✧✧✧ Cinco meses atrás. ✧✧✧ El sonido de las gotas cayendo resonaba en el interior de la húmeda cueva rocosa. La tarde estaba gris, un manto gris que hacía parecer que era casi de noche. En las afueras de la cueva, se veían las gotas de la lluvia cayendo, no era una lluvia torrencial, estaba finalmente disminuyendo, pero el frío que venía se hacía presente meciendo las frondosas copas de los altos árboles y provocando un murmullo escalofriante. Beta Korina vestía sus ropas marrones y llevaba una capucha con gorro del mismo tono. Suspiró, sus ojos dorados claros se paseaban en el interior de la cueva y luego, en el exterior… Esperando, simplemente esperando. Su cuerpo temblaba, pero no era por el frío, era su nerviosismo que la consumía y la maldita culpa que se apoderaba de ella. Todo comenzó cuando recibió un mensaje. Era un pergamino que apareció un día de la nada sobre su escritorio en el edificio de administración de la manada "Garra Dorada". Preguntó a las lobas que asi
✧✧✧ Hace cinco meses atrás. ✧✧✧ —Un bebé… —sonrió la Beta de cabello corto y rubio. Su cuerpo desnudo estaba enredado entre las sábanas, y sus ojos se perdían en el candelabro que iluminaba tenuemente la habitación del Rey Alfa. —¿Sigues con eso? —preguntó el macho con voz ronca. Su cabello negro desordenado y sus ojos dorados brillaban. Podía sentir el latido del corazón de la Beta bajo su oreja, mientras su cabeza descansaba sobre su pecho. —Estoy emocionada. Seré madre, Alfa, usted me ha preñado, la diosa nos bendecirá —susurró Korina, acariciando la cabeza del Alfa. Sus dedos se enredaban en su semilarga cabellera negra—. Será un bebé fuerte, porque soy la hembra más fuerte de la manada. Cuando él nazca, seré la Luna. Estaré a su lado para siempre, Alfa Zefor. El Alfa levantó la cabeza, su mirada seria se posó en Korina, atrapando su atención. —Pero si tenemos una hembra, será un pequeño problemita, ¿no crees? —dijo la Beta, mientras sus manos recorrían los hombros de
✧✧✧ Esa noche. En el vasto territorio de la manada "Colmillo Blanco". ✧✧✧ >>> Alfa Rezef: La luna llena brillaba intensamente en el cielo, su luz plateada iluminaba el oscuro bosque que se extendía ante mí. Era una noche radiante y en un silencio tenso, solo interrumpido por el susurro de las hojas moviéndose con la brisa. El fragmento de la piedra púrpura, seguía en mi poder, y me otorgaba un leve sentido de protección, pero sabía que no podía confiar completamente en ese objeto que mi Luna obtuvo tras su batalla contra Ingrid en "Garra Dorada". —No puedo fallar —murmuré para mí mismo. Solo deseaba encontrar a mi Luna, Maray, y rescatarla del lugar donde la hubiese metido esa m@ldita hechicera. Avancé con cautela entre los frondosos árboles. La barrera mágica de Ingrid era poderosa, y sabía que me convertiría en blanco si me olfateaban los lobos grisáceos de esa manada. Un macho Alfa como yo era más fácil de detectar, pero estaba dispuesto a arriesgarlo todo por el
>>> Maray: Mis manos se aferraban con fuerza a su pelaje oscuro. Olfateaba su aroma, ah… Estábamos en pleno caos, huyendo para salvar nuestras vidas, pero mi corazón se sentía en paz con su simple olor llenando mis pulmones, todo mi ser. Todo mi ser y mi loba interna se relajaban con el aroma de mi macho. Aunque sentía un poco de dolor justo donde me mordió para hacerme despertar… Rezef y su típico lado violento y cruel. ¿Se habrá enojado? No debería. Yo confié ciegamente en él. Me dejé capturar por el bien de nuestro hijo, y porque sabía que mi Alfa podría dar conmigo más tarde. Porque así es él, un lobo muy inteligente y fuerte. Hundí mi cabeza entre su pelaje, olfateando su aroma, cerrando mis ojos. Sentía la brisa fría del territorio de Colmillo Blanco acariciar mi rostro, mi cuerpo, meciendo mi cabellera pelirroja. Ray atravesaba el bosque con una facilidad increíble, pero no me sorprendía, sabía lo ágil que era mi mate. Estuve atrapada en un sueño profundo dentro de es
