Al llegar al hospital, fui directo a mi despacho, grata sorpresa la mía al entrar y ser recibida por mi padre, — Pero ¿cuándo llegaste? — le pregunté sorprendida, ya que no tenía idea de que él vendría, — Hace una hora, hija mía— me contestó con alegría. Caminé hacia él y lo abrasé con ganas, en este momento era lo que más necesitaba, — ¿Qué ocurrió? — preguntó preocupado al notar mi inquietud, Steven también entraba en mi despacho en ese momento, — Hola William, que grato verte aquí— se acerca a él dándole un apretón de manos, — Bueno, los dejo solos, así pueden hablar tranquilos, si me necesitas mi sol; estaré en el auto— al terminar sus palabras, se retiró y volvimos a quedarnos solos. Luego de pedirle a mi padre que tomara asiento, suspiré pesadamente y me senté junto a él para contarle lo que había ocurrido en la mañana. (En el estacionamiento) Prendí un cigarro y luego de darle unas cuantas pitadas; no pude resistirme más, camine hacia el auto y golpee el vi
Hace unas semanas hablé con Renata y Dilan por su bebé, quería saber si ya habían preparado el baby shower, pero ambos admitieron que ni lo habían pensado, entonces decidí ofrecerme para prepararles algo lindo en mi apartamento. Ambos aceptaron y decidimos que cuando ellos supieran el género del bebé, me avisarían para que lo organice y ella se encargaría de comprar dos bombas de humo del color que revelaría la sorpresa, ya que decidió que Dilan también se enteraría en la fiesta y no con ella, así había más emoción. Hace dos días me llamó para avisarme que ya sabía la sorpresa, así que me apresuré a confirmar todos los preparativos que tenía pendientes y aquí me ves armando mi sala con globos, telas que parecen caer del cielo, mesas con ajuares y demás. La mesa principal para las fotos y la torta, donde se llevaría a cabo la gran sorpresa seria en la terraza, Lupe, William y Steven estuvieron ayudándome desde temprano, pero todo va quedando precioso. Lupe se encargó de hacer unas b
El baby shower terminó sin problemas por suerte, aunque hubo algunos momentos de tensión, todos supieron comportarse. Luego de que todos se fueran, los chicos quedaron en pasar al día siguiente para llevar todos los regalos. Esta mañana me levanté temprano, me puse a organizar un poco, ya que anoche no había arreglado nada, cuando escuché mi teléfono sonar, camine hacia el mismo; tomándolo de la mesa y mire de quién se trataba; era mi abogado, así que atendí su llamada. Luego de estar al teléfono por más de veinte minutos, mi día calmado se había tornado estresante, mi única testigo aún no aparecía y solo teníamos quince días para armar el caso y defenderlo en tribunales. En ese momento alguien llamó a la puerta, así que asumí que se trataba de los chicos y fui hasta la entrada abriéndola sin preocupación, molesta sorpresa la mía al ver cara a cara a José, — No deberías estar aquí— aclaré sin más, — Buenos días; Fernanda, vengo en son de paz— ja como si yo me creyera ese cuent
Por suerte, aunque todos estábamos exhaustos, pudimos atender a todos los involucrados en el accidente. Solo diez niños necesitaron quedarse internados por sus heridas, el resto podía irse a casa al final del día; si no surgía alguna complicación y los estudios eran correctos. Para mi pesar con los adultos las cosas eran diferentes, el conductor del camión; estaba siendo atendido bajo la mirada de policías por ser responsable del choque, el conductor del autobús murió lastimosamente a minutos de llegar a emergencias, sus heridas fueron fatales por su avanzada edad. La guardia solo tuvo algunos cortes y machucones, ella pudo irse luego de hablar con la policía. Los dos maestros, uno estaba en la sala de operaciones para ver si su pierna tenía salvación, Renata estaba a cargo de su operación, ya llevaba cinco horas en el quirófano. Y la otra maestra se había quebrado un brazo y estaba sedada, ya que había tenido un colapso nervioso. Ya era bastante tarde cuando terminé de hablar co
