EMMA Las palabras se quedan atoradas en mi garganta, es imposible que algo pueda hacerme mover, los ojos de Julian permanecen fijos en mí, es como si su magnetismo animal me envolviera dentro de una vorágine. Bebe su trago y sin quitarme la mirada de encima, chasquea los dedos. Uno de los tipos que me trajo, empuja a una de las chicas y esta sin titubear, se va quitando el vestido hasta quedarse desnuda, lo que me hace romper todo contacto visual sobre él. —Mi señor —ronronea la zorra y siento celos de ello—. Quisiera que después de la fiesta me tomara como una ofrenda. —Hazlo —demanda. La chica, sonriendo, se acuesta en el suelo y comienza a meterse los dedos en el coño, volteo a verlo con desaprobación, pero él no la mira a ella, sino, a mí. —Tengo que hablar contigo, es importante —espeto con firmeza. Julian se queda callado, su enfoque soy solo yo, la chica jadea pero sus ojos recorren mi cuerpo. —Siguiente —ordena. La chica de al lado hace lo mismo, el tiempo pasa y term
EMMA —¿Puedo saber qué has hablado con Julian? No he dicho ni una sola palabra desde que Andrew y yo nos subimos al auto que va directo a la casa de Julian, donde nos estábamos quedando, tengo que hacer las maletas para irnos lo más pronto posible. —¿Cómo? Volteo a verlo. —La gente habla —encoge los hombros dándole poca importancia a lo sucedido. No quiero hablar de nada, pero sé que tarde o temprano se va a enterar de que estoy embarazada, no es algo que se pueda ocultar. —Andrew —suelto un suspiro lleno de cansancio—. Hay algo que tienes que saber. Sus ojos me detallan el rostro, de prono el silencio que nos rodea me parece sofocante. —Estoy… El auto frena de golpe y si no me sostengo me voy hacia el frente golpeando a Andrew. —¿Qué pasa? —le pregunta al conductor. —Lo siento señor, estamos rodeados —le dice el hombre que va al volante. Andrew frunce el ceño, abre la boca para decir algo pero justo en ese momento abre la puerta y dos hombres armados me sacan a la fuerza
JULIAN La cabeza está a punto de estallarme, se suponía que las cosas serían fáciles, es decir, sería el Capo, estaría alejado de la perra de mi hermana, manejaría a Sicilia, tranquilo desde mi asiento, pero Emma tenía que aparecer con la noticia de que está embarazada, un hijo, estoy teniendo un hijo con ella. Quisiera estar con ella en estos momentos, pero tengo que pensar en una manera para mantenerla a salvo, no soy ciego, en cuanto mi padre la vio, la marcó, resulta ser una amenaza para él y para lo que el considera el trono de Italia, ahora, si se entera que está embarazada de mí, como Capo, la mandará matar. Ya suficiente tiene con saber que tiene un hijo con Andrew, eso no le importa porque mi hermano no está en mi situación. —Señor —me dice el conductor—. Hemos llegado. De cualquier manera, lo importante es sacarla de Italia lo más pronto posible. Bajo del auto, el solo ver la enorme construcción colonial que se me presenta, hace que la quiera incendiar. No tengo ánimos
EMMA Al ver a Dani frente a mí, y a la hermana de Andrew y Julian en el suelo, parece todo una pesadilla, él arrastra su cuerpo contra el suelo hasta situarla en un rincón, trae un arma en la mano, se asoma cuidadoso por la ventana. —Esto es malo, no conozco este sitio, solo sé que vienen por ti —murmura. —¿Por mí? —abro los ojos como platos—. ¿Quién? Dani voltea a verme. —Escucha, sé que esto puede parecer sorprendente, pero esta bruja no se ha quedado quieta al conseguir la empresa, me contactó al instante, argumentando que si te quería solo para mí, ella me ayudaría —me explica—. Me gustas, es cierto, pero no soy tan hijo de puta cuando se nota que Julian y tú… Se queda callado al instante, luego pone un dedo sobre sus labios y me indica que tome su mano, quiero negarme, pero la luz se va y a tientas, dejando que mis ojos se acostumbren a la negrura, tomo su mano. —Ellos están aquí —susurra. —¿Quiénes? —Marian Carson dijo que su padre no estaría contento, al parecer, la ma
