Pasó toda la noche despierto observándola dormir y velando por su sueño, que fue no fue muy bueno tampoco, mientras investigaba todo lo que podía ser encontrado en redes acerca de Manolo Jiménez, pero la verdad que no fue mucho lo que pudo conseguir
Nada que pudiera servirles en realidad, nada que no supieran. Para todo el mundo era un político intachable con una carrera impecable
Así que sí, estaba más allá de frustrado
A pesar de que Zack, Alessandra, Josh e incluso Zuri estaban intentando mover cielo, mar y tierra para dar con Gabriela, parecía haber desaparecido sin dejar rastro. Ale, Zack y Zuri pasaron toda la noche repartiendo volantes con la cara de la niña en toda la ciudad, mientras Josh estuvo de comisaría en comisaría por si en alguna parte se reportaba algo, cosa que tampoco sucedió
— Jace… Ve a casa a descansar por favor. En unas horas me darán la salida y apenas deje mis cosas en casa saldré a buscar a mi hija con los demás—
— T
Zack salió del hospital con un enorme nudo en la garganta… Sentía el dolor de Marisa como algo propio y, además, hasta el momento, el panorama no era nada favorecedor. Su sentir solo empeoraba a medida que pasaba el tiempoSin mencionar que Alessandra tampoco estaba lidiando demasiado bien con la situación. La entendía por supuesto, conocía a Gabriela de toda su vida, Marisa era su mejor amiga y como si eso fuera poco, la niña estaba bajo su cuidado cuando desapareció, es decir, en realidad había ido con su mamá, pero ella le había prometido a Marisa que cuidaría de ella mientras estuviera en su casa— Nunca podré perdonarme esto— la chica sorbió un poco por la nariz y Zack la apretó con más fuerza contra sí intentando brindarle conforte— Esto no es culpa de nadie, no podríamos haber imaginado que semejante cosa
¿En qué momento había ocurrido todo aquello? En un momento estaba acompañando a la mamá de Alessa a hacer las compras, cosa que siempre le encantaba cuando iba a quedarse allá, y al siguiente estaba montada en un auto rodeada de extraños que eran de todo menos amistosos ¿Qué era lo que le harían? ¿Volvería a ver a sus seres queridos algún día? Necesitaba saber que tendría la oportunidad de arreglar las cosas con su madre, no quería quedarse con esa espinita adentro, ni quería ser el motivo por el que las personas que la querían sufrieran La niña no sabía en dónde estaba, ni quiénes eran las personas que se la habían llegado. Pero ya estaba lo suficientemente asustada como para llorar de la desesperación, pidiéndoles una y otra vez que por favor la soltaran — ¡Ya cállate escuincla! — le exigió uno de los tipos, no podía observar sus rostros, llevaban pasamontañas. Levantó una mano, señal de que la golpearía, pero el otro lo detuvo justo a tiempo — Tenemos órdenes de llevarla en perf
No podía respirar adecuadamente de solo pensar en que estaba llorando y no podría consolarla, sentía que le estaban arrancando el corazón del pecho para luego apuñalarlo en repetidas ocasiones ¿Cómo Manolo podía ser tan miserable como para meterse con una niña? Una cosa eran los asuntos entre los dos y otra muy distinta era Gabriela, era algo bajo incluso para él — No llores mi amor, por favor, te prometo que todo va a estar bien— — No sé dónde estoy mami, tampoco que es lo que quieren. Lo siento, siempre me dices que no vaya con extraños… Te juro que yo no quería— — Lo sé cielo, no te preocupes por eso ahora. Voy a resolverlo y estaremos juntas de nuevo— — ¿Resolverlo cómo? Mami tengo mucho miedo— — Y está bien tenerlo hija, es normal, no tienes la culpa. Deja todo en mis manos, nada malo te va a pasar… Te lo juro— Y le creyó por supuesto, Marisa nunca rompía una promesa, mucho menos una que la involucrara a ella — Te amo mami, perdóname— Del otro lado Marisa cerró los ojos
No podía ni respirar sin sentir que le dolía el pecho y toda su anatomía. Esta nueva clase de tortura era demasiado para cualquier ser… Gabriela era su todo, estaba segura de que si algo malo le pasaba moriría de pena moral— Sé que las circunstancias son difíciles, no puedo imaginar lo mucho que estás sufriendo en este momento… Pero tienes que calmarte, no vas a resolver nada actuando de esta manera—Sintió la furia subir por su torrente sanguíneo, invadiéndola por completo— ¿Y qué es lo que quieres que haga? ¿Cómo se supone que debo actuar sabiendo que secuestraron a mi hija y no puedo hacer absolutamente nada al respecto? ¿Me dirás tú lo que debo hacer a continuación? — sus palabras fueron duras, destilaba veneno. Jace intentó con todas sus fuerzas entenderla y mantener la cordura, estaba desesperada, por eso actuaba así con élNo era justo, pero tampoco del todo reprochable— Me quiero ir a casa—Eso sí que no— Marisa, ya lo discutimos—— No puedes retenerme aquí a la fuerza. Te
