Salvador siguió corriendo y tropezando, pero la criatura ya estaba más cerca al igual que los esclavistas así que se impulsó con sus brazos ganando unos segundos hasta que alcanzó a la criatura planta, allí la bestia se había vuelto a camuflar, pero Salvador logró verla antes que cerrará su boca por lo que siguió corriendo, al pasar por su lado golpeó el cuerpo de la bestia con una de sus manos derechas y dejo que actuará. Las lianas salieron disparadas rápidamente al objetivo más cercano por lo cual agarraron a dos jinetes y sus monturas, enredando a estos quienes se resistían más los otros dos que se salvaron siguieron la persecución, al parecer ya daban por muertos a sus compañeros. A Salvador le hubiera encantado ver como eran comidos aquellos negreros, pero no tenía tiempo para eso, ya que los jinetes ahora gritaban en su dirección y por la entonación dedujo que estaban furiosos.— ¡Que os den, no sé qué dicen, pero por las dudas que os den!- grito Salvador mirando de lado y los
— "Levántate, el gran Lepak ya se ha ido"-Fue el pensamiento que recibió, este era suave y calmante no era como el de sus acompañantes, así que se empujó hacia arriba, lo que lo posicionó para ponerse derecho notando que su peso lo ponía casi rozando el lecho, frente a si estaba una criatura como él solo que más estilizada porque su cuerpo no era grueso y tosco como el suyo sino más delgado aunque se notaba que su pecho también era ancho por sus cuatro pulmones, está criatura era de tonalidad azul con unos ojos seductores aunque Salvador prefería los ojos humanos. Lentamente, ella, si es que era un ella, se puso a la altura de Salvador resultando que era más alta o quizás estaba flotando un poco más arriba.— "Me llamo Iskel, del clan estrella rota"- se presentó la alienígena, pero Salvador seguía preguntándose si era hembra o es que la penumbra no le dejaba ver bien.— "Forastero si vas a mirar a otro te recomendaría que cierres tu pensamiento"- agregó Iskel llamando la atención de
Los de la superficie habían llegado hace cincuenta años según la cronología del planeta, según los nativos estos llegaron en unas grandes islas flotantes, pero al cuarto año de su llegada comenzaron una guerra entre ellos; de las siete islas que moraban los cielos cuatro fueron las que sobrevivieron y se separaron yendo una a cada punto cardinal del planeta. Una vez las islas cayeron al piso y se asentaron en las aguas otras, la población de las islas comenzaron a salir en pequeñas barcazas metálicas que se movían a voluntad de ellos.Los que se asentaron cerca de donde se hallaba Salvador eran los que se habían presentado como kranitas, primeramente ofrecieron grandes magias que podían hacer prodigios más allá de los que en el santuario podía hacer e incluso curar enfermedades incurables. Pero esa aparente amabilidad lentamente comenzó a desaparecer al igual que los habitantes de la ciudad, los kranitas habían hallado en la superficie unas piedras de mucho valor para ellos y habían t
Salvador despertó muy adolorido y su cabeza le palpitaba terriblemente, pero aun así se sentó, estaba en una habitación desconocida con unas piedras luminiscentes iluminando levemente el lugar, fuera del cuarto logró ver a dos guardias apostados en la entrada uno de ellos le oyó moverse y miro hacia adentro. En su mirada había una acusación, pero no dijo nada sino que salió de su puesto y se alejó a toda prisa. Salvador por su parte intentaba recordar que había sucedido, recordaba que la anciana indagaba en su mente, pero luego de eso todo estaba blanco.— Al fin despiertas extranjero, es tiempo de que se te juzgue por tus pecados- dijo una mujer mientras entraba presurosa y airada a la habitación, luego de un momento Salvador logró reconocerla como la hija de la sacerdotisa y reina en el castillo.— ¿De qué me hablas? Yo no he cometido pecado alguno, ni sé donde estoy- repuso Salvador agarrándose la cabeza.— ¡¿Qué no has cometido pecado alguno?! La gran sacerdotisa ha estado muerta
