Después de una hora en la que Candice, guardo algunas pertenencias importantes, un cuadro con la fotografía de sus padres, las joyas que su madre le heredó, su diario, y artículos de uso personal, se apareció con las dos grandes maletas para bajar las escaleras — Ni siquiera pienses en bajarlas tu misma, voy a subir a ayudarte — El CEO, pronto hizo lo suyo, sin problemas bajó las pesadas maletas, el elegante hombre parecía tener más fuerza de la que aparentaba — Lulú, si viene... si vuelve Baltazar, tu has como que no me has visto, no le cuentes nada de mí, de verdad espero que no me encuentre nunca y olvidarme de esta pesadilla que ha sido para mí desde que mamá murió — Por supuesto señorita, jamás le diría nada sobre usted a esa bestia, pero... ¿Qué hay del joven Lucio? el ha venido a buscarla constantemente, a todas horas, le ha dejado docenas de recados, él dice que quiere hablar con usted, que todavía tienen muchas cosas que decirse, ¿Qué quiere que le diga si vuelve a v
Los esposos Black, llegaron a. una lujosa residencia, aunque la villa Torrineli, era también elegante, enorme y muy lujosa, esta tenía el gusto de Daniel Alejandro Black, sobria, sofisticada, las puertas se abrieron y después de recorrer un camino que alrededor tenía hermosos jardines llegaron por fin a la entrada principal donde el personal ya los estaba esperando — Bienvenido a casa joven amo, estamos aquí tal como lo ordenó — El fiel mayordomo Clay Ferguson, tenía a todo el personal de pié junto a la puerta — Bien, he traído conmigo a Candice Torrineli, mi esposa, ella es la señora Black, ahora, quiero que los conozca y que ustedes sepan que los deseos de mi bella esposa son órdenes, que la hagan sentir en casa, sepan que no voy a tolerar absolutamente nada que no sea un excelente servicio, por qué no solamente los despediré, si no que los voy a desaparecer de este mundo, ella... es lo más importante para mí, ¿Quedó claro? — Se escuchó la voz gruesa y varonil del CEO, pregunt
Daniel Alejandro, bajó a buscar a su mayordomo — ¿Me buscaba señor? — Si, envía al chófer por un ungüento para las manos, que diga que es para una paciente que la canalización le dejó muy lastimado, que sea de buena calidad — Por supuesto, enseguida lo envío, ¿Algo más que se le ofrezca? — Si, que el chef prepare costillas de cordero con vegetales, mi esposa debe tener una muy buena alimentación — Como los secretos en la familia Black, básicamente no existían, Daniel Alejandro, llamó a su padre para contarle, era ya bastante grandecito y no necesitaba el permiso de nadie para elegir pareja o para casarse, pero padre e hijo eran muy unidos — Vaya, hasta que te acuerdas de tu padre, estoy precisamente revisando los contratos que tenemos con los Bocelli, Paolo, no ha dicho ni ha hecho nada, pero a mí gusta estar siempre unos cuantos pasos adelante de mis socios, no quiero llevarme sorpresas más adelante — Si, lo entiendo, yo pienso lo mismo, ahora que Candice, ya fue dad
Alessandro Black, estaba convencido de que su heredero estaba luchando con todo lo que era para conquistar el corazón de la mujer que había logrado despertar su corazón, Pero eso no quitaba que debían darle la noticia a su esposa — Daniel Alejandro, debes venir a la mansión y decirle tu mismo a tu madre lo que acabas de hacer — Papá, tú duermes con ella, puedes decirle que me he casado, no veo cual sea el problema, lo que te diga a ti, igual me lo va a decir a mí, ¿No lo crees así? — Ah no, tú actuaste de esta manera por tu cuenta, tú la enfrentas, no voy a arriesgarme a que Dariana, se moleste conmigo por no haberte educado bien y no hacer las cosas como se deben, se lo dirás tú mismo, te espero mañana con Candice, por la tarde para tomar el té El padre CEO, cortó la llamada, no iba a evitar que Dariana, le diera su merecido regaño a su audaz hijo — Señor, el chófer a vuelto, estos son los ungüentos que trajo — El mayordomo interrumpió los pensamientos de Daniel Alejand
