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Sin pensarlo dos veces, corrí en dirección a Azel. De alguna u otra forma su ausencia me generó tristeza. No estaba segura de si el ángel iba a corresponder a mi abrazo, pero necesitaba el contacto. Todo este tiempo sentía como si una parte mía estuviese en falta. Al llegar al cuerpo de Azel frené por unos segundos, sentí por un instante miedo, pero no era miedo hacia Azel sino que era un miedo a lo desconocido que conlleva su naturaleza angelical. Últimamente andaba demasiado familiarizada con el mundo de los demonios y con las almas humanas. Al cabo de unos segundos un par de brazos me aprisionaron, el tacto era cálido y gentil. Se sentía como llegar a tu casa luego de una larga jornada laboral. Se sentía acogedor estar abrazado a Azel. Al unirnos en el fraternal abrazo, sentí como si él estuviese absorbiendo mi energía, pero era algo parecido a como cuando cambias una bombilla vieja por una nueva, estaba relajada y libre de culpas. Era como una limpieza al alma. Nuestro abrazo duro
Luego de que me haya quedado sola, decidí llamar a mis padres a preguntar qué tal les estaba yendo en lo de abuela. Tenía curiosidad por saber si habían logrado atrapar al ladrón. Además, según Azel mi abuela podría ayudar a esclarecer el tema del vínculo con las entidades. Recapacité y terminé llamando al móvil de mi abuela.- Hola Lía- Hola Abuela ¿Qué tal todo, lograron atrapar al Ladrón?Escuché un silencio bastante sospechoso por parte de mi abuela, como si no supiera de lo que le estaba hablando. Luego entre susurros escuché a mi madre.- Abuela ¿Está todo bien?- Oh sí, estaba buscando mis lentes por eso no te contesté ¿Qué me preguntaste Lía? - Si han logrado atrapar al ladrón.- Aún no lo conseguimos, pero sabemos de su paradero, así que planeamos una emboscada, lo haremos en la madrugada.- Entiendo, ¿Qué sabes de mis padres? Me los podrías pasar así los saludo.- Tengo entendido que tus padres volverán mañana en el transcurso de la tarde. Por lo pronto tus padres no están
Estoy en shock. Tengo a Hadrien parado enfrente, acabó de confesarme sus sentimientos, se mostró totalmente vulnerable. Veía sus ojos, esos orbes seguían de color cielo, un hermoso y cautivador paisaje. Había antorchas encendidas, el lugar estaba fuera de lo habitual, pero jamás imaginé que mi primer amor se declararía ante mí en una cueva. En lo que respecta a mis emociones, sentía como si estuviese en un barco, el cual estaba atravesando una tormenta con olas enormes. Hadrien era el capitán de barco e ir junto a él se había vuelto mi lugar seguro. No sabía qué hacer, aunque de cierta forma tenía sentimientos encontrados, veía amor en sus ojos, estaba conmovida. Luego de analizar la situación, hice caso omiso a las voces de la cordura y me dejé llevar por los sentimientos que Hadrien generaba; me abalancé a sus brazos, empezamos un beso lento y con amor, un beso cargado de emociones que fueron reprimidas. Tenía mis brazos envueltos a su cuello, él dejó descansando sus manos en mi cint
Desperté de forma abrupta, con una molestia leve en mis partes bajas y una sensación de humedad bastante notoria, decidí mirar y vi una mancha de sangre, de cierta forma me incomodé, pero recordé que cuando la mujer tiene su primer encuentro sexual, acostumbra a ocurrir estas cosas. Busqué a Hadrien en la cama, pero estaba sola. No había rastro de él. Decidí buscar mi vestido, estaba al lado de la cama, cuando me agaché a recogerlo, a lo lejos escuché una conversación. Me vestí rápidamente y fui en dirección al sonido. A medida que me acercaba la conversación se hacía más y más fuerte, gracias a esto que nadie se percató de mi presencia.- Quiero que te largues ahora mismo, en los últimos siglos no fuiste capaz de dar la cara y ahora ¿te atreves a invadirme?- Esa no es la manera de recibir a tu gran y único amor Hadrien Makris ¿Dónde quedaron tus modales humanos?- Púdrete Sofía, te amé con locura a lo largo de los siglos, te esperé y lo único que hiciste fue vengarte acostándote con
