No tarde mucho en llegar a casa. Sabía que los Persy cenaban temprano. Después de estar un rato más en su restaurante todos nos fuimos, yo me apresure en llegar a casa para bañarme.—¿Cómo que te invitaron a cenar?— Mi mamá me perseguía por toda la casa, yo iba al baño a ducharme, ella me seguía, iba a cambiarme y ella estaba atrás.—No lo se mama. Quise decir que no pero... No lo se, todos insistieron en que vaya y después de varios años... No se tal vez no sea buena idea.—No lo se cariño. Él está comprometido. Su familia lo sabe, es un poco raro ¿No lo crees?No sé a qué se refería mi mamá, o tal vez no lo quería saber. Sabía que tal vez no me debieron invitar a mi, si no a su prometida. A París, yo no soy su prometida. Tampoco su amiga ni nada,En parte si eres su prometida.—¿Crees que tengo que llamar y cancelar?— Pregunte aun buscando que ponerme. Si no pensaba ir tenía que dejar de buscar que podía vestir esta noche. Mi mamá se acercó también mirando mis vestidos, los tocaba y
DamiánUna semana. Una semana pasó desde el día que estuve con Diana.La cabeza no para de darme vueltas en esa conversación. No creí que íbamos a terminar hablando de eso. Tampoco estoy seguro si mis intenciones iban hacia otro lado, se que nunca hubiera podido hacer algo con ella sabiendo que tengo novia. No me gustan esas cosas y ella lo sabe. Lo que no significa que no me haya afectado la conversación. No se si definirla como conversación, lo note mas bien una advertencia. Aunque ella tiene razón, yo tengo que tomar una decisión. Aunque eso no significa que yo me vaya a olvidar de todo, cuando se fue quede con el corazón roto. No creo estar listo para volver a repetir eso. Pero ahora tampoco estoy seguro de casarme con Paris. Se que a ella también la afectó el regreso de Jack. Lo noto cada vez que estamos juntos. Ahora besarnos parece mal, dormir juntos parece un error constante, los dos lo sabemos y nos está haciendo mal. Por suerte para nosotros dos, Jack y Diana tuvieron que
Con los días que pasamos en Los Ángeles pude escribir mucho. Encontré lo que tanto me pedían. WI es molesto, bastante, pero si tenía razón en que mis letras no hablan de amor. Pero ahora si lo hacen.Pasar los días en el pueblo me ayudó, salir con Damián también. No se como lo había conseguido, pero tenía una canción de amor. Con lo último que le dije antes de irme podía escribir algo muy bueno. Y lo hice.Jack no tardó mucho en sumarse a componer el tema, no lo tenía terminado pero si el público y WI me pedían romance, eso les iba a dar.—¿Eso fue lo que le dijiste?— Estaba con Lu en mi apartamento en Los Ángeles. Antes de volver para acá me traje algunas cosas de mi casa. Lu tenía razón cuando me fui, no tendría que haber empacado tantas cosas.—Si, Lu. No se como se lo iba a tomar, así que solo me levanté y me fui. Tiene que decidir, su boda es dentro de un mes y medio. Yo no puedo tomar la decisión por él.—Tienes razón Diana, no dije que no la tengas. Solo que soltaste una bomba.
