Un par de días después, mientras estaban iniciando el mes de diciembre, Gabe llegó a contarle sobre a dónde iría con Pietro.
—Pietro te llevará por el árbol de navidad una vez que lleguemos a Rumanía. Ya vimos la casa y como te ha gustado, podemos mudarnos de inmediato.
Mudarse con vampiros descubrió Amy era tan sencillo como abrir y cerrar los ojos y desaparecer de al lado y aparecer en el otro. como la casa estaba totalmente amueblada decidieron que poco a poco Irán cambiando los muebles pero de momento a Amy, le gustaba todo tal cual estaba sólo quería ir poniendo alguna decoración fotos familiares y demás cosas
todos los hermanos dracul salvo el monarca vivían en casas similares a las de ellos, y en una cosa curiosa de ver como vampiros tan temerarios podían sentarse a tomar café en la sala junto a una mesa que tenía fotos de toda la familia.
habían decidido que vivir como mortales resultaba menos aburrido y sus compañeros estaban felices que ello
Dos semanas después, Gabe llegó con varias cajas para sus hijos. Mathew abrió la primera y se puso a llorar. Había casi veinte fotos de él y Sabine junto a su mamá. Gabe había sentido el amor que transmitía Andrea a sus hijos. Conocía la historia real sobre lo sucedido, pero lo que lo asombraba era que Mathew también lo sabía y amó la entereza de su hijo. —Papi…
20 años después Mathew a diferencia de su familia que vivía en Rumanía, había decidido estudiar en la universidad en USA. Claro que extrañaba a todos, a la pequeña Irina, y a sus hermanos trillizos Rob, Alec y Jord. También extrañaba a su hermana Sabine, pero como vampiros, sabían que gozaban de una eternidad ara estar juntos y si su hermana quisiera verlo, alguno simplemente se materializaría frente a ella y la traería a su casa. Con su transformación a vampiro, al cumplir la mayoría de edad, había obtenido los dones de su tío Theo. Se podía hacer niebla, podía controlar la mente de la gente. Y fue como acabo ayudando a su compañera a superar los problemas que tenía. Aquel 31 de octubre estaba por cambiar todo en su vida. Jana estaba en el baño y mientras se lavaba la cara en el baño sentía como el sabor a sangre estaba aún en sus labios. Tenía veinte años y acababa de presenciar un suicidio, probó la sangre de la víctima y le gustó. El muerto era un
40 años después Mathew Dracul observaba desde las sombras a su nueva secretaria, quien era nada más y nada menos que su amada Jana, aunque en esta vida si nombre era Mara. Aquella vez no había podido salvarla, la había alimentado con su sangre, había bebido de la suya pero ella había resultado demasiado herida. Pero al haber hecho un intercambio de sangre, se había asegurado de que si reencarnaba daría con ella. Los últimos años habían sido muy difíciles para él, sus hermanos, sus primos todos tenían sus propias parejas, pero él seguía solo esperando a su amada y finalmente la tenía. Mara Harris miraba y miraba a su jefe. Este parecía disfrutar del escrutinio al que lo sometía, pero es que en realidad era fascinante. Y aunque le daba y le daba vueltas en su cabeza, a lo que tenía ante sus ojos, Mara no entendía cómo era posib
Gordon la miraba como si no la reconociera y ella se sintió tan bien con aquello que se relajó aún más en el abrazo cálido y protector de ese hombre tan hermoso que de nuevo, llegaba a ella cuando más lo necesitaba. Mathew se sintió invencible, porque el que su compañera se hallara tan cómoda y confiada bajo su abrazo, eso le calentó el alma. La magia del momento la rompió Gordon, maldito imbécil del que iba a encargarse. —¿Su prometida, señor Dracul? Ella lleva mi anillo. —Por lástima claro está, no sabíamos cómo decirte que ella no te ama, esto de hoy le ha dado ya los motivos. —Zorra…nada de dormir hasta que nos casáramos ¿verdad? Su jefe, el hombre ecuánime y bromista, se veía furioso. Con cuidado y tras besarla en la frente de forma casta y calma, la separó de su cuerpo con un cuidado muy fuerte y
