Lo miro una vez más viendo que él tiene su ceño fruncido, pero después niega y su mirada se enfoca en mí. Me sonríe. Me quité el cinturón de seguridad y me giré a hacia él.
No sabia que pensar, hace muy poco lo había visto besando a Mara y ahora me invita a mí.
Fruncí el ceño y negué. Soltó mi mejilla y suspiro.
Levantó sus manos en son de paz y me sonrió. – no me burlo, me gusta. – dijo guiñándome un ojo. Un sonrojo se extendió rápidamente por mi rostro. Negué.
Por un momento creí que vendría detrás de mí y me diría algo, pero no. Agite mi cabeza tratando de apartar esos pensamientos de mi cabeza.
No vale la pena.
Abrí la puerta y ahí en la sala estaba mi mamá con un hombre a espaldas de mí. Mi madre me vio y sonrió en mi dirección, Se levantó del sillón y se dirigió a donde estaba; me miraba con una sonrisa.
Suspiro.
Sigo con mi camino hasta mi cuarto.
¿Qué será eso que mi madre tendrá que decirme esta noche?
¿Cómo el mundo puede ser tan pequeño que el padre de Michaelis termina siendo el novio de mi madre?
¿Él lo sabrá?
Si es así, ¿por qué no me dijo nada? ¿Qué es lo que pretende?
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La noche llegó y con eso también la cena. Deje que todo fluyera como si yo no sabia nada, me carcomía por dentro, quería saber ya las cosas, pero bueno. Mi madre llego de su trabajo a la hora de la cena y nos sentamos en silencio a disfrutar de ella. De vez en cuando miraba a mi madre, la cual estaba bastante nerviosa, y yo sabía que ella quería decirme algo, pero ¿Qué?
Lo sabe. Lo sabe y no fue capaz de decirme nada. Y encima me beso. El muy imbécil me beso, sabiendo que yo pronto me voy a convertir en su hermanastra.
Voy a ser su hermanastra.
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Tres semanas después.
Desde que me enteré de todo lo que sucedió con respecto a mi madre y a su novio pasaron muchas cosas, pero hoy era un día muy importante, porque por fin era mi graduación, estuve muy ocupada las últimas semanas con lo de mi tesis, prácticas y tareas como para pensar en lo sucedido.
No había visto a Michaelis desde hace un par de días, cuando mi madre nos reunió a los cuatro en un lindo restaurante, mi trabajo incluyo en evadir he ignorar por completo a ese chico. Michaelis había intentado varias veces hablar conmigo, pero yo no quise. No me sentía bien a su alrededor. La poca confianza que pude haberle tenido murió cuando no me dijo nada de lo que pasaba con nuestros padres y que encima de eso se aprovechó de mí. Sé muy bien que esa mañana en la cual él me beso, yo le respondí y la verdad quería más de él.
Quiero más de él. Pero a la vez pienso que lo mejor es estar alejada por completo de él. Y ahora más que va a pasar a ser parte de mi familia.
Por el poco tiempo que había tratado con Emiliano, me di cuenta de que era un buen hombre trabajador y trataba bien a mi mama con eso era suficiente para mí.
Ahora estaba en mi habitación junto a Mariana, alistándonos para la fiesta.
Ella se puso un hermoso vestido azul marino largo, de seda, escote en forma de corazón sin mangas, yo por otro lado había comprado un vestido rojo, con un escote en V, no muy exagerado, también de seda, largo, sin mangas y tenía una abertura en la espalda, zapatos negros y Maru llevaba unos zapatos blancos.
Ella tenía el pelo recogido en una trenza con algunos mechones sueltos, yo solo lo había alisado y lo deje suelto con una pequeña trenza que pasaba por arriba de mi cabeza a modo de corona. Maquillajes suaves, pero con la boca bien definida, habíamos escogido.
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Llegamos a la fiesta en una limusina que nos había enviado Emiliano como regalo por haber terminado la Universidad cosa que mi amiga casi se cae de espaldas, ella es muy efusiva pero también es un grano en el culo cuando se enoja.
Emiliano era muy diferente a Michaelis, aunque tenían un carácter muy similar. Él era muy divertido, la hacía sonreír mucho a mi mamá, y eso me hacía bien a mí. No sé porque siempre estaba comparándolos entre sí, era tedioso hacer eso, pero, aunque sabía que no debía lo seguía haciendo. Cada vez más me convencía a mí misma de que estaba loca.
Al entrar en el salón de baile, veo que ya la locura esta desatada, muchos de los que aquí andan ya están borrachos, otros charlan animadamente mientras beben y bailan. Las parpadeantes luces hacen fruncir levemente mi ceño cuando de vez en cuando enfocan mis ojos.Este año sí que se esmeraron en todo, es realmente atractivo de ver la decoración, en dorado, blanco y negro en algunas partes. Hay carteles con distintas frases en torno a la medicina y eso me hace dar cuenta que ya todo termino para mí. Ahora comienza una nueva etapa, irme a vivir sola es el primer paso, luego de que mi madre se case con Emiliano. Aún tengo mi viaje de graduación pendiente para después, y es algo que no pienso seguir posponiendo.Esta fiesta no esta totalmente descontrolada ya que nuestros padres están con nosotros, al menos lo estarán al principio. Después viene el desmadre.
