Capitulo 4.

Capitulo 4: Todo un acosador

Había llegado cansado de la empresa, mi espalda y mi cabeza dolían horrible, mire la hora en mi reloj, eran casi las nueve de la noche.

Iba a prepararme algo para comer, pero recordé que prefería ir a molestar mi lunática preferida, elegí caminar hacia el restaurante

Iba entrar pero vi que la lunática estaba hablando con alguien, así que decidí saludarla, la persona con quien hablaba se fue y ella iba entrar pero yo la detuve.

– Hola Srta. Roberts – Dije mientras me ponía frente a ella.

– Tu otra vez – Rodeo los ojos – ¿Acaso no te cansas cara bonita ? – Tomo mi brazo, oye si que tiene fuerza – Si te vuelvo a ver por aquí – Se acerco a mi oído – Te arrepentirás de a ver nacido ¿entendiste neurótico? – Pregunto molesta, yo la haré enojar mas.

– Entonces, ¿no puedo venir a comer a un lugar público? – Pregunte mientras arqueaba mi ceja.

– Que idiota – Murmuro pero igual la escuche.

– Así que ¿tu futuro jefe es un idiota? – Pregunte poniéndome a su altura.

– El mas grande de todos – Aseguro – Estoy completamente segura que solo tiene media neurona – Asintió – Además es todo un acosador y también... – No la deje terminar.

– Oye, ya – Me queje – ¿ No crees que es demasiado?

Ella solo rodeo los ojos y me ignoro completamente, yo entre, esperando que la lunática me atendiera, pero esta se adelanto y mando a otro chico.

Pase mi cena viéndola como un completo idiota, escuchando su hermosa voz, adoro escucharla cantar, no se de alguna forma, adoro verla, quizá solo me este volviendo loco, o ella tenga razón y sea un completo acosador, pero quien sabe.

Espere afuera del restaurante a la lunática, si que estoy loco yo ni siquiera le caigo bien, y sigo aquí, quizá yo sea el lunático.

Me miro por un momento y no pareció disgustada – Camina retrasado – Al parecer a ella ya no le desagrada la idea de mi compañía.

Pero como siempre estaba seria, ya me había a acostumbrado a verla así, pensándolo bien ella nunca me había sonreído, que cosas y pensar que todos se ríen de mis tonterías.

– Yo siento lo de ayer – Puse la mano en mi nuca.

– Esta bien, yo soy muy tonta – Desvió su mirada.

– No, no lo eres, yo fui un idiota, no debí tocar ese tema – Rasque mi nunca.

– Solo hiciste una, mejor dicho muchas preguntas ¿Eres muy pesado lo sabias? – Ella empezó a reír, por fin, esas ultimas palabras me hicieron recordar

– Flashback–

– Eres muy pesado – Ella empezó a reír sarcásticamente – Déjame en paz.

La mire decepcionado ¿donde esta aquella chica de quien me enamore?

– Si es lo que quieres lo haré – Suspire, ella por su parte solo soltó “ haz lo que quieras” y siguió caminando, ella quiere que me aleje lo haré, me iré, la borrare de mi mente y de mi corazón...

– Fin del flashback –

Decidí no desanimarme, ya no lo haría, yo no me lamentaría por personas que no valían la pena, suspire y sonreí mirando a la lunática.

– Eres la primera que lo dice ¿sabes? – Dije sarcásticamente.

– Si, seguramente – Los dos reímos juntos.

La lunática no era tan amargada como creía, tenia una chispa que hacia que necesitara hacerla reír mas, su risa era muy linda, y me hacia olvidar aquello que me molestaba

– Estuve tres días en detención por eso – Reí.

– Eres demasiado predecible – Rodeo los ojos – Y un poco estúpido – Sonrió mirándome, mostrando sus hermosos hoyuelos. Y por primera vez la veía sonreír, y era...realmente muy hermosa.

Solté una risita – Eres muy linda ¿lo sabias? – Pregunte mirándola mientras le sonreía.

Por su parte rodeo los ojos – Llévate tus halagos a otra parte – Y volvió la chica que conocía.

– A todo esto ni siquiera me has dicho tu nombre – Me queje.

– No esperes que te lo diga neurótico.

De tanto tontear no me había dado cuenta que ya habíamos llegado al edificio.

