecilia checaba su teléfono, por un momento lo dejo de lado y pidió al ruso ir a un café. — Maneja hasta la cuatro y quince. Hay un discreto café ahí en donde podremos hablar tranquilamente. — Indicó la jóven. — Cecilia yo... — Shhhss... Aquí no. — !No me shites mujercita! Solo quiero tocar el tema. — No voy a hablar aquí en el coche. Solo... espera un poco. El discreto y acogedor café los recibió. Tenía un luz tenue y cómodos sillones de piel. La mesera de inmediato los atendió. — Buenas tardes. ¿Gustan que les tome la órden? — Si, yo quiero un capuchino, ¿Qué quieres tú, Egon? — Yo... un late por favor. — Enseguida.
Cecilia estaba boquiabierta, nunca se imagino que el CEO ruso peleara con tales garras para estar al lado del bebé. Eso no lo tenía contemplado en lo absoluto, ¿Y ahora como le diría a sus padres de quién se trataba el padre del niño? — Me estás poniendo en muchos aprietos, Egon, ¿cómo les voy a decir a mis padres que el hombre que está enamorado de otra mujer y es el papá del bebé eres tú? ¡No quiero hacerlo! — No tienes que hacerlo tú. Yo puedo hacerlo sin ningún problema. Lo importante es que no sea un secreto y que sepan que no tengo intenciones de dejar a mi hijo desamparado. — No va a estar desamparado, papá y Andye se ofrecieron a ayudarme a criarlo. ¡Podríamos esperar a que nazca y les damos la noticia en el bautizo! — Que graciosa señorita Alcántara, ese bebé es mi sangre y quiero poder estar cerca desde el comienzo del embarazo. — Pero que insistente eres. No te vas a rendir, ¿Cierto? Ahhh... ¿Puedes darme aunque sea unos días? Necesito prepararlos. Va a ser una
Los concejos de los peligrosos mafiosos a su mano derecha lo dejaron pensado. Era hora de tomar cartas en el asunto. En la oficina del CEO Black. Estando a tope de trabajo y concentrado apenas en revisar unos importantes contratos para pasarlos a firma del presidente. Axel recibió una llamada más el número era desconocido. — ¿Diga? ¿Con quién quieres hablar? — Exactamente contigo Black. Soy Archivald Valencia. — Ah, eres tú. ¿Qué es lo que quieres, Valencia? Me llamaste para que tenga compasión por ti y renuncie a Oliver? — No temo por ti Black. Soy un hombre muy seguro de si mismo. No tengo problema con que pretendas a mi Omega. Al final de cuentas él se va a dar cuenta de que yo tengo más experiencia que tú, Yo lo sabré guiar en su primera relación con un Alfa. Lo haré mío y lo llevaré a la locura. — Piensas muy bien sobre ti mismo Valencia. Puede que me lleves ventaja en el mundo de los Alfas, pero... Sé muy bien lo que mi toque provoca en Oliver. El me desea, su coraz
Los días pasaban y el CEO ruso seguía inventando pretextos para entrar a la mansión Alcántara. De pronto ya lo invitaban a comer, a tomar el té, o a cenar. — Sé que estás muy ocupado, Egon, me alegra que te dieras tiempo de venir a cenar con mi familia. — Andye decía mientras le daba un sorbo al vino de mesa que degustaba. — Si. ya papá le debería de pedir que aporte para los gastos de la casa. Últimamente lo veo más a él que a ti Andye. — El mayor de los hermanos, Andrés Alcántara y sobre todo Egon, se quedaron sorprendidos por el comentario. Al ruso se le subieron los colores al rostro de la pena. — ¿Pero que son esos modales, niña? El joven ruso es nuestro invitado más estimado. Es un excelente socio y buen hombre. Por favor disculpa a mi hija, ella está de muy mal humor últimamente, el embarazo la tiene así. — El padre de familia reprendía a su malhumorada hija. — Señor Alcántara. Yo puedo pasarle un cheque por las molestias que doy en su casa. No tengo problema por e
Cassandra seguía anonadada clavada en el piso. Egon la observaba bastante preocupado. La verdad estaba descubierta, lo iban a echar de la mansión y quizás no lo dejarían volver a pisar la hermosa villa. — Señora Cassandra, yo... Diablos, no sé cómo comenzar a explicar. ¡Efectivamente soy el padre del bebé de Cecilia, y aunque no hice las cosas correctamente quiero que sepa que voy a hacerme cargo del bebé, de la situación, no voy a dejar sola a Cecy! Es solo que ella no ha querido decir quién soy realmente. El ruso se movía de un lado a otro. Por lo general nunca se ponía tan nervioso pero había sido atrapado por la abuela de su bebé, sentía que un paso en falso podría hacer que fuera repudiado por todos los Alcántara. — Cálmate... Yo...¡No lo puedo creer, tú eres el padre de mi nieto, eso es... Fabuloso, eres un buen hombre, trabajador, responsable y ya lo dijiste, quieres hacerte cargo del niño y ser un padre presente para él! Temía tanto que el padre de mi nieto no lo quis