A la mañana siguiente me desperté de un humor muy diferente al resto de estos tres años. Era felicidad, estaba feliz. Completamente feliz. Creía mucho en las segundas oportunidades, en que la gente realmente podía cambiar y que él me diera una, fue muy importante para mi.Me removí en las sábanas, todavía no quería despertar, creía que si despertaba de todo, iba a hacer un sueño. Tocaron la puerta de mi habitación fuertemente. Era sábado por la mañana, demasiado temprano, no sabía quién podía ser a esta hora. Me calce y fui abrir la puerta. Lu estaba parada con una linda sonrisa y su pelo rubio perfectamente acomodado.—¡Buenos días!... Diana, todavía no te cambias— Mi amiga me miró de arriba a abajo. Era broma cuando dije que la extrañaba, ya quería que desapareciera de mi vista. Me di la vuelta para volver a la cama, pero Lu me lo impidió, se puso frente a mi.—Muévete, pensé que era mi madre si no, no te hubiera abierto.—Vaya, que humor el tuyo. Pensé que ibas a estar contenta des
—¿Qué quieres llevar?— Habíamos llegado a su casa, no he entrado aquí desde la cena. El bajo de su auto y se acercó para indicarme que lo siga, entramos a la casa, olía a rosas.—Lleva una manta, podemos comprar algo para comer. ¿Te parece?— Él me observó mientras hablaba, estaba jugando con mi mano.—¿Qué?—Nada, es que se nota que estás nerviosa Diana. Y yo también lo estoy, pero si no actuamos como dos personas que se conocen hace muchos años, no lo vamos a lograr.—¿Qué recomiendas?—Que actuemos normal. La pasamos bien en la fogata y pudimos hablar normal, solo seamos nosotros, como siempre, no estés nerviosa.—Bien yo no estaré nerviosa, pero tu tampoco ¿Trato?— Extendí mi mano, la observó, luego me vio y asintió.—Es un trato. Ahora dejemos de actuar como si no quisiéramos comer sándwiches— Me reí, tenía razón, no quería comer otra cosa que no sea eso.—Tienes razón, tomemos todo y vamos.Tomamos la manta que tenía en el living. Yo fui a preparar todo para armar la canasta, cua
Tomé nuevamente mi vaso con whisky, el hielo hacía ruidos al chocar uno contra el otro. Los ruidos no me dejaban concentrarme, había demasiada gente y mis nervios aumentaban. Tome todo el vaso de whisky, me dolía la cabeza.Al ver a todos preparándose para salir a tocar me preguntaba, qué estaría haciendo él en este preciso momento. No entendía porque siempre mi cabeza iba a él. Cada vez que tomaba su recuerdo permanecía vivo siempre. No solo cuando tomaba, si no cuando estaba bien.El alcohol siempre fue una buena solución desde que comenzó todo esto.-En cinco minutos salen- Grito uno de los guardaespaldas. Terminé mi bebida y me concentré en intentar calmar para arrancar el show. Mientras esperaba, recordaba un recuerdo con Damián hace ya tres años, y para mí parecía que fue ayer.Hola a todos. Espero que les guste esta historia.
Tres años antes:—Espera Diana. No corras tan rápido que no te alcanzó, Dios, soy yo el que entrena y tú eras más rápida — Sonreí al escuchar las quejas de Damián. Si a veces al subir la montaña del pueblo le ganaba.Tenía una vista muy bonita, rodeado de flores y arbustos, era un bosque. Tenía una cascada pero tenias que caminar por un pequeño río hasta llegar a ella. Nosotros vinimos a hacer un picnic con todo lo que nos gustaba comer. Con Damián hacía mucho que estábamos, teníamos gustos muy similares.—Por fin llegas, pensé que no me alcanzarías más— Él sonrió y agachó su cabeza un poco para besar mis labios. Juro que besar sus labios era mágico, era la luz que iluminaba mi vida.—Ven princesa, vamos a comer los sándwich de bondiola que tanto te gustan y que hiciste que me gustarán a mi. No sé todavía cómo hiciste eso— Damián sacó su manta y la colocó en el pasto donde siempre nos sentábamos.Empezamos a comer, escuchando a lo lejos la cascada. Después de almorzar íbamos a ir hast
Bajamos del escenario, todo el show fue increíble. Cada uno nos dirigimos a nuestros camarines. Todos teníamos uno diferente, aunque después de cambiarnos siempre terminábamos juntos en alguno.Quise buscar un poco de alcohol para calmar el temblor que me provoca después de salir de los shows por la adrenalina. Solo encontré un vaso de vodka con muy poco. Me tuve que imaginar que no iba a ver ningúna botella, Ester nuestra manager no dejaba que nunca me pase de tragos, solo me deja tomar un poco y luego solo agua. Tomé el vaso y vacié en un instante el líquido que contenía. Tome el agua y comencé a cambiarme y secarme, en un momento escuche sonar mí celular, era mí madre, ella siempre me veía por televisión y cuándo terminábamos esperaba un rato para llamarme.—Hola mama.—Hola cariño.. Que hermosa estabas, me encantó todo el show—Ella siempre decía eso, siempre le gustaba lo que hacia, desde niña me festejaba mis logros, aunque sean mínimos. —Gracias mamá, a ti siempre te gustan lo