El que Josh se ofreciera a llevarlo fue un alivio para Zack, aunque por supuesto sus intenciones nunca radicaron en abusar de su amabilidad. Estaba tan pero tan agotado que solo movía sus pies porque de otra forma no podría avanzar, más nada — Parece que envejeciste quince años en dos días amigo mío— comentó Josh, tomando la avenida principal para ir a la calle correspondiente — Pues así me siento, o más bien así nos sentimos todos— Josh asintió, dándole la razón — ¿Mañana trabajas? — — Sí— gruñó el muchacho llevando las manos a su cabello — Tengo el turno de la mañana, entro a las 8— Sin desviar la mirada de la carretera apretó su hombro, en señal de solidaridad — No creí que después de tanto tiempo sin ver a Marisa y a mi sobrina tendríamos que pasar por esto, me lo imaginé bastante diferente— — Sinceramente, si me dijeras que esperabas que esto pasara, me asustaría— soltó una risa pequeña, algo nerviosa… No se conocían demasiado bien, Zack siempre había sido una persona algo
Jace estaba demasiado contrariado como para permitir que su mente se aclarar. Entendí que estaba pasando por un mal momento, incluso por el peor, pero él no era el culpable… Solo quería ayudarla y brindarle su apoyo, cuidarla y asegurarse de que estuviera bien Una parte de él la justificaba… No era padre aún, no podía entender el dolor de que hirieran a un ser tan preciado como lo era un hijo. Tenía perfectamente claro que, si algún día contaba con la suerte de ser papá, pese a no haber tenido un buen ejemplo de progenitor bajo ninguna perspectiva, daría todo de él para que su pequeño o pequeña nunca sufriera, para amarlo o amarla cada día más La otra parte, esa que no tenía muy claro si era la razonable o la incoherente, estaba muy enojado y herido tanto por su actitud como por sus palabras. Estaba siendo injusta e insensata dejándose llevar por la desesperación y entregándose a la boca del lobo, pero comprendía por qué lo hacía… Sin embargo, jamás podría estar de acuerdo con algo a
Cassie prácticamente no pudo dormir por estar pensando en lo que pasaría el día siguiente, estaría cumpliendo uno de los grandes sueños de su lista. Era la primera vez en muchos días que se sentía realmente emocionada por algo Habían sido días complicados para ella, aún así, apenas se enteró de que Gabriela desapareció ofreció su ayuda inmediata para todo lo que llegasen a necesitar. Cuando Marisa estuvo en el hospital le ayudó a Alessa y a su hermano a arreglar el desastre que había quedado en su departamento, también estuvo yendo de comisaría en comisaría con ellos preguntando a todo el que pasase si acaso habían visto a la niña y entregando volantes con su foto e información En los últimos días no había podido moverse de casa prácticamente debido al deteriorado estado de salud de su madre, además Zack estaba ocupado con el trabajo y con todo el asunto de las Carrington. Alguien debía quedarse, hacerse cargo de los niños y de la señora Frier y asegurarse de que todo marchara bien e
La boca de Sofía formó una pequeña “o” ante la nueva revelación — Entonces tu hermano es el famoso Zack, ya voy entendiendo— — ¿Eres amiga de Alessa? — — Nos hemos vuelto cercanas, es una gran chica— — Lo es… ¿Puedo hacer yo una pregunta ahora? — — Suena justo— — ¿Qué tal ha sido trabajar aquí? Y hablo de todo, de lo que has aprendido, del ambiente laboral, de las personas… ¿Cómo es Marisa como jefa? — — Bueno empezaré entonces por contarte acerca de lo que he aprendido. Como sabes, soy una de las dos asistentes personales de la señorita Carrington, así que es de ella y su trabajo de quien más he aprendido, y a pesar de que las labores de una secretaria nada tienen que ver con los productos y lo que se comercia aquí, por el simple hecho de atender la agenda personal de la jefa he aprendido cómo cerrar un buen negocio a nivel internacional, cómo conseguir buenos y potenciales inversionistas, cómo exportar exitosamente los productos e incluso he recibido clases gratuitas de asesor