Gordon la miraba como si no la reconociera y ella se sintió tan bien con aquello que se relajó aún más en el abrazo cálido y protector de ese hombre tan hermoso que de nuevo, llegaba a ella cuando más lo necesitaba.
Mathew se sintió invencible, porque el que su compañera se hallara tan cómoda y confiada bajo su abrazo, eso le calentó el alma.
La magia del momento la rompió Gordon, maldito imbécil del que iba a encargarse.
—¿Su prometida, señor Dracul? Ella lleva mi anillo.
—Por lástima claro está, no sabíamos cómo decirte que ella no te ama, esto de hoy le ha dado ya los motivos.
—Zorra…nada de dormir hasta que nos casáramos ¿verdad?
Su jefe, el hombre ecuánime y bromista, se veía furioso. Con cuidado y tras besarla en la frente de forma casta y calma, la separó de su cuerpo con un cuidado muy fuerte y
Y se mantendría siendo de esa forma porque a su mujer nadie podía siquiera hacerla sentir incómoda. Por eso llamó a Hyun, el ejecutor de los Dracul era el candidato ideal para dar caza y ejecutar al par de arpías que por años habían humillado y agredido sistemáticamente a su mujer. —Así que finalmente vas a quitarlas de en medio. —Si y Hyun…que sufran. Mientras su amigo se marchaba a cumplir su pedido pensó en su siguiente movimiento y en cómo empezaría a cubrirse las espaldas. —Como CEO de las navieras Dracul, entre muchos otros negocios, me he visto totalmente ofendido por lo que su hijo le ha dicho a mi mujer. Claro, ambos estaban saliendo mientras la veía de lejos, como caballero nunca me metí entre ambos, Mara ni siquiera me ha dado un beso. Pero cuando l
Un par de días después, Hyun entró a casa de sus víctimas para descubrir que alguien se había adelantado y ejecutado a ambas mujeres. Lo preocupante y lo supo por el olor, era que habían plantado evidencia que incriminaba a Mara. Un cuchillo que olía como ella y que no sería raro que incluso tuviera sus huellas, así que guiándose por su olfato siguió el rastro de quien solo segundos antes había llegado a matarlas. Gordon, este estaba lavándose la sangre en el baño el muy idiota. —Así que incriminar a Mara es tu plan, Gordon. Hyun le mostró sus colmillos, el cambio de color en su mirada y Gordon, este se quedó muy quieto. —Hay solo dos caminos aquí. Uno, atacas a ambas mujeres y me dejas grabarte. Luego, te entrego a la policía y vives tu vida en la cárcel. Dos, te mato y desgarro aquí mismo. —No quiero morirme. —Vamos entonces. Hyun grabó todo y luego llamó a la policía, estos se sorprendieron
Mara, así me llamo. Solo que estos días me he sentido como que no soy yo, murieron mi madrastra Ruperta y su hija, también Gordon. Salí a caminar, visitando algunas tiendas y me sorprendo al darme cuenta de que no sé que quiero hacer con mi vida, no realmente. Antes, durante toda mi vida mi hermanastra me incriminaba en cuanta cosa hacía y poco a poco mi padre empezó a inclinarse hacia ellas, a creerles lo que decían entonces, el abismo entre ambas fue creciendo y creciendo hasta un punto de no retorno y él me hizo vivir en la calle y es algo que Mathew no sabe, porque me da pena y vergüenza. Pero no por lo que mi hermanastra me hizo, quería que acabara así. Era joven, con mucho tiempo por delante como para morir así. Ella no era hija biológica de Ruperta, mi madrastra casada antes de que se casara con mi padre, se hizo muy unida a su hijastra y cuando enviudó la dejó seguir viviendo con ella. A veces parecía como
Son las ocho de la noche y mi uno de los socios de Mathew me ha citado en su despacho y aunque es tarde se que los papeles que ha de entregarme sin importantes. De haber sabido que era un cerdo abusivo que pone las manos donde no debe, no hubiese ido. Mi esperanza para resolver lo de mi jefe era que me diera los documentos de prisa.. —¿Hola? ¿Buenas…? Nadie dijo una sola palabra, nada de Hola Mara ni nada así. ¡A como sea una broma de Mathew lo castro.! . Mis palabras hacen eco en la oscura habitación mientras sigo avanzando. "¡tranquila,tranquila!"Me digo de forma reconfortante. No puedo manejar la oscuridad, desde el ataque tres años antes quedé con algo llamado ceguera nocturna, y sí, mis ataques de pánico continúan. Porque si entro en pánico, me descompongo. Avanzo y escucho una risa y trago grueso, tengo miedo. De p