Y se mantendría siendo de esa forma porque a su mujer nadie podía siquiera hacerla sentir incómoda. Por eso llamó a Hyun, el ejecutor de los Dracul era el candidato ideal para dar caza y ejecutar al par de arpías que por años habían humillado y agredido sistemáticamente a su mujer. —Así que finalmente vas a quitarlas de en medio. —Si y Hyun…que sufran. Mientras su amigo se marchaba a cumplir su pedido pensó en su siguiente movimiento y en cómo empezaría a cubrirse las espaldas. —Como CEO de las navieras Dracul, entre muchos otros negocios, me he visto totalmente ofendido por lo que su hijo le ha dicho a mi mujer. Claro, ambos estaban saliendo mientras la veía de lejos, como caballero nunca me metí entre ambos, Mara ni siquiera me ha dado un beso. Pero cuando l
Un par de días después, Hyun entró a casa de sus víctimas para descubrir que alguien se había adelantado y ejecutado a ambas mujeres. Lo preocupante y lo supo por el olor, era que habían plantado evidencia que incriminaba a Mara. Un cuchillo que olía como ella y que no sería raro que incluso tuviera sus huellas, así que guiándose por su olfato siguió el rastro de quien solo segundos antes había llegado a matarlas. Gordon, este estaba lavándose la sangre en el baño el muy idiota. —Así que incriminar a Mara es tu plan, Gordon. Hyun le mostró sus colmillos, el cambio de color en su mirada y Gordon, este se quedó muy quieto. —Hay solo dos caminos aquí. Uno, atacas a ambas mujeres y me dejas grabarte. Luego, te entrego a la policía y vives tu vida en la cárcel. Dos, te mato y desgarro aquí mismo. —No quiero morirme. —Vamos entonces. Hyun grabó todo y luego llamó a la policía, estos se sorprendieron
Mara, así me llamo. Solo que estos días me he sentido como que no soy yo, murieron mi madrastra Ruperta y su hija, también Gordon. Salí a caminar, visitando algunas tiendas y me sorprendo al darme cuenta de que no sé que quiero hacer con mi vida, no realmente. Antes, durante toda mi vida mi hermanastra me incriminaba en cuanta cosa hacía y poco a poco mi padre empezó a inclinarse hacia ellas, a creerles lo que decían entonces, el abismo entre ambas fue creciendo y creciendo hasta un punto de no retorno y él me hizo vivir en la calle y es algo que Mathew no sabe, porque me da pena y vergüenza. Pero no por lo que mi hermanastra me hizo, quería que acabara así. Era joven, con mucho tiempo por delante como para morir así. Ella no era hija biológica de Ruperta, mi madrastra casada antes de que se casara con mi padre, se hizo muy unida a su hijastra y cuando enviudó la dejó seguir viviendo con ella. A veces parecía como
Son las ocho de la noche y mi uno de los socios de Mathew me ha citado en su despacho y aunque es tarde se que los papeles que ha de entregarme sin importantes. De haber sabido que era un cerdo abusivo que pone las manos donde no debe, no hubiese ido. Mi esperanza para resolver lo de mi jefe era que me diera los documentos de prisa.. —¿Hola? ¿Buenas…? Nadie dijo una sola palabra, nada de Hola Mara ni nada así. ¡A como sea una broma de Mathew lo castro.! . Mis palabras hacen eco en la oscura habitación mientras sigo avanzando. "¡tranquila,tranquila!"Me digo de forma reconfortante. No puedo manejar la oscuridad, desde el ataque tres años antes quedé con algo llamado ceguera nocturna, y sí, mis ataques de pánico continúan. Porque si entro en pánico, me descompongo. Avanzo y escucho una risa y trago grueso, tengo miedo. De p