Daniel Alejandro, era un caballero criado y educado por una gran mujer como lo era su madurez Dariana Ferreira, no quería aprovecharse de la vulnerabilidad de su esposa, pero por el infierno que sentía su sangre arder por hacerla suya Los besos no se detenían, las caricias iban subiendo cada vez más de tono, la toalla que envolvía el cuerpo desnudo de Candice, cayó al piso, Daniel Alejandro, no pudo evitar detenerse a observar su bellísimo cuerpo, ella era perfecta para él El CEO, la cargó hasta la cama y la depositó cuidadosamente mientras se desvestida, su saco, su corbata, y su fina camisa cayeron, la bella italiana lo observaba muy de cerca, Daniel Alejandro, se desabrochaba el cinto, para la jovén italiana que no tenía experiencia en el mundo del placer, estaba viviendo su momento más erótico, pudo ver desnudarse por completo a su ahora esposo — Candice, acéptame, déjame hacerte mía — El CEO, le susurró a su esposa antes de volver a besarla, ella subió sus manos a su cabell
El CEO, Lombardi, comenzó a quitarse la corbata, se sacó el costoso saco y los zapatos, iba desabrochando poco a poco su impecable camisa, el ya solo estaba en el pantalón en el que resaltaban sus bien trabajadas nalgas, Donovan tenía un cuerpo atlético Adriana, no podía dejar de ver los cuadros del abdomen que se marcaban en su marido, sus brazos en los que resaltaban las venas, era todo un espectáculo ver a ese hombre semidesnudo — Do... Donovan, ¿Por qué te desvistes aquí? ¿Dónde está tu pudor? ve al... cuarto de baño o... — Adriana, quiso subir a la cama a cubrirse con la sabana de pies a cabeza pero el CEO, no se lo iba a permitir, de dos zancadas llegó hasta ella y la abrazó a su pecho — Somos esposos, ¿No te parece que ya es demasiado el tiempo que no nos tocamos? te deseo Adriana, quiero hacerte el amor — ¿Qué...? pero... yo... no quiero tener intimidad contigo, siempre fuiste muy frío, aunque no tengo mucha experiencia, estoy segura de que las relaciones entre los
Esa noche los CEOS, habían tenido una noche muy especial donde se habían entregado al amor por sus esposas y las habían hecho suyas, se habían quedado profundamente dormidos con ellas a sus lados hasta que... — Bua... bua... Los mellizos habían despertado llorando, tenían hambre y seguro que estaban mojados, Adriana, estaba profundamente dormida, el CEO, despertó al escuchar a sus gemelos, echó un vistazo a su mujer y vió que ella no se movía — Mujercita, ¿Cómo pretendes que yo solo atienda a los bebés? si cargo a un mellizo el otro no me va a esperar, no tienen nada de paciencia, ahhh.... — El hombre se apresuró a ir a la habitación de sus retoños, ellos ya estaban llorando a gritos — Ya va, ya va, ahorita les hago su biberón, está vez van a tener que ser más pacientes, mamá está dormida ella está... un poco cansada por qué estuvimos hablando mucho por la noche, pero papá los va alimentar — Lo más rápido que pudo el padre preparó dos biberones, les puso una almohada para sost
Solo un gruñido se escuchó salir de la garganta del hombre, que su esposa saliera no le agradaba en lo absoluto, si que estaba siendo posesivo — Espera, ¿No me darás un beso? Adriana, retrocedió sus pasos y quiso darle un beso suave y corto, pero el hombre intensificó el beso tomándola de la cintura y acercándola a él, lo que sorprendió a la bella pelinegra Por un momento la mujer pensó que no la iba a dejar ir, más al separarse, Donovan, habló — Si pasa algo, lo que sea que sientas que estás en peligro, debes llamarme, ¿Entiendes? — De su saco saco una tarjeta azul oscuro que se veía muy elegante — Ten, en esta tarjeta te estaré depositando por mes para tus gastos personales, quiero que la uses, de lo contrario habrá un castigo para tí — ¿Un castigo? — Si, y pensaré en algo que me divierta mucho, así que... depende de ti que nada suceda, — El CEO, sacó varios billetes de cien dólares de su cartera — También lleva esto, no te quedes sin efectivo, podrías necesitar pa