Después de recorrer los perímetros asesorándose que la barrera que protege el área en que está la manada está mágicamente fortalecida, Eros se paró en la dirección que ya conoce, sus patas se clavaron firmes en la tierra y miro el cielo nublado, podía oler que pronto llovería, pero eso no le impidió correr a través del bosque.★Eros, aún está demasiado claro, podría verte algún humano★, le advirtió Isaías y el lobo gruñó en respuesta.★¿Quieres verla?, yo también, humano★. Bramó el lobo sin dejar de correr, tan centrado en su propósito que no agudizó su buena audición para escuchar los pasos que a lo lejos seguían los suyos.La loba de Ross avanzaba para cumplir con el pedido de su ama, pero sentía que se estaba debilitando, porque atravesar la barrera le costó de mucha magia, tanto que un lobo común no podría pasarla sin salir quemado de ella, entonces comprendió que Kira tiene razón, Isaías tiene una protección inigualable en su territorio. La magia que le regala esa tierra es pura,
Camuflando su aroma, Isaías entró a la casa de Zoe por la parte trasera; la llevó a su habitación aprovechando que percibió que no había nadie, pues no la dejaría bajo la lluvia. Cuando la iba a dejar en la cama así toda mugrienta; empapada de lodo, Zoe lo nombró aún con los ojos cerrados.—Pervertido Sharman.—Deberías despertar para que aceptes mi rechazo, te dije que no te volvería a ver, y debo cumplir con mi palabra— le hablaba, pero Zoe seguía desmayada. Ya no le importaba que ella supiera que es un sobrenatural, porque de todos modos sea para bien o para mal, ella a pesar de ser una humana es el arma mortal que algún día los destruirá.★ ¡Humano, no te atrevas! ★, gruñó Eros en advertencia con inquietud, removiendo su pecho como si quisiera abrirlo a la mitad. No deseaba que Isaías rompa el vínculo creado con Zoe por la diosa luna, pues el lobo sabía que si eso llegaba a suceder se sentiría más desolado que ahora, y entendió que la razón por la que su humano quiere rechazarla
En cambio, Isaías, que regresó a la manada, discutía internamente con su lobo que no dejaba de reclamarle, y cuando se vistió, lo primero que hizo fue llamar a su beta, por el enlace mental, y ni siquiera pensó en la incómoda conversación que habían tenido en la mañana. Lo único que le preocupaba era este nuevo giro que la vida le estaba dando.—¡Zoe!, ¡¿ella es tu luna?! — exclamó Ronald cuando Isaías le contó. Estaba tan abrumado que aún no podía procesar todo.—¡¿Hijo estás seguro?!Dijeron al unísono Alice e Isadora, quienes habían ido a ver por qué Isaías llegó tan deprimido. Como alfa, su estado de ánimo afecta a los integrantes de la manada, pero solo de manera negativa. Puesto que él debe sentir emociones muy profundas para que todos sientan su aflicción.Ellas no podían solo asimilar que Isaías fue bendecido por la diosa que le estaba otorgando el perdón, porque eso era el inicio de una nueva era para su manada, ya que, si el alfa encuentra a su luna, todos ellos podrán encon
«¿Estaré loca?», se cuestionó Zoe al pensar detenidamente en todo lo que ocurrió el día anterior. Y aunque buscaba lógica no la encontraba, ya que según su análisis lo que recuerda de que ha vivido la hace convencerse de que tal vez solo fue una pesadilla porque extrañamente despertó en su cama y no tiene idea de cómo o cuándo regresó del bosque y se acostó.«No, no estoy loca. Algo debo haber olvidado porque la ropa enlodada que encontré tirada en mi ducha está mañana comprueba que no estuve alucinando. Estoy segurísima de que vi a ese lobo, él me atacó y me caí». Mientras tenía un diálogo interno, se miró la mano para ver la herida que se supone que tendría y la pulsera que recuerda haber visto rota también estaba intacta.—Zoe—. Un primer llamado no la sacó del ensimismamiento.Zoe…— voceó Sacha, quién estaba frente a ella, y Zoe dio un pequeño salto.—¡Sacha es muy temprano para gritar de ese modo! — le reprochó con cara de espanto.—Te llamé con suavidad, pero seguías como un zom
