Nos hubiese gustado escribir que Marcel Cavalier se dirigió, aquella tarde de mayo del año en curso hacia el estudio de Carmele Johnson, ubicado en el Soho, y donde invitaba, de vez en cuando, a sus amigos y amigas a escuchar jazz contemporáneo y cotillear sobre sus pasiones: la vida, el cine y la música.
Nos hubiese gustado decir también que, ya en la casa de Carmie, y bajo un espacio seguro y amoroso, Marcel le hizo saber que le haría daño si seguían viéndose porque, al ser una celebridad emergente como él era, su compromiso con las fans se haría tan fuerte que difícilmente ella estaría en capacidad de gestionar esa nueva realidad.
Nos gustaría decir que Carmele escuchó atenta el descargo del nuevo Goodboy, y aceptó, al instante, que lo mejor para ella –y para su salud mental– era hacerse a un lado y dejar que su Marcel siguiera su cami
El nacimiento de un nuevo Emperador Fecha del reportaje: sábado, 1 de junio del año en curso Por Mia Legarda, para la revista OG Es una mañana medianamente cálida en la octava avenida de Manhattan. Poco queda ya de los edificios del siglo veinte en aquella parte de la calle. El aire comprimido que se cuela en los espacios de los rascacielos produce modestos huracanes que podrían poner en apuros a las faldas de más de una transeúnte que camina en vestidos primaverales de diseñador por una de las ramblas más exclusivas de la Gran Manzana. Para evitarle más problemas a Marcel Cavalier, nos cuidaremos de transparentar el nombre y apellido del edificio en el que vive, junto a sus padres, Jared Cavalier y Rossana Regiés, desde hace, al menos, un par de meses. “Nunca nos hemos pensado como una familia ni planeamos serlo”, nos ha dicho Marcel, por teléfono, el día en el que aceptó concedernos la entrevista en el departamento que habita, “se trata de una cuestión meramente práctica, de car
Viernes, 14 de junio del año en curso. Piso 20 del edificio de la 8th. Ave. Son las nueve y treinta a.m. Rossana Regiés escribía como si no hubiera un mañana, como si la vida se le fuera en ello, capítulo tras capítulo de la segunda temporada de The Boyz in the Band, la serie. Los índices de audiencia no mienten: no obstante las críticas tibias hacia la primera temporada, la serie ha capturado la atención de un público muchísimo más amplio que el esperado, de acuerdo con los cálculos menos exigentes. Marcel Cavalier y sus compañeros del staff tienen, en gran parte, la culpa de ello. Los cuatro chicos son bastante agraciados y poseen el mismo don de gentes que hicieron de las contrapartes reales de sus personajes, las celebridades más influyentes de su tiempo. Al casting de The Boyz in the Band, la serie, se lo ha denominado, y con justa razón, como el segundo mejor casting de la Historia del Pop, y le gana, solamente, el de la banda a quienes la renovada camada de la boyband ha dado
No sería el primero y, por supuesto, tampoco sería el último. Marcel Cavalier ya nos tenía bastante acostumbrados a sus salidas de tono, cuando de hablar de más se trataba, pero este, señoras y señores, este último live sí que fue bastante insensato.¿O no?---Transcripción de un extracto del video en vivo de Instagram hecho por Marcel Regiés-Cavalier (@marcel.cavalier), con fecha sábado 15 de junio del año en curso, a las 18h00 (GMT-5)[Marcel Cavalier, con gesto de mucha seriedad, y hasta de solemnidad, acomoda su cámara hasta encontrar un ángulo favorable y simétrico. Se mira con atención de frente y de tres cuartos, y carraspea].Ehm… hola, mis estimados amigos, amigas, amigues. Espero que se encuentren bien. Yo no lo estoy, para qué voy a
#DontCryMarcel es el hashtag que dominó Twitter aquella tarde y la mañana siguiente de junio del año en curso. Rossie se dedicó a leer con atención los comentarios de las fans sobre el live en el que la naciente superestrella que era su hijo se exponía públicamente en toda su vulnerabilidad. Y pensó que, quizás, ella hubiera hecho lo mismo a su edad, y bajo las mismas circunstancias. De modo que no se enojó, sino que sintió compasión por su pequeño Marcel. Por su parte, Jared Cavalier pensó que él jamás habría tenido las agallas de realizar una acción como aquella. Fiel a los preceptos de su padre –el difunto abuelo de Marcel–, había aprendido que los hombres no lloran, salvo, por supuesto, durante el luto de alguna persona amada (un padre, una madre o un hijo). Ni siquiera la muerte de tu cónyuge merecía, para el grandpa Cavalier, una sola lágrima vertida. A El Emperador hasta le dio un poco de envidia la facilidad con la que Marcel vertía sus lágrimas en público y deseó ser él, p
