Esa noche los CEOS, habían tenido una noche muy especial donde se habían entregado al amor por sus esposas y las habían hecho suyas, se habían quedado profundamente dormidos con ellas a sus lados hasta que... — Bua... bua... Los mellizos habían despertado llorando, tenían hambre y seguro que estaban mojados, Adriana, estaba profundamente dormida, el CEO, despertó al escuchar a sus gemelos, echó un vistazo a su mujer y vió que ella no se movía — Mujercita, ¿Cómo pretendes que yo solo atienda a los bebés? si cargo a un mellizo el otro no me va a esperar, no tienen nada de paciencia, ahhh.... — El hombre se apresuró a ir a la habitación de sus retoños, ellos ya estaban llorando a gritos — Ya va, ya va, ahorita les hago su biberón, está vez van a tener que ser más pacientes, mamá está dormida ella está... un poco cansada por qué estuvimos hablando mucho por la noche, pero papá los va alimentar — Lo más rápido que pudo el padre preparó dos biberones, les puso una almohada para sost
Solo un gruñido se escuchó salir de la garganta del hombre, que su esposa saliera no le agradaba en lo absoluto, si que estaba siendo posesivo — Espera, ¿No me darás un beso? Adriana, retrocedió sus pasos y quiso darle un beso suave y corto, pero el hombre intensificó el beso tomándola de la cintura y acercándola a él, lo que sorprendió a la bella pelinegra Por un momento la mujer pensó que no la iba a dejar ir, más al separarse, Donovan, habló — Si pasa algo, lo que sea que sientas que estás en peligro, debes llamarme, ¿Entiendes? — De su saco saco una tarjeta azul oscuro que se veía muy elegante — Ten, en esta tarjeta te estaré depositando por mes para tus gastos personales, quiero que la uses, de lo contrario habrá un castigo para tí — ¿Un castigo? — Si, y pensaré en algo que me divierta mucho, así que... depende de ti que nada suceda, — El CEO, sacó varios billetes de cien dólares de su cartera — También lleva esto, no te quedes sin efectivo, podrías necesitar pa
A la gran mansión Black, había logrado entrar la ex novia del CEO, Sofía Bocelli, al no recibir una llamada o mensaje mostrando el arrepentimiento por haberla terminado, decidió venir a buscarlo para hablar de su relación, no podía aceptar que la terminará solo así son más, él era demasiado buen partido para perderlo — !Daniel Alejandro, dame la cara, tenemos que hablar sobre lo nuestro, no hay otra mujer que sea tan perfecta para ti que yo, soy hermosa, de buena familia...! — La mujer se quedó sin palabras al ver a la hermosa italiana con la corta bata de seda, estar tan cerca del atractivo hombre vestido de traje — ¿Qué demonios estás haciendo en mi casa? — se escuchó la fría voz del hombre preguntar — ¿Quién es está mujer? Daniel Alejandro, ¿Qué significa esto? ¡Apenas terminamos y ya te estás revolcando con una mujerzuela! ¿Qué clase de hombre eres? ¡Y tú lárgate de la casa de mi novio, prostituta ofrecida, seguro que te le metiste por los ojos, las zorras como tu son exp
Siendo un hombre tan importante, tan imponente y atractivo, pero sobre todo siendo uno de los herederos más ricos del mundo, nadie, absolutamente nadie se atrevía. no recibir a este hombre de ojos tan azules como el hielo en el océano y Candice, se había negado a bajar a hablar con él — Ahhh... Candice, Candice, te atreves a dejarme aquí — Pero Daniel Alejandro, no era de quedarse con los brazos cruzados, subió las escaleras casi de dos en dos escalones y tocó con fuerza la puerta de la habitación de la jovén Torrineli ¡Ábreme la puerta Candice, tenemos que hablar, no se pueden quedar las cosas así, ni tú salir de la mansión Black, en esa bata tan corta, atiendeme para que resolvamos esto! — Ya el CEO, estaba con una mano en la cintura y dos dedos en el tabique de su nariz — ¡No voy a abrir, márchate de mi casa, no voy a estar en medio de una pelea de enamorados, no estoy en condiciones para lidiar con esto, yo solo quiero paz, quiero vivir tranquila, no voy a regresar a la
