AnaMe sentía muy cansada, esto del embarazo me causaba sueño y siempre tenía ladilla de hacer cualquier cosa así que casi siempre me la pasaba en casa viendo televisión.Aunque la doctora me había dicho que debía hacer ejercicio, casi no lo hacía, porque quería salir de casa y caminar libremente, pero Gabriel había colocado a cada guardia en cada parte de la casa que salir al patio y ver tantos ojos fijos en mí me enfermaba más.Así que había subido en la caminadora y había hecho algo de caminata por una hora, pero no era igual, quería salir de aquí. Había llamado a Natalia para que viniera a visitar y le había contado lo feliz que estaba de que por fin iba a conocer a la pareja de Andrés porque me hacía mucha ilusión conocer a mi cuñada.Por eso con la señora Marcela habíamos organizado un menú especial para su llegada, los invitados serían Valeria, Fabio y Carlos, el novio de Natalia.Quería hacerla sentir como en casa y que bueno el tiempo que pasaran aquí fuera del agrado de ella
— Mamá, te adora Ana, fue ella quien te escogió para ser mi esposa, estaba desidia a que tenía que cansarme contigo, llegó amenazarme — Su pecho tiembla mientras lo escucho a reír.— Ella sabía que en ningún lugar ibas a encontrar una mujer como yo que te ame tanto — subiendo ahorcajada sobre su cuerpo, inclino su rostro muy cerca al suyo, tomando sus labios en un beso.— Volvamos a casa cariños — Pidió ella y luego se puso de pie mientras se ponía algo de ropa al igual que Gabriel.Recogieron todas las cosas que habían usado y la colocaron en el maletero de auto, Gabriel coloco un poco de crema para el cuerpo en los brazos de su esposa para proteger su piel.De camino a casa pararon en un restaurante donde pidieron algo de comida para llevar y la comieron dentro del auto donde con una canción sonando en la radio y un poco de vino y juego de manzana cenaron.Habían pasado un día diferente que los había ayudado a conocer el uno al otro, cómo sus gustos por la música, la ropa que prefer
— Señor, tenga tenía este sobre entre su ropa — Un sobre amarillo que decía el nombre de mi hermana me llamo la atención.— ¿Dónde está?— Lo siento, tuve que dejarlo ir, un auto llegó tan rápido que mucho hombre salieron armados.— Vale, no pasa nada, pero no puedes volver a la casa así, limpia un poco tu rostro, no quiero que Ana te vea de esa forma.Cuando volvimos a casa José Manuel, el guardia fue directo a dónde uno de sus compañeros que al verlo corrió ayudarlo, le volví a pedir disculpa y me fui a mi habitación donde cerré la puerta con llave, él sobre en mis manos me daba un mal presentimiento y no quería que su contenido fuera malo, estaba seguro de que la finalidad de ese hombre era dejar este sobre en manos de mi hermana y lo pudo lograr, pero si la idea entregar el sobre porque corrió en cuento nos vio ir a por él.Deje que el contenido del sobre callera en mi cama en cuanto quite el cello de seguridad, porque parte de eso y del nombre de mi hermana no había más nada en l
La llamada se corta y solo queda el silencio que nos rodea a Andrés y a mí, tengo que hacer algo para detener todo esto, no puede ser posible que está enferma de la que un día me enamore me esté haciendo vivir un infierno.— Ni una palabra de esto a tu hermana, deja que siga con sus planes de cena y tienes que estar pendiente como lo hiciste hoy, creo que algo muy malo va a pasar — Salgo del estudio y me dirigí al área de arriba, necesitaba ver a Ana, cuanto antes y asegurarme de que ella y el bebé están bien y en a casa a salvo.Cuando entro en la recámara encuentro a mi esposa sentada hablando por teléfono, se ve tan animada y feliz que se me olvida el hecho que hace un momento estaba muy enfadado, la dejo seguir hablando y comenzó a quitarme la ropa, cuando estoy completamente desnudo solo en ropa interior me cerco a ella quien sonrojada me hace seña con su dedo que le dé un poco de tiempo y con una cuentas palabras sé que está hablando con mi madre.Me coloco entre sus piernas tom
