Rápidamente la Reina Alfa Carmesí negó con su cabeza. ¡No iba a ponerse a pensar o juzgar en ese momento!, ya era pasado… Y no podía hacer nada para cambiarlo. «¿Por qué me hablas? ¿Tu voz parece alterada… Está todo bien?» «No. Estoy en la manada Colmillo Blanco. ¡Trae a la manada!, ven pronto. Necesito de tu ayuda, de tu magia… Quizá no lo logre sola y…», las palabras de Maray se vieron interrumpidas. Connie se quedó inmóvil, sudando helado, su mirada fija en su bebé que dormía en la cama. «¡¿Mamá?! ¿Por qué no me respondes?» La hembra lo sintió, el poderoso vínculo que la ligaba a su madre al ser ExAlfa y la Alfa actual, madre e hija… ¡La hizo sentir el peligro que se acercaba! «¡GAEL!», llamó Connie desesperada a su mate por medio de la reliquia mágica en su oreja. En cuestión de segundos un portal se abrió. Era Gael, atravesandolo luego de haber estado en una reunión con su consejo de dragones, pero cuando ese ser llegó a la habitación, Connie sostenía al bebé en br
✧✧✧ En las afueras de la manada de Luna Plateada. ✧✧✧ En las profundidades del bosque, bajo la luna llena. Los árboles, altos y majestuosos se mecían al compás del viento. En un claro tenuemente iluminado por la luz plateada de la luna, Alfa Zefor se encontraba rodeado por su manada de hombres-lobo. A pesar de ser pocos, sus ojos dorados brillaban en la oscuridad, con una determinación inquebrantable. Los recuerdos del ataque de la hechicera Ingrid aún resonaban la mente de todos. Alfa Zefor, respiró hondo, buscando la fortaleza necesaria para hablar. —Mis lobos —comenzó, su voz gruesa y llena de emoción—. Esta noche, nos reunimos no solo para recordar lo que hemos perdido, sino para hacer frente a lo que está por venir. Lamento profundamente lo sucedido. He sido descuidado y los he puesto en peligro. Pero como Alfa, vengaremos a nuestra manada, con la muerte de esa hechicera de Colmillo Blanco. Todos en su manada, sin excepciones, perecerán. Worran, un lobo guerrero con un
—¡Connie! —exclamó Maray el nombre de su hija. El portal blanco se desvaneció tras la hembra Alfa. Su larga cabellera negra ondulada se mecía al compás del frío viento nocturno, mientras sus ojos celestes se volvían de un intenso rojo carmesí. Maray se sorprendió al ver ese vestido blanco… No parecía una tela ordinaria, no, conocía ese truco mágico… Pero la magia pura de su hija fue lo que realmente llamó su atención. La Reina de la Noche Carmesí se acercó al portal, observando minuciosamente la barrera mágica. No era como otras casi invisibles que apenas se lograban distinguir por un hechicero, no… Esta tenía un color púrpura brillante, uno que cada vez parecía volverse más intenso. —¡Tu padre la atravesó y me liberó de mi cautiverio! Sin embargo, en el proceso de sacarme de una cápsula, el fragmento del anillo de Ingrid se hizo cenizas… ¡Es inútil, hija! No he logrado abrirla y… Estoy muy débil para continuar intentándolo. Connie vio a su madre con preocupación. Y de inmedi
✧✧✧ En el territorio de la manada "Noche Carmesí". ✧✧✧ Gael recién había cruzado el portal, tras dejar a su bebé a salvo con Mirza. El Rey dragón se quedó inmóvil por un momento, sintiendo el poder de la técnica que Connie había desatado… Una semi sonrisa curvó sus labios. "Parece que soy un excelente maestro" Pensó orgulloso de sí mismo… Hasta que… ¡Un hombre lobo apareció frente a él! —Mate de la Reina. ¿Qué hace aquí? ¿Dónde está Alfa Connie? Estamos esperando por ella —decía ese macho longevo. —La situación se complicó. Mató a una dragona, y después nuestra cría fue secuestrada y tuve que ir por ella —informaba Gael tranquilamente mientras caminaba rumbo al centro del pueblo de esa manada. El hombre lobo lo seguía a una distancia considerable—. Tu Alfa terminó herida de muerte, tuve que llevarla a mi Clan para que sea tratada de inmediato, y cuando todo parecía mejorar, y ella podría volver con ustedes. La ladrona… —Gael hizo una pausa en ese momento, aclarando su garganta