Aviso importante Debido a confusiones en la primera versión de la bilogía, La Profecía y los Príncipes, las ediciones finales han puesto la historia como era desde el inicio. La profecía es el libro 1 y este el libro 2. 1 Los cuatro príncipes llegaron a establecerse en la ciudad aburridos por haber estado recluidos en su Castillo en Rumanía. Es una verdad mundialmente reconocida que la misma rutina una y otra vez puede causar exceso de estrés y en el caso de estos cuatro vampiros el estrés deriva en asesinatos por lo que decidieron cambiar de aires. Y estaban solos en el mundo porque sus padres habían muerto más de 300 años atrás y aunque ya eran hombres hechos y derechos les gusta actuar como niños porque si uno vivía eternamente pues había que hacer algo para no morir de aburrimiento. Las mujeres habían desfilado por sus vidas de la misma forma que pasa
El señor Roberts fue uno de los primeros en presentar sus respetos al señor Gabe Dracul. Siempre tuvo la intención de visitarlo, aunque, al final, siempre le aseguraba a su esposa que no lo haría; y hasta la tarde después de su visita, su mujer no se enteró de nada. La cosa se llegó a saber de la siguiente manera: observando el señor Roberts cómo su hija se colocaba un sombrero, dijo: ––Espero que al señor Gabe le guste, Amy. ––¿Cómo podemos saber qué le gusta al señor Gabe ––dijo su esposa resentida–– si todavía no hemos ido a visitarlo? ––Olvidas, mamá ––dijo Amy–– que lo veremos en las fiestas. Estoy ansiosa por conocerlo, no mucha gente se muda a estos barrios, tener vecinos nuevos es una cosa asombrosa. ––Mantén esa actitud cariño, que es un hombre joven. —Me lleva veinte años, madre. —Los hombres maduros son los mejores. ––No es mi intención casarme con alguien que podría ser mi padre ––dijo Amy con cautela–– iré
—Madre hoy vendrán a cenar los Dracul. Encárgate de todo. —¡Amy nunca me has hablado así! —Esposa, guarda silencio, Amy es ahora la dueña de todo lo nuestro. —¿De qué hablas? —He puesto todo a su nombre, así que vivimos arrimados en su casa. Harás lo que ella quiera sin discutir. —¡Esposo! —Ya hablé, y mejor sonríe que si nuestros invitados se dan cuenta te golpearé. Cuando una temblorosa señora Roberts tenía ya planeados los manjares que darían crédito de su buen hacer de ama de casa, se prepararon para cenar. Sacó su mejor vajilla y sus mejores ropas. Al ver llegar no solo a los cuatro hombres sino a uno más, se sintió desfallecer, porque ese nuevo junto con Gabe, besaron a su hija con un nivel de pasión que la hizo sonrojarse. ¿Qué había pasado con su niña? Gabe la miró durante la cena, Amy tenía una miraba calma y le gusto que su mujer estuviese feliz. —Amy nos ha dicho que es usted una cocinera magn
—pero tengo una idea mejor porque no me quiero ir de la fiesta, no de verdad, quiero que echen a todos que nadie nos ponga atención salvo mis padres que ellos sean testigos de mi alimentación. —cada vez te pones más macabra esposa mía y me encanta así lo haremos, podemos ir a la terraza y asegurarnos de que nadie más se acerque mientras los 2 testigos silenciosos tienen que aguantar lo que va a general es un gran shock. Pietro se encargó de llevar a los padres de Amy a la terraza mientras los demás si encargaban de que la gente siguiese bailando sin llegar a salir ni asomarse por una ventana, y Gabe, este llevó a la pareja de humanos de los cuales se alimentaría su esposa. —ustedes van a quedarse sin moverse y sin hablar, no serán capaces de cerrar los ojos y van a observar lo que su hija es capaz de hacer, para que recuerden muy bien que cualquier pensamiento dañino hacia ella, o cualquier gesto que le haga sentir incómodo, puede colocarlos en la misma posic