Salvador camino detrás de los guardias totalmente en silencio mientras recapacitaba en todo lo que le había sucedido hasta el momento, había conocido que la flora tenía vida propia, había una raza extranjera que estaba diezmando a la aborigen con trabajo esclavista e incluso la raza aborigen podía reproducirse en falta de las hembras.La raza aborigen disponía de la telepatía manual o así lo designó Salvador porque está no se habría a menos que se hiciera una seña corporal y se regían por un estado matriarcal-religioso donde la mujer disponía de mayor o igual poder de decisión que un hombre del mismo rango.— Hola de nuevo extranjero es un placer volver a verlo de pie- dijo Nomar interrumpiendo los pensamientos de Salvador.— Hola de nuevo, bueno no estoy aquí por gusto, la verdad estoy un tanto desorientado.- respondió Salvador y luego se detuvo pues su compañía o escolta lo hizo pues Akar había hecho contacto mental con estos y cada dos por tres este miraba a Salvador luego cerraron
Cuando la reina se acercó lo suficiente se detuvo en seco y miro a Akar con un aparente odio como si este le cayera mal, luego volvió su mirada a su presa actual, Salvador.- ¿Y bien? Estoy esperando una respuesta- dijo Katchala y por lo que noto Salvador debajo del tapado ella aferraba esté firmemente para que no se abriera y eso le extrañó un poco.- Primero que nada no eres mi gobernante, segundo tu madre fue quien me hizo aceptar que te tomé y además tú conoces mejor a la gente que yo mismo así que será una ventaja. Con respecto a por qué elegí a un entregado te responderé lo mismo que le dije a los hijos de la llama, solamente fue porque lo conozco.- dijo vagamente aunque la respuesta también lo era, ya que realmente no conocía a nadie, pero como era vago para las decisiones entonces tomó la más rápida. La soberana lo fulmino con la mirada ante esa respuesta, pero no llegó a decir nada únicamente dio media vuelta y se unió a su séquito sin antes mirar de reojo a Nomar e Iskel que
Salvador salió del domo y automáticamente sintió la falta de gravedad artificial, por suerte su cuerpo no sintió la falta de oxígeno porque inconscientemente ya estaba intercambiando el oxígeno por sus branquias. Levemente flotando miro hacia atrás y con una de sus manos derechas dio un saludo militar terrestre a los soldados, quienes quedaron perplejos porque no sabían por qué lo hizo, pero no pudieron decir nada pues Salvador ya se alejaba rápidamente hacia arriba.Mientras se acercaba a la zona donde la gravedad acuática aumentaba, Salvador estuvo pensando en las formas de poder llegar hasta la criatura sin que está lo persiguiera, pero todas las opciones daban como resultado que Lepak despertará y él huyera como alma que lleva el diablo.— "Muy bien, tengo todo en contra en esta empresa, pero si lo logró quizás hasta me convierta en un héroe... Si sobrevivo"- opinó Salvador quien ahora estaba nadando entre unas formaciones alargadas parecidas a postes; los peces de las cercanías a
La gran bestia empezó a moverse lentamente en un inicio, pero luego comenzó a tomar velocidad, Salvador lo sentía en la corriente de agua que lo tocaba e iba en aumento la cantidad. Lepak estaba ignorando a Salvador por el simple hecho que este no se había movido desde la última vez y también Salvador no podía moverse no sabía que hacer. —"Piensa Salvador, piensa"-se dijo para sus adentros, horrible error, ya que Lepak detectó las corrientes de sus pensamientos y decidió girar en tonel. Alguien diría que fue de pura suerte, pero esto ayudó a Salvador porque el peso de la escama lo empujo hacia el fondo mientras Lepak buscaba la última zona donde lo sintió. Por mientras Salvador iba en caída boca abajo y agradeció que no tuviera que hacer nada porque le dolía todo desde las costillas hasta su brazo roto. La caída era rápida, pero estaba muy cansado, demasiado ahora que lo notaba, ya que le empezaban a pesar los ojos.No tenía que pensar en nada, había conseguido la escama a un precio