Mis amores, así culminamos los 10 capítulos, dentro de cuatro días, subo otro maratón de 10. Mañana, actualización de Cameron. Por cierto, ya quiero leer sus opiniones e hipótesis. ¡Besos!
CAPÍTULO 30 ―¿Estás loca Elisse? ― Bruno se levantó de golpe y camino hacia la ventana de su estudio. ―¡Me gusta papa! ¿No has querido verme casada desde hace tiempo? ―ella también se puso de pie y lo siguió para luego abrazarlo por detrás ―Se que Connor se enamorara de mí con el tiempo. El hombre cerro los ojos y dejo salir el aire contenido. Se encontraba en una encrucijada, él no era un hombre que usara sus ventajas a favor de él, pero ella era su hija. Su pequeña princesa, en sus veinte dos años, nunca le había negado nada. ¿Sería esta la primera vez? ―Hija, él está comprometido, tú misma la viste, esa chica es su futura esposa. Elisse se apartó para rodearlo y pararse delante de él. ―Nada está asegurado en esta vida, papa. ―torció los labios con desagrado ―Además, ella y el son como el agua y el aceite. No se mezclan, puede ser muy hermosa, pero no es una mujer a su altura. Bruno trató de razonar con su hija. ―Cariño, eres joven, hay muchos hombres que morirían por casars
CAPÍTULO 31. «Juliette, tenemos que hablar» La frase se repitió en su mente y ella supo lo que iba a decir, sin embargo, se dijo que se le adelantaría y lo sacaría de su error. Abrazo su cuerpo y se acercó a él, que ahora estaba sentado en el sofá. Al llegar frente a él, extendió su mano y acaricio los mechones dorados que caían sobre su frente. ―No debes preocuparte por lo que paso entre nosotros. Tú… tú habías bebido demasiado, y… Connor la miro y frunció el ceño. Lentamente, tomo la mano de Juliette y la retuvo en su palma. Ella de alguna manera se veía tan triste, que su propio corazón pareció sangrar. ―No estaba ebrio cuando te hice el amor, Juliette ―dijo él. ―Seguramente si… ambos bebimos demasiado durante la cena ―insistió ella ―Es por ello, que no tienes por qué sentirte responsable, tampoco debes preocuparte de que me quede embarazada, en cuanto… ―Juliette ―comenzó a decir él, conmovido hasta en sus fibras más profundas ―No estaba ebrio ―repitió ―Te hice el amor plenam
CAPÍTULO 32 El hombre de figura imponente entro en la sala de juntas y los asistentes y personal directivo se puso de pie. Connor lo siguió y después de la presentación, se dio inicio a mostrarle el plan de proyectos. Para cuando finalizo la reunión, todos los socios de la empresa estaban de acuerdo con que cooperar con Bruce McDonald’s era la mejor idea que Connor había tenido, sus caras de felicidad y sus miradas cargadas de avaricia, le comprobaron a Connor que estaba en el camino correcto, mientras ellos sumaran ceros a sus cuentas, nos les importaba quien se sentara en la silla presidencial. Únicamente dos personas no estaban del todo contentas, Margarte y su hijo. Malcom sentía su sangre hervir dentro de él, una vez más su primo le había tomado la delantera. No obstante, no le quedo más remedio que sonreír, ya que hoy también estaba el abuelo y aunque no había dicho nada durante la reunión, estaba seguro de que analizo cada una de las expresiones de los presentes. Ferguson R
CAPÍTULO 33 Por la tarde, Connor se reunió con el abuelo y expuso la situación, era el único en quien confiaría para hablar sobre algo tan importante. ―¿Y por qué no lo piensas? Connor se giró de golpe mirándolo con incredulidad. ―¿Estás de acuerdo? ―Connor, lo único que me importa es tu bienestar y el de tus hijos. Todo lo demás, deja de ser relevante para mí. Esto ya lo hablamos, tienes que tomar una esposa y si esa chica siendo la madre de tus hijos no está dispuesta… entonces será otra. El peor miedo de Connor se hizo realidad, sabía lo que vendría a continuación. Ferguson Rotchild no permitiría que su sangre estuviera por allí y tampoco que no ocupara el lugar que le corresponde en la familia. ―Abuelo… ―Tenías que hacer lo te dije, y asumo que lo hiciste. Bien, si ella no lo quiere, no la obligaremos, pero la niña se queda. Las manos de Connor se apretaron y su estómago se contrajo con miedo. No se creía capaz de separar a Juliette de Madison, pero estaba totalmente segur
