Peter —Papá, tienes que sacudir así la mano —. Mina me enseña a saludar como princesa.Me acomodo la peluca rubia que me obligó a poner y saludo tal cual me mostró.—No me gusta el color blanco en mis uñas —confieso mientras bebo del té que le hizo Dana para que jugará.Mina me da un manotazo, arrebatando la taza de mis manos y colocándola de nuevo en la pequeña mesa.—Una princesa espera a que se le diga que debe tomar su té. Además no te estés quejando, ¿quieres verte bien?, deberías saber que la belleza duele —. Mina actúa como la mala de la historia y vaya que se metió en papel.—¿Tenía que usar labial de menta?, es que detesto el sabor.Mina me asesina con la mirada y con una regla que tiene en las manos: me pega.—¿Cómo osas hablarme así?, Soy el gran varón de un gran palacio.—¿Qué tiene que seas hombre? ¿Y que tiene que ver eso, con que no me guste la menta?—¡Papi!, Estoy empezando a hartarme tienes que actuar como una princesa de las antiguas.—Pero es que así es muy aburrid
Primera vez.PeterEse día en especial me encontraba jugando a la play junto a Ross y mis hermanos. Hablaban, pero no les prestaba atención solo asentí a cada pregunta que me hacían. Me encontraba tan molesto que presionaba con fuerza los botones del control.La mirada de George estaba estática en mí. Así que trate de actuar normal ya que mi hermano podía notar que no estaba para nada bien.George sacó el tema a flote, al menos para indagar que me sucedía.—¿Que pasó con Alicia? —preguntó George mientras observaba lo rápido que era con los combos.Escuché a Ross reír, lo que provocó que mi estado de ánimo se pusiera peor de lo que ya estaba.—No creerás lo que pasó —dijo Ross mientras me empujaba.Lo mire mal y negué.—Casi cogen, pero no lo hicieron porque Peter pensó que no tenían suficiente confianza —dijo con rapidez Ariadna. Tire el control y me cruze de brazos.—Eres una puta mierda —insulte mientras la señalaba.Dana había hecho que decorarán la cafetería para nosotros, hasta
Tú vestido es mi karma.Peter Termino de peinar y secar mi cabello para luego colocarme mis piercings. Sé y estoy claro que, sí llegase a salir sin ellos mi mamá me mata. Me va a decir: Muchacho aweonao, te compraste las mierdas esas y ni las usas.Y para un regaño gratis, prefiero hacerle caso aunque aveces los dejo porque prefiero dejarlos a perderlo.Mi suéter favorito me acompaña junto a mis pantalones de la suerte y unos zapatos que me compre el otro día.Paso por mi espejo y me doy una última mirada.«Vaya sí que estoy bueno». Acerco el rostro al espejo y me doy un sonoro auto beso.—Eres un muchacho muy guapo —. Paso la yema de los dedos por el reflejo de mis labios—. Oh sí que lo estás.La rubia que me dio la vida se refleja en el espejo, se tapa la boca para no reír y delatar su posición.Me quedo estático y espero que diga o hablé, pero ella solo niega y entra a la habitación abriendo mis persianas y la ventana.—Tú perfume está bien fuerte, te va a dar alergia —dice mientr
Dana—Feo, amor de mi vida —. Peter se gira hacia el fregador y puedo notar su molestia.—No me hables.—¡Vamos!, Es para que aprenda a socializar —. Lo abrazo por la espalda y beso su cuello.Peter suspira y niega.—¿Y sí esos niños son malos con ella?—Feo... Ya tiene la edad para empezar el prime grado, tienes que dejar que vuele... Además, sí Mina va, podremos ya sabes —juego con los vellos en su cuello—. Jugar...Peter se da la vuelta, sus mejillas estan rojas, sus manos mojadas por estar lavando los platos y su sonrisa curveada.—Okey, que estemos solos es lo único bueno... no quiero que mi bebé crezca.—De alguna manera tendrá que crecer, ¿tienes algún artefacto para evitar que crezca?, ¿no?, Entoces vas a tener que relajar las alas mamá gallina.—¿Cuando empieza?—En enero, o sea el mes que viene.—Vaya... jamás imaginé que diciembre sería tan difícil —. Peter acaricia mi cabello distraído.—¿Deberíamos decirle lo de Santa?—No me gusta engañarla con eso de Santa. —¿Oye...?—