—¡Harold! — pronunció Zoe impactada al verlo ahí. Para ella era una casualidad divina, mientras que es todo lo contrario, la estaba siguiendo desde que salió de su casa, incluso escuchaba las risas de ella y Sacha, aunque no sabía de qué hablaban porque mantenía cierta distancia.—¡Sacha!, ¡¡oh, madre santa!!, ¡¿ahora qué hacemos?!—gritó espantada cuando vio a Sacha tirada en el suelo. Todo está ocurriendo tan rápido que no era capaz de asimilar. Cuando Harold iba a agarrar a la loba para terminar lo que empezó la loba fue ágil y salió corriendo por donde llegó a pesar de haber sido herida con una daga.—Vámonos, Zoe— él tiró de su brazo de manera autoritaria para impedir que ayudará a Sacha y ella se soltó con brusquedad.—¿A dónde? — cuestionó cuando se acercó a Sacha, quien se agarraba el brazo viendo como la sangre salía de la herida a caños.—Iremos a mi aldea, debes venir conmigo, estás en peligro, Zoe no sé de qué manera se han dado cuenta, pero este lugar no es seguro para ti
—¡Lobos miserables! —rezongó Harold, tendido aún en el suelo, agarrándose el costado derecho. Isaías le ha roto una costilla al lanzarlo tan lejos y su cuerpo tarda mucho en curar por sí solo, muy diferente a la regeneración de un lobo, por lo que debía esperar unas horas. Impotente solo pudo observar cómo Isaías se llevó a Zoe bajo sus narices. No podía enfrentarlos, y menos podía ponerse de pie. —¿Ahora que se supone que debo hacer? — se rió con amargura y esas carcajadas pasaron a ser lágrimas porque hasta este momento es que se da cuenta de que su enamoramiento por Zoe lo desvió de su propósito. Se ha quedado sin salida y no le queda más que admitir que ha perdido a Zoe y con ella la posibilidad de que los cazadores cumplan con su juramento.—Mi clan me castigará de la peor manera. » Tantos años invertido en nada, no debí enamorarme, estaba para impedir que los lobos supieran de su existencia— se lamentó arrepentido. Estaba en una encrucijada de sentimientos y se quedó observa
Isaías se estaba controlando para no arrancarle el hígado a Jay porque la simple idea de que ella le hubiera hecho daño a Zoe lo hacía ansiar despedazar cada parte de su cuerpo; sin embargo, debía tratar el ataque como algo que no fuera anclado a Zoe para no levantar sospechas. Jay dio dos pasos hacia atrás, y tragó grueso al reconocer en la mirada de Isaías ese instinto asesino que ha visto en muchos alfas.—Te-tengo un alfa— volvió a tartamudear. — Y no quiero romper mi vínculo con él— expuso temerosa, a medida que su cuerpo temblaba y Kira tuvo que apretar la mano de Ross de manera disimulada porque ella iba a objetar, pero no deben revelarse cuando la más fuerte de ellas está débil, porque sin importar qué, no saldrían vivas de esa manada, e Isaías se daría cuenta de que solo estaban siendo espías que esperaban el momento adecuado para comenzar una guerra.El ritmo cardíaco de Jay aumentó tanto que Isaías lo pudo escuchar.—¿Entonces pretendes vivir en mi territorio siéndole obed
En un salón abierto donde los líderes de distintas aldeas y donde algunos cazadores de mayor rango suelen reunirse para planear sus ataques o a tomar decisiones que les competen a todos. Tirado en el suelo frío de madera pulida, estaba Harold, arrodillado frente a su padre, quien se mostraba severo y con rostro neutro; no se le veía ninguna expresión. —Padre, di algo por favor— rogó Harold después de haberle contado todo sobre Zoe con lujos y detalles. Le estaba matando el silencio indiferente por parte de su padre, y el miedo a no saber cuál será la manera en la que tendrá que pagar por su gran fallo, le tenía el corazón latiendo exageradamente.—Cazador de bajo rango, ¿alguien de esta facción fue tu cómplice o sabía de tu falta? —preguntó su padre con tono indiferente y el título de príncipe que Harold posee sabe desde luego que ya lo ha perdido al enamorarse de la mujer que debió ver todo el tiempo como a una simple misión.La hermana de Harold, Alezna, estaba muy asustada, pero