Aurora caminó por el pasillo y se detuvo al observar a Theo encerrarse en la habitación de los niños. No era la primera vez que lo hacía y comenzaba a molestarle el hecho que estuvieran ocultando algo. No podían hacerla estúpida. Lo que sea que estuvieran tramando lo descubriría. Se acercó a la puerta e intentó abrirla pero estaba cerrada con seguro. Golpeó la puerta molesta y escuchó a Lucia reír levemente.

Ya habían pasado meses desde que Scott había muerto y las cosas habían cambiado por completo, ya no tenían que estar pensando en venganzas, ya no tenían que vivir tensos y preocupados de saber que había un maldito hombre que les haría daño en cualquier momento. Lucia había terminado sus terapias y finalmente había regresado a ser lo que solía ser ella. Una gran artista.

 –Lo diré una sola