Han pasado mucho menos días de los que hubiésemos querido que pasaran. La noticia de Carmele Johnson internada en el Paradigm por intento de suicidio, luego de que Marcel la dejara, desató una serie de eventos de distinta índole, que desencadenarían, inevitablemente, en el final de esta historia. Nos encontramos en la sala de reuniones del Libery Hall, The Boyz in the Band están reunidos para discutir los avances de la segunda temporada de la serie y los resultados de la primera. Rossana Regiés ha sido, por supuesto, invitada al evento. Invitada no, convocada con carácter de obligatorio. –#DontCryMarcel –Toby Dammer leía aquel no tan infame hashtag directo de su celular–. No tienen idea de lo que hizo esta frase a los índices de audiencia. –Dispararlos por completo es un understatement en su máxima regla –observó Niko Bass, en un tono triunfal de “se los dije”, totalmente desproporcionado con respecto a su participación en el hecho. En cualquier hecho–. ¿Ven que la vulnerabilidad m
Transcripción de un extracto del reportaje en vivo a las afueras de la Corte de Manhattan con fecha viernes, 28 de junio del presente año, a las 11h00 (GMT-5) Reportera: Mia Legarda Para OG Tv Division Nos encontramos reportando, a la puerta de la Corte Civil de Manhattan, durante el segundo día del juicio Fernández vs. Cavalier, en el que promete ser el pleito legal más sonado del año. La mañana de hoy el jurado ha recibido una declaración que ha dejado anonadados a más de uno dentro de la sala del juzgado: se trata del testimonio en primera persona de Adalyn Fernández-Cavalier, quien asegura haber firmado en el año 1999 y bajo coacción, un contrato postmatrimonial cuyo contenido vulneró los votos matrimoniales y la obligó, durante casi veinte años, a soportar innumerables vejaciones por parte de su todavía esposo, Jared Cavalier. Los entresijos de este acuerdo unilateral todav
Sábado, 29 de junio del año en curso ¿Quién diablos eres, Jared Cavalier? Hasta hace menos de veinticuatro horas, creía que te conocía. Con todas tus virtudes, es cierto. Pero también, y sobre todo, con todos tus defectos. De esto último he estado bastante consciente desde, al menos, los últimos ocho meses. Desde que me convertí en tu biógrafa oficial no he hecho otra cosa que averiguar, uno a uno, tus pecados veniales y mortales. Y me he dedicado a justificarlos, también, bajo cualquier pretexto estúpido, como por el hecho de que eras demasiado joven y demasiado estúpido como para reparar en las tonterías que te dedicaste a hacer durante tu primera etapa en The Boyz in the Band. Hasta ahora, había visto a todo eso como tonterías de adolescente: los amores furtivos, las amantes compartidas con Toby, las noviecitas secretas, las fans obsesivas y tus excesivas atenciones a ellas. Tus sobredosis de sexo y tus síndromes de hastío y abstine
Jared Cavalier no pudo dormir aquel viernes, como no había podido hacerlo las noches anteriores, y como tampoco podría las posteriores. Se levantó, la mañana del sábado 29 de junio con una extraña sensación en su pecho. Con la idea de que algo muy malo estaba a punto de pasar.Eran las cinco y media de la mañana, y la mitad de Manhattan todavía no despertaba. Marcel estaría dormido, seguramente. Y, en cuanto a Rossie… Rossie… se había quedado tan callada luego de la conversación que tuvieron los dos en el almuerzo.Bueno, en realidad no había sido una charla en el estricto sentido de la palabra, sino un monólogo, por parte de él. Ella se había limitado a asentir o negar con la cabeza –y en silencio, la mayor parte de las veces–, a exclamar con onomatopeyas para sorpresa, a suspirar, a sacar los ojos, a agachar su semblante, a mirar h