CAPÍTULO 34 BLACK ROSE. Eran casi las diez cuando Connor llego al club, no estaba muy lleno de gente, pero su llegada consiguió llamar la atención de algunas chicas. Camino con decisión hasta la barra y pidió un whisky en las rocas y se lo tomo de un trago, le hizo señas al barman para qué le prepara otro. Fue así hasta que paso más de una hora, ahora estaba completamente borracho. Había pagado una botella. Mientras bebía su mente no dejaba de rebobinar lo que vio más temprano. Ella había dejado que él la tocara y para su mala suerte, que la besara. Apretó con fuerza el vaso mientras recordaba el momento. «¿Lo amas? Siendo así, ¿Por qué te entregaste a mí?» Sus ojos se volvieron vidriosos y pronto fue presa fácil para algunas féminas. Unas delicadas manos acariciaron su espalda. ―Hola ―dijo una chica en sus veinte ataviada con un mini vestido de cuero ―¿Necesitas compañía? Connor se giró y le dio una mirada indiferente. Claro que necesitaba compañía, pero su cerebro y su cor
CAPÍTULO 35 ―¿Quién eres? ―Dylan miro a Raquel sin miedo en sus ojos, con una calma y seguridad que no coincidían con su edad, lo que hizo que ella se interesara aún más. Ella dejó la botella en sobre la mesa y se acercó, se puso en cuclillas y le pregunto. ―¿Eres su hijo? El niño pasó por alto a la mujer y se dirigió hacia su padre que estaba recostado en el sofá. ―Soy su hijo, pero tú no has dicho quién eres. Sintiendo que ella era inofensiva, Dylan se sintió relajado. ―Trabajo con tu padre, está un poco borracho y ¿eres el único en casa? ―Raquel se preocupó de que así fuera, pero luego recordó que Juliette venía en camino. ―No, hay empleado. Llamaré a María para que se encargue de mi padre. ―¡No! ―exclamo Raquel demasiado rápido ―No hará falta, mi amiga vendrá a cuidar de él. ―¿Tu amiga? ¿También está enamorada de mi padre? ―Dylan pregunto no muy feliz. ―Bueno, enamorada, no lo sé. Pero seguramente te gustara, la quieres mucho. El pequeño la miro confundido y Raquel lo i
CAPÍTULO 36 Al día siguiente, Juliette dejo la sopa al lado de la cama y se sentó a su lado. ―Menos mal que Raquel estaba en el mismo club, si no, quien sabe qué hubiera pasado contigo. ¿Por qué eres tan irresponsable? Connor fingió no escuchar. Pero Juliette todavía levanto la voz y dijo. ―¿Me estás escuchando? Pudo pasarte algo, tener un accidente o… ―¿Te importa? ―Connor la miro profundamente. Juliette no aparto la mirada y, en cambio, se inclinó hacia él y acaricio su mejilla. ―Por supuesto que sí, ¿Cómo no voy a preocuparme? Esto alentó el corazón de Connor hasta el punto de hacerle olvidar el dolor de cabeza punzante. Sostuvo sus manos y pregunto en tono ansioso. ―Entonces, ¿Por qué me rechazaste? ―Yo… ―Juliette, no puedes negar que sientes lo mismo que yo. ¿Qué es lo que impide que estemos juntos? Ella lo miro un momento en silencio, reflexionando su pregunta y preguntándose si debía contarle la verdad. ―Connor… mi pasado… Él frunció las cejas no comprendiendo al
CAPÍTULO 37 «¿O te casas conmigo o pierdes a tus hijos para siempre? Tienes que decidir.» La oración se repitió en la mente de Juliette apuñalando su corazón con fuerza. ―¡No! ¿Cómo…? ¡¿Cómo puede ser tan inhumano?! Madison es… Y ahora Dylan… Ella se derrumbó y se tapó la boca conteniendo un grito. ―Yo tampoco quiero esto, pero no voy a mentirte, mi abuelo es un hombre que valora su sangre y nunca permitirá que uno de los suyos crezca por allí sin ocupar el lugar que le corresponde. Lo supo en cuanto la vio, ese día me confronto y no pude mentirle. Juliette recordó la expresión amable y demasiado cariñosa del viejo con Madison, ahora comprendía que no se trataba de amabilidad, sino que sabía que se trataba de su nieta. ―¿Y vas a permitirlo? ¿Dejarás que me separen de mi hija? ¡¿Tienes idea de cuanto va a sufrir Madison?! Connor miró sus manos y las apretó con fuerza, no había querido nada de esto. Si en ese tiempo hubiera acatado las órdenes del abuelo de casarse y formar una f