9

Batista caminaba sin rumbo, como casi cada noche últimamente, disertando consigo mismo entre naderías, titulares de periódicos, rostros ajenos y otros que le resultaban conocidos, mero instinto policial se dijo, escaparates luminosos brillando, ruidos de motos y coches, y los dibujos de un acerado que se afanaba en respetar una geometría casi perfecta, destrozada a ratos por las dentelladas de una vida en ciudad.

Deambulaba absorto, jugando con pensamientos que pisaban pensamien

Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Escanea el código para leer en la APP