Lo primero que hice cuando Hadrien desapareció de la habitación, fue llamar a Ruth. Estaba necesitando una terapia, necesitaba oír sus palabras. Lo que pasó hace unos momentos se supone y tuvo que ser algo romántico, tierno y en principio fue así, pero tenía que venir Sofía. Aparte de esto, porque Hadrien se puso a conversar con ella, la debería de haber expulsado al instante que pisó el lugar. Me siento traicionada, el hombre que dice amarme luego de llevarse mí virginidad, prefirió entablar una conversación con la ex, no contento con esto, ambos hablaron de su amorío pasado. De cierta forma, él guarda un lugar en su corazón exclusivamente para Sofía. Me siento derrotada, aparte del sexo, tenía entendido que Hadrien absorbió una parte de mi energía vital, sin embargo, no lo percibí. Estoy al borde del colapso, lágrimas amenazan con salir de mis ojos, en ello escucho sonar el timbre. Fui en dirección a la puerta principal, se trataba de Ruth. - ¿Qué pasó Lía? Miré fijamente a Ruth y
Luego de observar al demonio salir por la ventana decidí sentarme en el piso a pensar algunas cosas, necesitaba recomponerme y principalmente calmarme, caso contrario no podría dormir y terminaría por levantar a Ruth. Las sensaciones que experimento con él son totalmente diferentes a las de Hadrien. El estar cerca de él me crea mariposas en el estómago, es una sensación parecida a la de la primera cita. Si alguien lo hubiera dicho ni por desgracia lo iba a creer, me reiría en su cara y le diría que se está equivocando. Además, aún lo logro creer que el demonio castigador de almas, el sabueso del infierno al cual le tenía muchísimo miedo y el que saboteó a Hadrien semanas atrás; ahora se pasee en mi habitación con intenciones de excitarme y de alguna manera manipularme. Pero, hay algo que hasta ahora no entiendo del comportamiento de ambos, si en un principio querían mis poderes a toda costa e incluso ambos se pusieron a competir por ello, porqué de repente los dos se están tratando de
- Hola Hermana, hace tiempo que no la veo ¿Por qué está tan segura de que iba a venir?- Es que, digamos que me lo contó un pajarito (sonríe de forma amable).- Hermana, ¿puedo preguntarle algo?- Sí Lía, dime.- ¿Usted recibió bendiciones de algún Santo o tiene dones otorgados por el creador?- Pues compartiré contigo mi pequeño secreto ¿Te parece?- Sí, estaría más que feliz en saber, agradezco la confianza que depositas en mí.- No tienes nada que agradecer Lía, cuando tenía tu edad me hubiese encantado tener una mentora. Con respecto a mi secreto, tiene relación directa con dones que me fueron otorgados en el día de mi nacimiento al igual que a ti, puedo comunicarme con los ángeles Lía. Me avisan de ciertas situaciones ya sean de riesgo o futuros acontecimientos positivos. Por ejemplo, el día de tu nacimiento una especie de ángel se me apareció horas antes de que nacieras, tiene un particular apego hacia ti ese ser y no es un ángel cualquiera, Azrael es su nombre.- Sí, es un amig
- ¿Te sientes bien Lía?- A decir verdad, No, pero era lo que estaba necesitando, quería saber el porqué de esta situación, si era una simple casualidad o si tenía algo especial.- ¿Fue lo que esperabas?, preguntó Edith.- Fue mucho más, pero tengo ciertas dudas sobre toda esta profecía, preguntas que debo contestar y supongo que durante el transcurso del tiempo las resolveré, aunque hay una cosa que me gustaría consultarte.- Dime- ¿Edith los poderes que tengo se pueden controlar? Entiendo como activarlos, pero no los puedo dominar, tampoco sé hasta dónde llegan mis capacidades.- Te puedo ayudar a que desarrolles tus dones, si eso quieres.- Sí, me encantaría. Luego de enterarme de que hay mucho en riesgo, si puedo ayudar con mis poderes, me gustaría hacerlo.- Te entiendo Lía, la sensación de agobio es común, pero debes saber que en este camino no estás sola, tienes a tu familia, amigos y a la iglesia para ayudarte en lo que necesites. Además, la prioridad eres tú, sin importar lo