El enorme lobo dorado se acercó a esa loba encadenada. Deteniéndose frente a ella, sus penetrantes ojos dorados brillaban con furia. Estaba furioso. Un estúpido error de una de sus lobas provocó la pérdida del cachorro, aunque era un cachorro que él no quería. No sabía qué carajos pasaría con el niño. Un niño bendito. Un cachorrito con su don. Lo que al Alfa dorado le importaba no era tanto el hecho de que el bebé fuese llevado por un brujo, sino que esa criatura poseía su herencia, su don divino. Tenía que morir. Su sola existencia en manos equivocadas era un maldito peligro para el futuro. —Vuelve con los demás —rugió el Alfa de Garra Dorada a la hembra. La loba se disculpó una y otra vez, y sin perder tiempo se marchó antes de incentivar aún más la furia de su Rey Alfa. ……………………. ✧✧✧ En el territorio de la manada "Colmillo Blanco". ✧✧✧ La luz plateada de la luna se filtraba por las densas copas de los árboles ligeramente llenos de escarcha mágica, proyectando su
✧✧✧ En el territorio de la manada "Luna Plateada". ✧✧✧ La luna brillaba intensamente sobre el territorio de Luna Plateada, iluminando la colina donde se encontraba el Alfa Connor. Desde esa altura, podía ver todo a su alrededor, su don le permitía alcanzar con la vista incluso los rincones más lejanos del bosque y las montañas. Sin embargo, lo que lo dejó helado fue la escena que se desplegaba ante sus ojos. Desde la frontera Este… podía distinguir al Alfa Hazram, ese maldito lobo grisáceo líder de la manada Colmillo Blanco, junto a su Luna, la hechicera Ingrid, cuyo anillo de piedra púrpura centelleaba con una energía poderosa, mientras ella caminando con una capucha negra que se mecía al compás del viento, tenía una expresión frívola y triunfante. Connor sintió cómo la preocupación lo invadía. Detrás de ellos, un grupo de lobos de Colmillo Blanco, también se hacían presentes... ¡CLARAMENTE BUSCABAN UNA BATALLA! —Finalmente... Nos eligieron como primer objetivo —se dijo a s
Sin más advertencia, Alfa Hazram se lanzó hacia el Alfa Connor, su pata rojiza escamosa adelante. ¡Alfa Connor apenas tuvo tiempo de reaccionar! Se apartó, pero no lo suficiente… PUF~ La fuerza del impacto lo hizo tambalear. El Alfa de Luna Plateada retrocedió. ¡Hazram era malditamente rápido! ¡Ni siquiera le dio tiempo de reacción, y volvió a abalanzarse sobre ese macho joven! ¡CRANK —¡¡AGH!! ¡MALDITO! —rugió Sirius, el lobo de Connor. Cuando el sonido de su costado golpeado resonó, y el dolor se propagó por su cuerpo. «¡¿Cómo demonios puede ser tan rápido?! ¡No era así las dos veces anteriores!», comentó Connor internamente con su lobo. —¡DA IGUAL! ¡VAMOS A PARTIRLE EN DOS! —rugió Sirius, furioso. Avanzando a grandes zancadas hacia ese macho grisáceo. Sabía que tenía que contraatacar, pero la agilidad y la fuerza de Hazram lo estaban superando… Aún así, era un Alfa, no estaba en su naturaleza rendirse fácilmente. En un intento por recuperar la ventaja, Alfa Connor
✧✧✧ Esa madrugada en el territorio de Luna Plateada. ✧✧✧ La luna llena, iluminaba el paisaje. El aire estaba impregnado de un frescor penetrante, mezclado con el olor a tierra húmeda y musgo, lo que hacía que cada respiro se sintiera puro, pero también lleno de tensión. Alfa Connor, se movía con agilidad entre los árboles, sus músculos tensos y listos para la acción. Sus ojos plateados, brillaban, mientras su mente analizaba el entorno. Tras atacar a Hazram y fingir un intento de escape, logró que este le de persecución. Connor sintió cómo su corazón latía con fuerza, impulsado por la adrenalina que corría por sus venas. «Sirius, mantente alerta. No podemos permitir que nos sorprenda. Todo lo contrario, nosotros tenemos que sorprenderlo a él…», dijo Connor, su voz grave. —¡Claro! Estoy contigo. ¡Vamos por él! —respondió Sirius, su espíritu combativo encendido. Los árboles altos, se mecían suavemente con el viento, provocando un sonido de sus ramas y hojas que llenaba las prof