Aurora miró por un momento a Theo, sollozando con fuerza mientras negaba con fuerza. Cerrando los ojos antes de simplemente soltar un suspiro lleno de estrés. Theo la observó fijamente, pasando su mirada por las mejillas enrojecidas de Aurora. Percatándose de la manera en que ella trataba de obligarse a dejar de llorar.
—Me violaste—soltó ella con los ojos cerrados. Temblando en la cama mientras trataba de ser al menos un poco más fuerte que la primera vez.
—No—respondió él de inmediato— yo no te violé. Lo hice una vez y juré nunca volver a hacerlo. No te obligué a nada y lo sabes. Estabas completamente borracha pero lo recuerdas todo. Sé perfectamente que recuerdas cada beso, cada gemido y cada caricia que te di.
Los sollozos de aurora se podían escuchar hasta afuera del sótano, ella se encontraba llorando con fuerza en aquella oscuridad, intentando pensar en todas las cosas buenas que le habían ocurrido en la vida para poder tranquilizarse aunque fuera un poco. El sótano estaba caliente, era una clase de calor sofocante que la mareaba por completo, sin mencionar la asquerosa aroma de humedad que había en el lugar. Estaba completamente aterrada, asqueada por la aroma a humedad y le dolía la cabeza de tanto llorar. El trasero también le dolía demasiado pero eso era el producto de ya haber pasado horas sentada en aquel lugar.Simplemente no podía dejar de imaginar lo peor, se imaginaba que a su alrededor había una clase de monstruos, esperando a que ella se descuidara por un momento para ser devorada. Estaba completamente desesperada en busca de algo que pudiera simplemente tranquilizar todos esos aterradores pensamie
Theo se miró por el espejo un momento, observando sus tatuajes antes de fruncir el ceño y voltear hacia su celular vibrante. Sabía quién era el que estaba llamando y no quería contestar. Desde que había tomado de regreso a Aurora había estado ignorando por completo a su padre. Necesitaba un poco de espacio para despejar su cabeza y Scott no planeaba dárselo. Lo haría trabajar día y noche para compensar el tiempo que había perdido en vigilar a Aurora. —¿Qué quieres?—preguntó Theo en cuanto contestó la llamada— acabo de llegar a la ciudad y ya estás dispuesto a andarme jodiendo, ¿No puedes dejarme un solo día en paz? —Quiero invertir en la empresa de mis socios.— soltó Scott desde el otro lado de la llamada— —Te dije que no lo hicieras—respondió Theo de inmediato, frunciendo el ceño mientras negaba— eres un imbécil si inviertes en eso— soltó antes de salir de su habitación. Sacudiéndose el cabello por un momento— simplemente es perder dinero. ¿Qué pasó co
La habitación de Aurora prometía quedarse en completo silencio cuando Aurora pensaba sobre su cama.Había pasado un extraño momento con Theo la noche anterior. Habían pasado dos horas hablando de cosas que realmente no podía recordar con exactitud, se había quedado dormida en algún momento pero estaba segura de recordar la manera en que él había tenido la suficiente paciencia para consolarla cuando su corazón se había llenado de decepción. Realmente sentía que en ese lugar terminaría por convertirse en la persona que nunca había deseado ser pero, ¿Qué podía hacer cuando todo a su alrededor parecía convertirse cada vez más negro? No quería convertirse en lo que ellas eran pero tampoco podía permitirse nuevamente caer en esa clase de trampa. No podía confiar en las cálidas sonrisas que había a su alre
Aurora se mantuvo en su habitación durante toda la mañana incluso toda la tarde y parte de la noche. En ningún momento salió de su habitación para buscar un poco de comida, estaba molesta, frustrada y terriblemente asustada porque sabía que si salía de su habitación, las probabilidades que regresara a su habitación completamente intacta eran pocas. No había hablado con Scarlet, de hecho la había estado invitando al igual que las demás chicas porque se había dado cuenta qué la amistad que ella había creído que habían construido, sólo había sido falsa. Realmente se sentía triste, ya no se sentía tan triste como lo había hecho la noche pasada cuando se había enterado quien realmente la había atacado pero el sentimiento de tristeza permanecía dentro de ella y le molestaba por complet
Cuándo la cena se acabó, Theo se levantó inmediatamente de la mesa y le ordenó a las chicas irse a su habitación. Regalándole una Aurora. Ella entendió lo que le estaba tratando decirle, extrañamente lo había entendido y es que Theo con esa mirada le había pedido que se encerrara con llave para que su padre no pudiera entrar a su habitación.En esos momentos, estaba en su oficina, sentado justamente frente a su gran televisor. Observando fijamente las cámaras de seguridad que mostraban el tiempo real de lo que estaba sucediendo en su propiedad. Estaba totalmente seguro que su padre no descansaría hasta intentar tocar a Aurora pero él estaba totalmente dispuesto en pedírselo. No iba a permitir que alguien más tocará lo que le pertenecía. Ella podía ser únicamente
Theo revisó los documentos uno por uno en busca de algún error en la contabilidad de la empresa. Cerrando la carpeta en cuanto no encontró nada extraño, comprobando que no había ni un solo problema del cual tuviera que hacerse cargo. Se levantó del asiento antes de estirarse con fuerza. Se sentía completamente cansado a pesar de haber dormido toda la noche con Aurora. Había dormido perfectamente al lado de ella, se había sentido tranquilo al estar a su lado y escuchar su respiración mientras ella dormía junto a el. Nunca había imaginado que ella realmente hubiera encontrado paz a su lado para poder dormir con tranquilidad. Podía recordar la primera vez que había dormido con ella y podía recordar como solía temblar en la cama mientras que esta vez, había dormido con completa comodidad. Theo había conseguido su objetivo. Había logrado que su padre
—Fue mi idea —dijo Aurora.—¿Por qué no podemos salir si estamos igual rodeadas de empleados?— preguntó ella con la voz ligeramente temblorosa.Theo miró a Aurora sobre su yegua y negó molesto. Simplemente no podía creer que hubiera tenido el valor de salir de la mansión sin su maldito permiso. Además no podía creer que se hubiera atrevido a tocar a su preciada yegua. Nunca nadie se había atrevido a tocarla.Decir que estaba furioso era poco. Estaba a microsegundos de explotar y terminar metiéndole un tiro a Aurora. —¡Bájate de ahí o te meto un tiro! — soltó, totalmente amenazante. Theo miró a Aurora acariciar el pelaje de la yegua que pertenecía a su madre y no pudo evitar ponerse nervioso. Recordó aquel día lluvioso en la casa de campo, recordó a su madre moribunda en aquella inc&oacu
Aurora salió a su habitación en busca de Theo, sintiéndose completamente cansada mientras caminaba por el largo pasillo de la mansión. Dirigiéndose específicamente a la oficina de Theo. Lista para preguntarle si había conseguido las pruebas de embarazo. Se había aterrado cuando él le había dicho que no había utilizado preservativos con ella. Aurora en realidad nunca se había cuidado porque había pensado que él siempre lo había hecho pero al descubrir que no lo había hecho. Había imaginado durante toda la noche los posibles escenarios que podría vivir por su culpa. Estaba decidida a no tener un bebé de Theo y haría hasta lo imposible para evitar que un hijo de Theo viniera al mundo.— ¿Theo?— pregunto Aurora antes de tocar la puerta.Esperando que él le contestara de inmediato, gritándole con moles