Mi teléfono no dejaba de sonar, había una llamada entrante de un número desconocido, así que ignore las llamadas, deje el teléfono en silencio, sabía que un número desconocido llamando podía ser la persona que estaba detrás de todas esas llamadas anónimas y está segura que era de Sonia, por eso no tome la llamada porque no quería participar en su juego.Una notificación de un correo entrante llamo mi atención, no salía recibir correo electrónico solo de Lían cuando hablábamos y ya no lo hacíamos, él se había molestado mucho porque nunca fui en su busca al aeropuerto, tome el teléfono en mis manos abrí el buzón de entrada donde pude ver un correo que no reconocí de nada supuse que era alguna de las empresas que había contratado que me mandaba una factura y abrí el documento adjunto al correo.Mi corazón se detuvo por momentos al ver la cantidad de fotos mientras mi dedo se deslizaba por la pantalla, una tras otra la fui mirando, detallando porque sabía con solo verlas que día y a qué h
Desde ese día Rafa se volvió para Andrés y para mí un segundo papá, lo protegimos de papá cuando sentía celos de él y lo protegimos, cuando Andrés me dijo que quizás a mamá le gusta a Rafa por como lo miraba, al casarme con Gabriel me pregunté si podía traer a Rafa conmigo, pero me enteré de que fue mamá quien le pidió que me dejara traerlo a vivir con nosotros y me llena de alegría para Andrés, Natalia y para mí, Rafa era nuestro cuidador y nosotros el suyo.Rafa volvió vistiendo un traje negro a sus medidas le quedaba tan bien, a sus 50 años Rafa aún era un hombre muy guapo y sexy, antes Natalia y yo solíamos correr sus novias y creo que por eso ahora está soltero.—Te queda perfecto, me encanta — Me pongo de pie y doy una vuelta a sus alrededor — Creo que serás el más guapo esta noche — me río Y él se sonroja.—Gracias Ana, pero no quiero opacar al futuro papá — Me dice — pero siento que este me queda bien y vamos a llevarlo, no soporto estar en cambiador, más tiempo vale.Asiento
—Lo siento, señora, pero es nuestro deber decirle al señor lo que pase con usted — Suspiro resignada porque este hombre no tiene la culpa de nada de lo que está pasando y es su trabajo cuidarme—No te preocupes, yo hablaré con él — Me abrí paso por el camino de la entrada a casa.Al entrar me consigo a Gabriel alterado caminando de un lado a otro, su cabello despeinado ha perdido un vaso en la mesa, el saco y la corbata se encuentran tirados en el piso de forma desordenada. Lo observó ir hacia Cristóbal en cuento, lo ve y no me da tiempo de evitar que le dé un puñetazo lanzado al hombre al suelo.—Gabriel — Grito su nombre — ¿Qué mierda te pasa? ¿Por qué le pegas? — Le tomo del brazo con fuerza alejándolo de chico a quien Rafa ayuda a ponerse de pie, todos estamos sorprendidos.—Él no debió dejar que ese maldito se acercará a mi mujer — Grita fuera de sí — te dije que no podías dejar que nadie le hiciera nada a Ana y es lo primero que haces — Lo señala con su dedo, todo lo miramos con
AndrésSalí de casa en cuento, vi a Rafa salir de casa, esta mañana con mi hermana y otro guardia, no quería cruzar palabras con Ana, estaba nervioso el autobús que había tomado Claudio ya había llegado a Caracas por la madrugada, así que le dije para ir a recogerlos, pero me dijo que no había necesidad, Clara y él habían tenido un viaje muy cansado. Se alojaron en un hotel donde ya había dejado la habitación pagada y lista esperando por su llegada, lo había hecho días antes para poder tener tiempo a solas con ello.Por eso en cuanto miré que no había nadie más en casa parte de mí y los guardias salí de casa rumbo al hotel, reclamé una tarjeta de acceso a la habitación y subí al ascensor, moría de ganas por ver a Claudio y a mi pequeña princesa casi nunca me había alejado de ella antes desde que decidimos ser una familia era la primera vez que los dejaba solos, abrí la puerta de la habitación y el ruido del televisor me dio la bienvenida Clara se encontraba en la cama dormida solo su