¿QUE TAL LA HISTORIA?
CAPÍTULO 24 Después de que Connor llego a casa, Dylan le pidió cenar fuera. Y aunque él trató de negarse, reconoció que hacía mucho que no tenían una salida de padre e hijo. ―Está bien, ve a prepararte. ―dijo mientras le alborotaba el cabello. El pequeño corrió escaleras arriba y bajo minutos después listo para irse. ―¿Podemos ir a comer pizza? ―Claro que sí, ¿aún te siguen gustando las del restaurante italiano? ―La pediremos de pepperoni. ―Ok, esta vez tú eliges. El restaurante era elegante, pero muy familiar, Juliette y Marcos se sentaron con la parlanchina Madison al final. Por ende, no podían ver el Audi color azul que se detuvo en la carretera. ―¿Fuiste una buena niña hoy? ―Marco pregunto mientras colocaba un trozo de pizza. ―Claro que sí, la señora Hillis dice que soy una niña muy obediente y también me puso algunas caligrafías. ―la pequeña abrió su mochila y saco una pequeña corona ―Mira mami, la señora Hillis me recompenso. ―Eso es asombroso, cielo ¿Hiciste todas tus
CAPÍTULO 25 Por la mañana el conductor llevo a Connor al aeropuerto y después de registrarse, entro a una cafetería. Levanto el café y tomo un sorbo, no parecía importarle, pero en cuanto se sentó, saco su celular y llamo a Juliette, pero la llamada no se conectó. Volvió a intentarlo y finalmente hubo respuesta. ―Hola ―respondió ella todavía somnolienta. ―¿Juliette? Al escuchar la voz de Connor ella pareció salir de su ensoñación y se irguió en el sofá. Apretó el teléfono y recordó que por su culpa había pasado la noche en la sala de espera. ―¿Ya llego? ―Tú… ¿Estás en el aeropuerto? ―¿Y dónde más? No iba a tomar un taxi de regreso, ¿o sí? ¿Tiene idea de cuanto es la tarifa? De repente, Connor se sintió mal por ella y descubrió que había sido un tonto, sus celos lo llevaron a hacer cosas estúpidas. ―Yo… ―¿Cómo está, Madison? ―¿Ella? ―Sí, dijo que había cambiado la hora de la reunión. Imagino que volvió a su casa. ―En realidad no, me quede en la oficina. Juliette resoplo.
CAPÍTULO 26 La fiesta en el yate era por la noche, así que al día siguiente Connor llevo a Juliette a una tienda exclusiva Louis Vuitton, y aunque ella se negó rotundamente a que él gastara dinero en ella, al final acepto cuando le dijo que lo descontaría de su paga. ―¿Qué te parece? ―Connor miraba algunos modelos de ropa íntima cuando se giró al escuchar a Juliette, su nuez rodó de arriba abajo. Se veía increíblemente hermosa. ―Estas… ―las palabras no lograban salir. ―¿No te gusta? ―pregunto nerviosa ―Si quieres puedo probarme otro. ―¡No! ― dijo demasiado rápido ―Estás perfecta, me gustas cómo te ves en él. Era un vestido largo de terciopelo color azul, con escote cruzado y manga larga, el color resaltaba totalmente el color rojo de su cabello. Ella lo miro con sus hermosos ojos verdes. ―Pensé que haría un poco de frío ― le sonrió con calidez ―Pero tampoco quiero avergonzarte, vistiendo inadecuada. ―Tú nunca me avergonzarías ―él dio un paso hacia ella y sostuvo sus hombros ―A
CAPÍTULO 27 Mike acercó el auto al puerto de North Green y aparco en la fila delante. Abrió la puerta y sonrió sin mirarla.Al parecer Connor le había dado instrucciones. ―Adiós, Mike ― Juliette se despidió de todos modos, sonriéndole cariñosamente y omitiendo flagrantemente la ceja alzada de su acompañante. Connor agarró su mano y la apretó. ―No coquetees con el personal ―dijo. ―Nada más estoy siendo amable ―respondió inocentemente. La llevo hasta la entrada de la rampa y Juliette leyó el nombre que decía: c'est ma passión en letra elegante. ―¿Francés? ―pregunto. ―Tengo entendido que su esposa es de allí ―dijo deteniéndose para ajustar su corbata. ―Oh, espera ―Juliette camino hacia él y arreglo el nudo ―Recuerda que estamos enamorados. Connor le dedico una pequeña sonrisa y tras ella, Juliette pudo el latir de sus sienes. «¿Está nervioso?» Volvió a tomar su mano y la apretó. ―Vamos a tomar una copa, no lo hago desde que quede embarazada de Madison. Connor rodeó su cintur