Alan, me ayudó a llegar a mi casa. Estaba bastante mareada la verdad. Estaba consiente de las cosas, pero me sentía en ese estado de “felicidad” que te da por cierto tiempo el alcohol.Entramos y nos fuimos a la cocina. Tenía que tomar algo para el mareo o si no esto no terminaría bien.Ya eran las 4 de la mañana y él se ofreció a hacerme un café bien cargado; yo por otro lado me fui rápido a mi habitación para bañarme, luego de tomarme una pastilla y un buen vaso de agua. Necesito sacarme esta ropa de encima y por supuesto aclarar un poco mí cabeza.Termino de bañarme y salgo, busco mi pijama, el cual es solo un conjunto de una remera con algún dibujo y un pantalón corto el cual la remera termina cubriendo. Cuando termino de secar y peinar mi cabello, bajo hasta la cocina. Pero él no esta ahí, sigo mi camino y lo encue
Me encontraba en el cuarto, Michaelis me había dejado sola, así que me dispuse a ordenar todas las cosas que traje, la verdad era que me traje bastante, ya que sabía que de igual manera cuando mi madre volviera de su luna de miel nos tendríamos que venir a vivir acá.Vivir en esta casa esta descartado totalmente, ya ella es una mujer casada y yo ya soy una mujer hecha y derecha, con titulo y es por eso que he decidido mudarme después que ella regrese, mientras tanto voy a buscar un buen departamento cerca de mi futuro trabajo y listo. A parte Michaelis por lo que me di cuenta él ya vive solo, ¿Por qué no hacerlo yo también? Yo se que mi madre va a poner cualquier escusa para que no lo haga, pero yo ya no soy una niña y ella tiene que entender eso.Me tomo como una hora ordenar todo tal y como quería, cambié mí ropa y quedé un rato m&aacut
Los besos siguieron, pero no fuimos más allá. Creo que ambos estábamos demasiado cansados para hacer otra cosa, pero al menos pude disfrutar del calor que desprendía su cuerpo toda la noche. Se había quedado dormido en mi pecho, como un niño pequeño. Yo por otro lado solo disfrutaba de darle leves caricias en su rostro, cabello y sentir sus brazos a mi alrededor. Era realmente maravilloso sentir su perfume y verlo dormir.No sé en qué momento me abre quedado dormida, pero me desperté al sentir unas caricias en mi cabello que iban bajando lentamente, haciendo que mi piel se encendiera a su paso.Despierta bella durmiente. – escuche su voz en mi oído mandando un escalofrió. Abrí lentamente mis ojos a la vez que refregara uno de mis ojos. Me gire y lo mire a los ojos.Buen día… - murmure un poco somnolienta. - ¿Qué
Cuatro largos y tormentosos meses han pasado. Mi madre al verme tan mal me obligó a tomar terapia con un psicólogo, me llevó a una nutricionista y a clases de apoyo.Me negué al principio. Pero después de que mi madre me rogaba tanto fui.Empecé a notar que me hacía bien. No me gustaba del todo, pero bueno. Lo hacía por mi madre y por mí.Me dieron muchos medicamentos, como para la ansiedad, para dormir, vitaminas y todo eso. A pesar de yo ser médica. No había pensado en mi salud. Me dijeron que estaba casi anémica y con principio de depresión.La nutricionista Magali Morton me ha ayudado muchísimo. Tanto como el psicólogo Alexander Massiel, y la nutricionista me han ayudado con todo.Mi madre trato de meterme en sus clases de yoga, pero a mí no me va eso, lo intente, pero no funcion
El día en el hospital fue super cansado. Al llegar a la casa lo único que quiero es comer e irme a dormir.Ya han pasado dos semanas, y Emma ya está mucho mejor, su mamá nunca la ha dejado sola.Con el doctor gruñón ya nos llevamos mejor, aunque directamente no nos hablamos. Él ha intentado varias veces entablar una conversación conmigo más yo no le hablo, más porque siempre es con alguna broma hacia mí, así que solo lo ignoro.Termino de bañarme y bajo a cenar, mi madre me dijo que hoy saldría a cenar con su marido, por lo cual estoy sola.Magda, la señora que atiende la casa y que se encarga de cocinar me preparo algo, es una persona bastante antipática, super seria y más conmigo además de eso se ve que no le agrada para nada la presencia de mi madre en la casa
¿Qué quieres comer? – preguntó Matt. Negué.Ya pedí. – me encogí de hombros dándole una sonrisa suave. Él levanto una ceja. - Una ensalada cesar y un postre. ¿Vos que pedirás? – cuestiono. Veo que llama al mesero.Una ensalada cesar y un postre para mí. - el mesero anota y se retira.¿No tenías más ideas? - le sonrío divertida.¿Qué? Solo me gustó esa idea nada más. - se encoge de hombros y sonríe. Niego con la cabeza.A los minutos llegan con lo que ordenamos y empezamos a comer, entre risas y chistes se nos fue el tiempo. La verdad que dejando de lado esa actitud pedante de cuando lo conocí es un hombre interesante y genial, fácil de tratar y muy divertido cuando quiere. También tiene ese lado serio que pone en los momento
¡Esta, me las pagas perra!Abrí lentamente la puerta, sin hacer ruido y con el celular grabando, apunté en dirección al centro de mi cuarto, solo ingresé un poco mi celular, pero tratando de que no me vea la bruja.Vi que estaba tranquilamente TOCANDO mis cosas, mis maquillajes, (cabe destacar que no tengo mucho) que estaban en mi tocador personal. Algunas fotos que se me habían quedado, entre otras cosas. Solo había dejado un pequeño collar que lo había mandado a arreglar y había vuelto aquí, seguramente mi madre lo había dejado en mis cajones, de donde lo tomo ella.Este me lo había regalado mi mamá hace un año, por mi cumpleaños y le tenía especial cariño. No me gustaba para nada que toquen mis cosas y menos personas ajenas a mí, imagínate como me siento viendo como ella lo mira. T