Rápidamente la Reina Alfa Carmesí negó con su cabeza. ¡No iba a ponerse a pensar o juzgar en ese momento!, ya era pasado… Y no podía hacer nada para cambiarlo. «¿Por qué me hablas? ¿Tu voz parece alterada… Está todo bien?» «No. Estoy en la manada Colmillo Blanco. ¡Trae a la manada!, ven pronto. Necesito de tu ayuda, de tu magia… Quizá no lo logre sola y…», las palabras de Maray se vieron interrumpidas. Connie se quedó inmóvil, sudando helado, su mirada fija en su bebé que dormía en la cama. «¡¿Mamá?! ¿Por qué no me respondes?» La hembra lo sintió, el poderoso vínculo que la ligaba a su madre al ser ExAlfa y la Alfa actual, madre e hija… ¡La hizo sentir el peligro que se acercaba! «¡GAEL!», llamó Connie desesperada a su mate por medio de la reliquia mágica en su oreja. En cuestión de segundos un portal se abrió. Era Gael, atravesandolo luego de haber estado en una reunión con su consejo de dragones, pero cuando ese ser llegó a la habitación, Connie sostenía al bebé en br
✧✧✧ En las afueras de la manada de Luna Plateada. ✧✧✧ En las profundidades del bosque, bajo la luna llena. Los árboles, altos y majestuosos se mecían al compás del viento. En un claro tenuemente iluminado por la luz plateada de la luna, Alfa Zefor se encontraba rodeado por su manada de hombres-lobo. A pesar de ser pocos, sus ojos dorados brillaban en la oscuridad, con una determinación inquebrantable. Los recuerdos del ataque de la hechicera Ingrid aún resonaban la mente de todos. Alfa Zefor, respiró hondo, buscando la fortaleza necesaria para hablar. —Mis lobos —comenzó, su voz gruesa y llena de emoción—. Esta noche, nos reunimos no solo para recordar lo que hemos perdido, sino para hacer frente a lo que está por venir. Lamento profundamente lo sucedido. He sido descuidado y los he puesto en peligro. Pero como Alfa, vengaremos a nuestra manada, con la muerte de esa hechicera de Colmillo Blanco. Todos en su manada, sin excepciones, perecerán. Worran, un lobo guerrero con un
—¡Connie! —exclamó Maray el nombre de su hija. El portal blanco se desvaneció tras la hembra Alfa. Su larga cabellera negra ondulada se mecía al compás del frío viento nocturno, mientras sus ojos celestes se volvían de un intenso rojo carmesí. Maray se sorprendió al ver ese vestido blanco… No parecía una tela ordinaria, no, conocía ese truco mágico… Pero la magia pura de su hija fue lo que realmente llamó su atención. La Reina de la Noche Carmesí se acercó al portal, observando minuciosamente la barrera mágica. No era como otras casi invisibles que apenas se lograban distinguir por un hechicero, no… Esta tenía un color púrpura brillante, uno que cada vez parecía volverse más intenso. —¡Tu padre la atravesó y me liberó de mi cautiverio! Sin embargo, en el proceso de sacarme de una cápsula, el fragmento del anillo de Ingrid se hizo cenizas… ¡Es inútil, hija! No he logrado abrirla y… Estoy muy débil para continuar intentándolo. Connie vio a su madre con preocupación. Y de inmedi
✧✧✧ En el territorio de la manada "Noche Carmesí". ✧✧✧ Gael recién había cruzado el portal, tras dejar a su bebé a salvo con Mirza. El Rey dragón se quedó inmóvil por un momento, sintiendo el poder de la técnica que Connie había desatado… Una semi sonrisa curvó sus labios. "Parece que soy un excelente maestro" Pensó orgulloso de sí mismo… Hasta que… ¡Un hombre lobo apareció frente a él! —Mate de la Reina. ¿Qué hace aquí? ¿Dónde está Alfa Connie? Estamos esperando por ella —decía ese macho longevo. —La situación se complicó. Mató a una dragona, y después nuestra cría fue secuestrada y tuve que ir por ella —informaba Gael tranquilamente mientras caminaba rumbo al centro del pueblo de esa manada. El hombre lobo lo seguía a una distancia considerable—. Tu Alfa terminó herida de muerte, tuve que llevarla a mi Clan para que sea tratada de inmediato, y cuando todo parecía mejorar, y ella podría volver con ustedes. La ladrona… —Gael hizo una pausa en ese momento, aclarando su garganta