La paciencia de los Black, nunca debía ser puesta a prueba, ellos no eran de lidiar con problemas comunes, ellos lodiaban con problemas de gran magnitud — ¡Pero... No es posible que seamos tratados de esta manera, somos socios y hasta hace poco posibles parientes, Alessandro, no puedes romper nuestras negociaciones por esto! — No lo hará papá, lo haré yo, no quiero volver a ver nunca el rostro de esta mujer en toda mi vida, estoy recién casado y se ha presentado en mi casa llamando cualquiera y zorra a mi mujer, juro que quiero matarla como niños propias manos — Es que no es posible que te hayas casado así de pronto de la noche a la mañana, ¿Me estabas engañando con esa mujer? ¡¿Cómo has podido serme infiel, Daniel Alejandro?! — Ahhh... Cómo se nota lo poco que me conoces, yo no soy ese tipo de hombre, pero cuando conocí a mi mujer y por qué la hice mi esposa es solo asunto mío, no te debo explicaciones, ni a nadie, ahora salgan de aquí, los abogados se harán cargo de hace
En la prestigiosa universidad donde Adriana, llevaba su carrera de alta costura y moda, habían salido al receso ella, su amiga Alice y su amigo Ray, fueron a la cafetería a por un aperitivo, los tres estaban hambrientos, más la bella pelinegra por qué estaba amamantando — Oye Adriana, parece que te han crecido más la bubis, eso de embarazarse tiene sus cosas buenas, se te ven hermosos los senos — Oh, están así por qué estoy dándoles pecho a mis mellizos, el problema es cuando los dos quieren leche materna y no el biberón, entonces hacen un berrinche monumental — ¿Y qué nos dices de esa cinturita? Te aseguro que nadie en el mundo creería que hace apenas dos meses acabas de ser madre, tienes un cuerpo bellísimo — Ray, que aunque no pareciera, era el chico gay del grupo, extrovertido y muy talentoso, pero físicamente parecía un hombre varonil, él era muy apuesto — Yo que tú esposo me pondría muy pilas, aquí no te van a faltar pretendientes, mira, el de esa mesa ya te echó el oj
En el piso bañada en llanto y con sangre saliendo de su nariz y su labio, Candice, intentaba ponerse de pie, pero Baltazar la tomó de los cabellos de una forma brutal, el hombre estaba dispuesto a volver a golpearla de nuevo para que aprendiera a no desobedecerlo y que le quedará claro que él era quien tenía el mando — ¡Sueltame! Eres muy valiente para ponerte con una mujer, ¿Por qué no te enfrentas a un hombre? ¡Maldito cobarde! — Voy a cerrarte esa puta boca sucia, vas a aprender que a mí no se me discute, esta vez voy a darte tan duro que vas a desear nunca haber nacido — La oscura mirada del hombre, era asesina Cuando Baltazar se puso de pie y tomó vuelo para dar una fuerte patada en el abdomen de la jovén italiana, fue en ese momento que las fuerte manos de un hombre que recién llegaba, el CEO Lucio Corleoni, le cayó a golpes, Baltazar, también se defendía, era un hombre muy violento, pero la ira y la rabia de que lo hubiese separado de la mujer que amaba le daba la fuerz
Esa sensación, de vacío, de terror a perder a una parte tan importante para tu oscuro y frío corazón, esa parte que te hace sentir, que te hace amar, nunca antes la había sentido el CEO Black — Señor Black, la señorita no dijo nada, ella quiso negarse a ir con el CEO Corleoni, pero estaba tan mal que perdió el conocimiento, ella ya ha sufrido demasiado en manos de ese terrible hombre, tiene que ayudarla, usted es su marido, pero si no quiere meterse en problemas con la mafia, deje que el CEO Lucio, se encargue de la situación, mi niña merece ser feliz — Ella lo será, será feliz pero conmigo, dame la dirección de Corleoni, ahorita mismo iré a por mi esposa, no me la voy a dejar quitar tan fácilmente, Candice... nunca debiste salir de la mansión Black, mi bella Candice, te he fallado como esposo — susurró el afligido CEO Al salir de la mansión Torrineli, Daniel Alejandro, se frotaba el rostro, estaba desesperado, tenía que llamarle a alguien de su absoluta confianza, y ese sin