Peter—Eres un intenso Peter —dice mi hermano mientras se quita los zapatos. Pues sí, soy consciente que tal vez soy un intenso, pero no es mi culpa, es de ella, por ser todo lo que quiero. —No lo entiendes, ah pasado varias veces, quiero estar con ella hasta que me muera —digo zarandeando su cuerpo. Ross entra en la habitación y se queda tieso viendo la escena.—¿Qué pasa aquí? —dice llevando la mirada de George hacia mí. Suelto a George y me siento en la cama de mi hermano. —Necesito consejos de hombres. Ariadna que cruzaba el pasillo, entro como si alguien la estuviera llamando.—Los consejos de mujeres son mejores. ¡Oh wow! Yo soy una, así que puedo ayudarte querido hermano menor —. Ariadna se sienta junto a mí y despeina mi cabello. Ross suspira y se sienta con nosotros. —No soy bueno en eso de los consejos, pero siendo tú mi mejor amigo, puedo hacer un esfuerzo —. Ross se sostiene en mi hombro. Bufo y trato de no jalarme el cabello.—¿Qué debo hacer, sí hay una chica, a
DanaEl calor de la bañera a empañado los vidrios del baño. Las mejillas de Dafne y Mina parecen manzanas, ambas ríen y están listas para jugar un rato mientras se bañan.Dafne sabe sentarse y gatear, pero aún siendo así me parece muy pequeña y por esta razón la sostengo para que pueda jugar, pero sin tener la posibilidad de morir ahogada.Mina entra y lo primero que hace es jugar con las espumas haciendo pequeñas burbujas. —Mamá, ¿cuándo voy a empezar con la escuela? —pregunta repentinamente a la par que se moja el pelo.Meto los piecitos de la pequeña rubia, la cual se enfoca en babear y morder mi ante brazo que la sostiene con fuerza.—En una semana… creo —respondo mojando el pelito de Dafne.—No te escuchas muy segura.—Es que ya sabes, tú padre es como una mamá gallina y puede que esté la posibilidad de que se retracte —. Dafne chapotea y ríe mientras que yo con una sola mano, le pongo champú con olor a manzanilla.Mina se acerca a mí para que también le ponga champú. Gustosa lo
Peter.No estoy listo, no estoy listo.—¿Papi?, ¿Crees que es mejor presentarme o no hacerlo? —pregunta Mina mientras está siendo peinada por Dana.—Creo que es mejor presentarse —digo con duda.Dafne está en mis brazos, parece que ya se está quedando dormida y la entiendo porque parece que voy a hacer un hueco en el suelo de tanto que camino.—No olvides ser tú misma, y sí alguna cosa, ya sabes —dice Dana terminado el peinado y besando su frente.Mina está con su uniforme y la verdad es que trato de no mirarla mucho, porque me conozco y soy capaz de ponerme a llorar.Me pongo de cunclillas para quedar a su altura.—¿Estás segura de que quieres esto?, tal vez sea muy pronto-—No papá, soy fuerte, no olvides eso, además ¿quién seré si no estudio? —responde con rapidez antes de que siquiera termine de hablar.Mina besa mi mejilla y me dedica una bonita sonrisa.—Voy a estar bien, afloja las alas.Otra que me dice mamá gallina.Abrazo con algo de fuerza a Dafne y está ríe con emoción.—T
Dana.Con un golpe abrí la puerta, tenía más de quince minutos decidiendo en sí debería entrar o solo quedarme a esperar, pero por esperar la gente se ha muerto. Además que paciencia no es mi segundo nombre.Estaba pensado en patearla para hacer más dramática mi entrada, pero mandé esa idea la mierda cuando vi al sub-director por los pasillos.El salón es como cualquier otro en el que hayan puesto a solo cuatro alumnos a pasar su castigo, solo que hay uno que otro póster que recuerda las reglas de convivencia y como lo que haz hecho esta mal... una porquería de salón si me lo preguntas.Las miradas de las cuatro personas recaen en mí, pero por supuesto a mi solo me importa una de ellas.Peter levanta la mirada, me mira a través de su lentes de lectura, parece un poco desaliñado, pero concentrado.Javier, Esmeralda y Ross se me quedan viendo como diciendo: ¿Y esta loca?Están sentados en varios sitios, ni siquiera tiene una mesa fija solo tomaron una silla y se colocaron en un solo lug