En cambio, Isaías, que regresó a la manada, discutía internamente con su lobo que no dejaba de reclamarle, y cuando se vistió, lo primero que hizo fue llamar a su beta, por el enlace mental, y ni siquiera pensó en la incómoda conversación que habían tenido en la mañana. Lo único que le preocupaba era este nuevo giro que la vida le estaba dando.—¡Zoe!, ¡¿ella es tu luna?! — exclamó Ronald cuando Isaías le contó. Estaba tan abrumado que aún no podía procesar todo.—¡¿Hijo estás seguro?!Dijeron al unísono Alice e Isadora, quienes habían ido a ver por qué Isaías llegó tan deprimido. Como alfa, su estado de ánimo afecta a los integrantes de la manada, pero solo de manera negativa. Puesto que él debe sentir emociones muy profundas para que todos sientan su aflicción.Ellas no podían solo asimilar que Isaías fue bendecido por la diosa que le estaba otorgando el perdón, porque eso era el inicio de una nueva era para su manada, ya que, si el alfa encuentra a su luna, todos ellos podrán encon
«¿Estaré loca?», se cuestionó Zoe al pensar detenidamente en todo lo que ocurrió el día anterior. Y aunque buscaba lógica no la encontraba, ya que según su análisis lo que recuerda de que ha vivido la hace convencerse de que tal vez solo fue una pesadilla porque extrañamente despertó en su cama y no tiene idea de cómo o cuándo regresó del bosque y se acostó.«No, no estoy loca. Algo debo haber olvidado porque la ropa enlodada que encontré tirada en mi ducha está mañana comprueba que no estuve alucinando. Estoy segurísima de que vi a ese lobo, él me atacó y me caí». Mientras tenía un diálogo interno, se miró la mano para ver la herida que se supone que tendría y la pulsera que recuerda haber visto rota también estaba intacta.—Zoe—. Un primer llamado no la sacó del ensimismamiento.Zoe…— voceó Sacha, quién estaba frente a ella, y Zoe dio un pequeño salto.—¡Sacha es muy temprano para gritar de ese modo! — le reprochó con cara de espanto.—Te llamé con suavidad, pero seguías como un zom
—¡Harold! — pronunció Zoe impactada al verlo ahí. Para ella era una casualidad divina, mientras que es todo lo contrario, la estaba siguiendo desde que salió de su casa, incluso escuchaba las risas de ella y Sacha, aunque no sabía de qué hablaban porque mantenía cierta distancia.—¡Sacha!, ¡¡oh, madre santa!!, ¡¿ahora qué hacemos?!—gritó espantada cuando vio a Sacha tirada en el suelo. Todo está ocurriendo tan rápido que no era capaz de asimilar. Cuando Harold iba a agarrar a la loba para terminar lo que empezó la loba fue ágil y salió corriendo por donde llegó a pesar de haber sido herida con una daga.—Vámonos, Zoe— él tiró de su brazo de manera autoritaria para impedir que ayudará a Sacha y ella se soltó con brusquedad.—¿A dónde? — cuestionó cuando se acercó a Sacha, quien se agarraba el brazo viendo como la sangre salía de la herida a caños.—Iremos a mi aldea, debes venir conmigo, estás en peligro, Zoe no sé de qué manera se han dado cuenta, pero este lugar no es seguro para ti
—¡Lobos miserables! —rezongó Harold, tendido aún en el suelo, agarrándose el costado derecho. Isaías le ha roto una costilla al lanzarlo tan lejos y su cuerpo tarda mucho en curar por sí solo, muy diferente a la regeneración de un lobo, por lo que debía esperar unas horas. Impotente solo pudo observar cómo Isaías se llevó a Zoe bajo sus narices. No podía enfrentarlos, y menos podía ponerse de pie. —¿Ahora que se supone que debo hacer? — se rió con amargura y esas carcajadas pasaron a ser lágrimas porque hasta este momento es que se da cuenta de que su enamoramiento por Zoe lo desvió de su propósito. Se ha quedado sin salida y no le queda más que admitir que ha perdido a Zoe y con ella la posibilidad de que los cazadores cumplan con su juramento.—Mi clan me castigará de la peor manera. » Tantos años invertido en nada, no debí enamorarme, estaba para impedir que los lobos supieran de su existencia— se lamentó arrepentido. Estaba en una encrucijada de sentimientos y se quedó observa