CAPÍTULO 28 En la pista, Elisse rodeo el cuello de Connor con sus brazos, tratando de pegarse deliberadamente a él. Sin embargo, Connor se sentía demasiado incómodo, pero no le quedo más remedio que aguantar, con suerte la música terminaría rápido. ―¿De verdad tuvieron una relación hace siete años? ―la chica interrumpió sus pensamientos. ―Si, ella y yo nos conocimos hace siete años, pero… fui un idiota al dejarla ir. Elisse acaricio la nuca de Connor suavemente. ―Dicen que forzar las cosas no es conveniente, si estuvieron separados por tanto tiempo, ¿no crees que es una señal? Connor sonrió burlonamente. ―No me diga que es fiel creyente del destino. ―No, pero en este caso a todas luces se nota que ella no es para ti, son como el agua y el aceite. Pueden estar juntos, no obstante nunca se mezclan. Su razonamiento lo molesto. ―¿Qué está tratando de decir? ―Por favor, trátame de tú. ―se inclinó hacia su oído y dijo ―Después de todo nos vamos a ver con mucha frecuencia. Su cerc
CAPÍTULO 29Después de colgar la llamada, Connor la dejo un momento y regreso con una botella de vino en su mano, con la otra entrelazo sus dedos con los de ella. ―¿Dónde está tu abrigo? ―pregunto ansioso. ―Se lo entregué al chico de la puerta. ―Bien. ―dijo y camino sin soltar su mano. ―¿A dónde vamos? ―Juliette lo siguió tratando de mantenerse firme en sus costosos tacones de cinco pulgadas. ―Es una sorpresa ―dijo mientras apuraba el paso. Minutos después, Connor y Juliette bajaban del gigante “c’est ma passión” como un par de colegiales escapando de clases. ―¿Has cenado alguna vez en la playa? ―La verdad, no. ―Qué bueno, porque, me gusta ser siempre tu primera vez. Juliette sonrió como una tonta y sin decir nada lo siguió, poco después se quitó las sandalias y sus pies sintieron la suavidad de la arena y la brisa fresca golpeando su cara. ―¿Cómo vamos a cenar aquí? ―pregunto mientras lo seguía. Connor caminó un poco más y finalmente se detuvo en un espacio lo suficienteme
CAPÍTULO 30 ―¿Estás loca Elisse? ― Bruno se levantó de golpe y camino hacia la ventana de su estudio. ―¡Me gusta papa! ¿No has querido verme casada desde hace tiempo? ―ella también se puso de pie y lo siguió para luego abrazarlo por detrás ―Se que Connor se enamorara de mí con el tiempo. El hombre cerro los ojos y dejo salir el aire contenido. Se encontraba en una encrucijada, él no era un hombre que usara sus ventajas a favor de él, pero ella era su hija. Su pequeña princesa, en sus veinte dos años, nunca le había negado nada. ¿Sería esta la primera vez? ―Hija, él está comprometido, tú misma la viste, esa chica es su futura esposa. Elisse se apartó para rodearlo y pararse delante de él. ―Nada está asegurado en esta vida, papa. ―torció los labios con desagrado ―Además, ella y el son como el agua y el aceite. No se mezclan, puede ser muy hermosa, pero no es una mujer a su altura. Bruno trató de razonar con su hija. ―Cariño, eres joven, hay muchos hombres que morirían por casars
CAPÍTULO 31. «Juliette, tenemos que hablar» La frase se repitió en su mente y ella supo lo que iba a decir, sin embargo, se dijo que se le adelantaría y lo sacaría de su error. Abrazo su cuerpo y se acercó a él, que ahora estaba sentado en el sofá. Al llegar frente a él, extendió su mano y acaricio los mechones dorados que caían sobre su frente. ―No debes preocuparte por lo que paso entre nosotros. Tú… tú habías bebido demasiado, y… Connor la miro y frunció el ceño. Lentamente, tomo la mano de Juliette y la retuvo en su palma. Ella de alguna manera se veía tan triste, que su propio corazón pareció sangrar. ―No estaba ebrio cuando te hice el amor, Juliette ―dijo él. ―Seguramente si… ambos bebimos demasiado durante la cena ―insistió ella ―Es por ello, que no tienes por qué sentirte responsable, tampoco debes preocuparte de que me quede embarazada, en cuanto… ―Juliette ―comenzó a decir él, conmovido hasta en sus fibras más profundas ―No estaba ebrio ―repitió ―Te hice el amor plenam