– Ah y por favor – Me miro – No vuelvas a ir al restaurante, las personas pensaran mal – La lunática ni me dejo responder, pues entro rápidamente a su apartamento.

Esta chica si que es obstinada, pero al menos no es tan amargada como pensaba.

*

*

*

– Hola buenos días señor Miller – Grace entro a mi oficina – ¿Ya tiene listo los expedientes de los chicos que pasaron la prueba? – Pregunto acercándose a mi escritorio, yo por mi parte solo asentí y le entregue las carpetas.

– Oh y Grace la chica a la que se perdió el expediente ella también paso la prueba – Le avise – Que tengas un buen día y por favor que nadie me moleste – Le sonreí, pero esta tenia el ceño fruncido por mi comentario.

Grace salió de mi oficina murmurando quien sabe que, y tampoco me importaba, tenia que terminar de llenar unos papeles, no tengo cabeza para nada mas.

En estos momentos necesito un café...

– Buenos días, Miller – Murmuro alguien llamando mi atención, conocía esa voz.

– Creo que es de mala educación llamar a así a su jefe – Grace la fulminaba con la mirada, ella por otro lado solo rodeo los ojos por su comentario.

Sonreí de lado – Buenos días – Vi a la lunática junto a Grace quien traía una cara de pocos amigos y la lunática tampoco se quedaba atrás, por lo que veo no se cayeron bien o eso creo.

– Disculpe por el comportamiento de la señorita, SEÑOR Miller – Grace enfatizo mientras miraba a la lunática con mucho entusiasmo, noten mi sarcasmo.

Rodeo los ojos y yo quise reír – Disculpe, buenos días señor Miller – La lunática lo dijo con unas ganas, sigan notando mi sarcasmo.

El ambiente se torno pesado en un abrir y cerrar de ojos, en un momento me quejaba por mi dolor de cabeza y tener que llenas varios y miles de papeles, y ahora, pues ahora me encuentro en medio de dos chicas que se ven de una forma, mejor no especifico.

Siento que en cualquier momento explotaran y se reventaran a golpes, por lo mientras me quedo como estatua tratando de no decir ninguna tontería, pero es cierto ese es mi fuerte, decir y hacer tonterías.

Carraspeé – G-Grace podrías buscar a los demás chicos que quedaron – Cerré los ojos esperando que alguna de las dos digiera que me callara o me lanzaran algo por metido.

Pero no fue el caso Grace solo asintió y le hecho una ultima mirada a la lunática, no muy bonita por cierto, ella por otro lado espero que se diera la vuelta para torcer los ojos, si, ellas se terminaran golpeando la próxima vez que se vean.

Espero que la próxima, yo este muy tranquilo en mi apartamento, muy pero MUY lejos de ellas, si no lo mas probable es que termine herido, o peor en el hospital, ya me imagino la portada de los periódicos.

Director de empresa es internado al hospital por heridas de alta gravedad por tratar de separar a dos chicas peleando.

Chico es trasladado al hospital de alta urgencia, por ser golpeado, metiéndose en una pelea de chicas.

Joven de 22 años esta grave en el hospital, por recibir un tacón por la cabeza, al parecer se entrometido en una pelea

Y pienso en muchas mas pero, me percato que la lunática me mira divertida, seguro por las caras que hacia mientras pensaba en tantas locuras.

– Tranquilo no creo que terminaras rasguñado si tratabas de separarnos, igual no íbamos a pelear solo nuestras personalidades chocan – Se acerco a mi escritorio – Eres valiente, si yo hubiera estado en tu lugar, me lanzo por la ventana e intento volar – Sonreí por su empatía – Pero yo diría que... – Mi sonrisa fue borrada de inmediato

– No esta bien no me digas las razones por la que soy un idiota sin cerebro – La corte mientras pasaba mis manos por mi cara.

– Yo iba a decir que debías aclarar la situación, digieras por que llevarnos bien y te dieras aire de jefe, pero creo que estas en lo cierto – Asintió dándome la razón – Eres un descerebrado – Fruncí el ceño – Tus palabras no las mías – Ríe divertía.

Iba a responder pero me quede embobado viendo como reía, era mas fácil hacerla reír que antes y eso me alegraba, decidí empezar a reírme con ella.

Sin darme cuenta el dolor de cabeza que antes me molestaba había desaparecido, y la preocupación de papeles por llenar también.

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