—Dominick tenemos serios problemas —mencioné en cuánto respondí a la llamada.

—Qué pasa Dayana, estábamos esperando tu llamada desde hace mucho, creí que se te veía olvidado mi encargo.

—Te voy a resumir lo que quieres saber, le he contado a Yen todo lo que ustedes me pidieron. Para sorpresa de todos, ha decidido ayudarles y viajará hoy mismo a la ciudad para enfrentar a Osvaldo; solo que tenemos un pequeño problema o más bien un problema muy grande.

—No me asustes, que ya tengo suficiente con todo lo que está sucediendo hasta hoy.

—Todos se han enterado de lo que está sucediendo en Seattle, me hicieron un interrogatorio peor de los que hace el FBI a los ladrones cuando lo cazan.

— ¡Demonios! no me esperaba que eso sucediera, ¿Cómo te encuentras Dayana, te hicieron algún daño?

—Por fortuna, no. Logre salir libre del interrogatorio, aunque me espera algo peor cuando Yen quiera ajustarme cuentas. Saldremos a la ciudad hoy mismo, por acá todo está arreglado.

Admito que estaba nervioso, c