Cuando Rebecca fue llamada para declarar, fue la gota que rebaso el vaso, escucharla en el papel melodramático de madre dolida, con esas lágrimas de cocodrilo, profesando un amor por mí que jamás existió, solo me daban ganas de vomitar. Juró y perjuró que jamás haría algo para lastimarme. “Ella es mi única hija biológica, aunque hemos tenido nuestros malos días, siempre me preocupe por ella, creerla muerta fue devastador para mí, tomar la decisión de desconectarla fue lo más difícil que he hecho”. Luego de sus declaraciones, el juez decidió un receso de tres horas para leer los expedientes. Yo me dirigí afuera para tomar un poco de aire, me sentía asfixiada dentro de esa sala, — Fernanda, cuando terminé el receso; llegara tu hora de dar tu declaración y responder las preguntas. Es muy importante que mantengas la calma y no te sobre exaltes ante nada, debes ser clara o concisa en tus respuestas — mi abogado, me explicaba como veía la situación hasta ahora, lo que yo diga era de su
Estaba tan agotada por todo lo ocurrido, el enfrentamiento con Rebecca; la injusticia de la policía, la estúpida pelea con Luisa, Matt y Steven. Todo me tenía harta, así que me escapé de los ojos de todos y me fui por ahí sola. Luego de dar varias vueltas sin ir a ningún lugar, terminé entrando a un bar en no sé dónde, la música sonaba fuerte, y yo solo caminé hasta la barra sentándome en una de las butacas, — ¿Qué te sirvo? — un cantinero muy agradable se dirigía a mí, — Lo más fuerte que tengas— respondí apoyando mi cabeza en mis manos, — A la orden, una bebida especial de la casa, para ahogar todos los males. En unos minutos lo tenía frente a mí, lo probé de una sin pensarlo y en efecto era fuerte, un sabor como describirlo, primero dulce; luego picoso, para terminar en una pausa ardiente al pasar por tu garganta, — Otro por favor— le dije, mientras comenzaba a buscar mi celular que sonaba en el interior de mi cartera, al mirar quién era termine apagándolo y lo volví a
Jesua se alejó dándome paso para que entre, pero; como notó que mis piernas eran un poco torpes, me ayudó a llegar y sentarme en el sillón. Cuando se puso a hablar por teléfono, supe que hablaba con Luca por su tono de vos. —hola corazón, ¿qué pasa? — Flaquito está Fer en casa— le dijo con calma, — ¿Y eso?, ¿ella está bien? — No, esta ebria, bue muy ebria— le comentó observándome de reojo, — Bueno, no dejes que se vaya de casa así, yo en tres horas voy para ahí. — Bueno, flaquito te amo— se despidió con ternura, — Yo a ti corazón. —Son una ternurita— le dije una vez que cortó la llamada, — ¿Perdón? — me pregunta y yo lo observo con carita de boba, — Que son una ternurita, dan ganas de apretarle los cachetes— recalque haciendo una señal con la mano, — Ja, ja, ja, estás fatal el día de hoy, ¿no? — me responde a las risas mientras se sienta en la mesa y prende un cigarro. En ese momento el gatito se sube en mi falda, — Hola, mi sobrino lindo— le dije con ternur
Luego de tomar un café con Luca, me digno a ir a mi apartamento, entro en el ascensor con los pelos enredados, el pijama de Luca puesto y con mis cosas en mis brazos, el ascensor se detiene y choco con los ojos de mi padre que levanta una ceja al verme así. — No digas nada— le aclaro entrando en el apartamento. Steven se apresura a mi encuentro, — Hola mi sol, estaba preocupado— me dice con tristeza, — No deberías, dormí con Luca — le contesté a lo que él, se atragantó con su saliva al escucharme. Sigo mi camino entrando a mi habitación y cerrando la puerta con seguro, caigo en mi cama a puras risas al recordar mis propias palabras. Ese día me quedé dormida; el resto de la mañana. Cuando volví a despertarme, decidí tomarme un baño que me resultó bastante relajante y realmente lo necesitaba. Al salir de la habitación, encontré a mi padre tomando un té en la cocina, — Hola papá— me acerco a él dejando un beso en su mejilla, — ¿Una taza de té? — me pregunta con una son