Isaías se estaba controlando para no arrancarle el hígado a Jay porque la simple idea de que ella le hubiera hecho daño a Zoe lo hacía ansiar despedazar cada parte de su cuerpo; sin embargo, debía tratar el ataque como algo que no fuera anclado a Zoe para no levantar sospechas. Jay dio dos pasos hacia atrás, y tragó grueso al reconocer en la mirada de Isaías ese instinto asesino que ha visto en muchos alfas.—Te-tengo un alfa— volvió a tartamudear. — Y no quiero romper mi vínculo con él— expuso temerosa, a medida que su cuerpo temblaba y Kira tuvo que apretar la mano de Ross de manera disimulada porque ella iba a objetar, pero no deben revelarse cuando la más fuerte de ellas está débil, porque sin importar qué, no saldrían vivas de esa manada, e Isaías se daría cuenta de que solo estaban siendo espías que esperaban el momento adecuado para comenzar una guerra.El ritmo cardíaco de Jay aumentó tanto que Isaías lo pudo escuchar.—¿Entonces pretendes vivir en mi territorio siéndole obed
En un salón abierto donde los líderes de distintas aldeas y donde algunos cazadores de mayor rango suelen reunirse para planear sus ataques o a tomar decisiones que les competen a todos. Tirado en el suelo frío de madera pulida, estaba Harold, arrodillado frente a su padre, quien se mostraba severo y con rostro neutro; no se le veía ninguna expresión. —Padre, di algo por favor— rogó Harold después de haberle contado todo sobre Zoe con lujos y detalles. Le estaba matando el silencio indiferente por parte de su padre, y el miedo a no saber cuál será la manera en la que tendrá que pagar por su gran fallo, le tenía el corazón latiendo exageradamente.—Cazador de bajo rango, ¿alguien de esta facción fue tu cómplice o sabía de tu falta? —preguntó su padre con tono indiferente y el título de príncipe que Harold posee sabe desde luego que ya lo ha perdido al enamorarse de la mujer que debió ver todo el tiempo como a una simple misión.La hermana de Harold, Alezna, estaba muy asustada, pero
Inmediatamente, la loba vio a Isaías acercarse a ella sosteniendo una herramienta en la mano derecha; empezó a huir temerosa, sin embargo, no tenía espacio para correr dentro de esa pequeña jaula, con facilidad fue atrapada.Sin piedad Isaías le puso un pie sobre su cuerpo dejando que sintiera todo su peso, y a pesar de la lucha que la loba de Jay dió, no logró moverse hasta que del maxilar superior y del inferior fueron arrancados sus caninos y los premolares y molares, y luego en la parte superior de la cavidad bucal le colocó dos placas de plata muy delgadas que Isaías pidió preparar adecuadamente para ella.La loba se revolcaba sobre su propio lomo, el dolor era insoportable, nunca había pasado por algo parecido, porque su hocico ardía como si le estuvieran echando ácido, y de la saliva ensangrentada que salía de su hocico, Isaías tomaba una pequeña muestra.—Este castigo no lo había visto—. Murmuró Ronald totalmente horrorizado, aunque no sentía pena ver un castigo como ese, si
Alarmada, Zoe dio varios pasos hacia atrás, y veía constantemente a su espalda, buscando con mucha desesperación una salida para huir. Porque de una forma inexplicable para ella nuevamente todo lo que percibió dentro del bosque se repetía en esa habitación y peor fue su temor cuando escuchó un leve aullido proveniente del exterior.«¿Cómo pueden existir personas que se convierten en animales?», analizaba aún aturdida, bien que ha escuchado sobre las leyendas de hombres lobos y sobre seres mágicos, pero desde niña creía que eso eran personajes literarios fantásticos para entretener al público, sin embargo, saber que si existen y peor aún verlo con sus propios ojos es impactante.★Mi luna me considera un monstruo★. Eros lloriqueó, ver el temor en los ojos de Zoe lo entristeció tanto que le pidió a su humano dejarla sola para qué asimilara todo, pero Isaías no le prestó atención y la enjauló entre sus brazos.★Eros, ¿desde cuándo eres tan llorón? ★ le reclamó con fastidio a su lobo, bien