EMMA Algunas cosas nunca van a cambiar, como el hecho de que me encuentro pérdida, en medio de una especie de bosque cubierto por la oscuridad, al principio pensé en quedarme quieta, pero luego supe que debía no hacerlo si quería encontrar a los chicos. Porque me niego a perderlos a los tres. Así que llevo algo de tiempo caminando, las piernas no me dan para más, me adentré y ahora me siento pérdida, tengo sed y hambre, el sudor baja por mi frente y creo que me detengo porque el corazón se me sale del pecho. Mis extremidades duelen a tal punto que pienso que con cada paso que doy, es una tortura interna que me resquebraja. Respiro hondo e intento ser valiente, pero llega un punto en el que no puedo hacerlo, no porque sé que tengo una vida latiendo dentro de mí. El sonido de lobos y animales del bosque hacen que el miedo se me atore en la garganta cuando veo a lo lejos un pequeño pero aún notorio halo de humo negro, es donde debió caer el helicóptero, como si la esperanza me empuja
EMMA Andrew se me viene encima, intento respirar pero el aire me sofoca y creo que voy a morir, pero no, apenas un escalofrío se lanza por mi espina dorsal, quiero pensar que todo estará bien, sin embargo, no lo está, lo siento en el alma. Varias detonaciones seguidas se escuchan, el padre de mi hijo me mantiene abajo hasta que el silencio ensordecedor se deja de escuchar, poco a poco levanto la mirada y veo a Andrew bajando el arma luego de matar al tipo del lanzacohetes. Es cuando me permito tomar una bocanada de aire larga, Andrew me ayuda a ponerme de pie y enseguida me lanzo a los brazos de Julian. Quien no es muy cariñoso pero no me importa, no cuando sé que está vivo. —Dani… —dice. —Lo sé, lo vi, fui a buscarlos —me separo y veo al padre de mi hijo—. Pero no estaban, solo él… —Tenemos que irnos —añade Andrew indiferente. Pasa de largo y entiendo su molestia, sin embargo, no puedo ocultar lo que siento por Julian. —Andando, tenemos que movernos antes de que nos encuentre
JULIAN Hay cosas en la vida que no se pueden cambiar, y una de esas es el hecho de tener un hermano gemelo que es un traidor, pero en estos momentos no pienso en las consecuencias, en cuanto siento el disparo en el pecho, algo se fractura dentro, y no es precisamente el cuerpo, porque llevo chaleco antibalas, sino, el que mi hermano, mi sangre, me hubiera disparado a morir. Él en verdad me iba a matar, pero soy rápido al sostenerme de la cuerda que ancle en una de las partes frontales del helicóptero, es por ello que no me permito dejarlos avanzar. Andrew dispara de nuevo pero esquivo cuando veo que Emma lo empuja, es cuando aprovecho para volver a entrar, saco mi arma y soy yo quien le dispara a Andrew en la pierna, el avión no tiene mucha altura de vuelo, ya que el piloto solo obedece mis ordenes. —Emma, ven —estiro mi mano en su dirección. Ella asiente con ojos llorosos mientras Andrew se queja en el suelo por su pierna herida. —Tenías razón, hermano —lo tomo del cuello y lo
EMMA ¿En qué momento me metí en tantos líos? Mientras estamos en Londres, en una de las propiedades de Julian, en la que según él, nadie nos podrá encontrar, pienso una y otra vez en cómo ha cambiado mi vida desde que conocí a Andrew. El hecho de que ahora esté sentada sintiendo como me arrebatan el alma, no cambia nada. —Entendido —cuelga Julian. Me pongo de pie cuando finaliza su llamada y creo que cada segundo que pasa, es una tortura más. —He mandado a uno de mis hombres de confianza para que se filtren en las propiedades donde supongo mi hermana, tiene a Michael —me comenta. —Tal vez si aparezco… —la voz se me quiebra, no quiero que nada malo le pase a mi bebé. Niega con la cabeza. —Esto es lo que espera, deja que maneje eso te recuerdo que ahora no solo se trata de mi padre quien está detrás de tu cuello, sino, Marian, y por supuesto mi hermano, no creo que te haga daño, pero sí opino que ahora que se ha unido a los Yakuza, hará todo por eliminarme, de ese modo tendría el