Año 1168 d.C. Serenísima República de Venecia.
El nacimiento del quinto Patrizio de los Veneto había sido anunciado con bombos y platillos por Malcom Flabiano y su padre, Adhemir, y las reacciones no se hicieron esperar en el resto del clan: todos estaban exultantes de felicidad al tener garantizado el liderazgo de la familia para la siguiente generación.
Bueno… casi todos.
—Padre está muy feliz con el nacimiento de su tataranieto.
Un varón de voz áspera comentó; se encontraba envuelto en la oscuridad de aquella habitación, en un círculo formado por cuatro sillas de piel.
—Eso por sí mismo es un gran problema —contestó otro, su voz era menos grave.
—Nuestro Gran Patrizio anunció que el niño vendrá cargado con grandes talentos y poder… Sabemos que sus profecí
Año 2015 d.C., 16 d.G. Ciudad Neutral de Gaia.Un zumbido yacía en el fondo de su cerebro, como la corriente proveniente de una bomba a punto de estallar, mientras besaba unos labios ajenos que tanto añoraba.Lo acorraló contra la pared al lado de la puerta, y fue feliz al darse cuenta de que el otro se dejaba hacer. El dolor se esparció por su pecho, pero era soportable, aprendió a soportarlo en los últimos días. Cada hora de su actual existencia se había vuelto en un doloroso martirio.Mientras Luke deshacía el nudo de la corbata que Blaise llevaba, y la tiraba a un costado, los músculos de su pecho se tensaron, se engrincharon, y solo no fue visible porque aún conservaba la camisa.—Debemos parar —murmuró Blaise.—No… Te dije que tenemos que tratar de deshacernos de esto poco a poco.—Te
Año 2015 d.C., 16 d.G. Sede de «El Infierno», Ciudad Neutral de Gaia.Los zombis caminaban con libertad a través de todo el laboratorio bajo la orden de limpiar y asear el lugar con cuidado. Ellos ejecutaban su tarea con diligencia, y sin prestar atención a nada más, pero Blaise no podía evitar sentirse incómodo a su alrededor.Estos tres meses le sirvieron para acostumbrarse al hecho de que Luke poseyera tantos zombis a su cargo, que le servían de diferentes formas, y de quienes debía ocuparse periódicamente. Pero la sensación de temor, el escozor en su interior, se negaba a marcharse.Ahora miraba al rubio desde afuera, pues este se encerró en su laboratorio apenas llegar, y ya eran treinta y seis horas. Desde allí, pensó en él como alguien importante. Días atrás estuvo presente en una reunión entre los fundadores
Año 2015 d.C., 16 d.G. Sede de «El Infierno», Ciudad Neutral de Gaia.Durante las siguientes dos lunas, Luke se esforzó por cumplir las obligaciones más importantes de su agenda, exprimió a Ailen, y anunció a Denisse que no estaría en casa por los próximos días, ya que se prepararía para la ceremonia de sucesión de la familia.Denisse, muy dudosa, aceptó sin preguntar, e interpretó aquello como un obvio: «No quiero que padre se entere de esto», que incluía haber enviado a Marco lejos de la casa por la misma cantidad, con la excusa de que necesitaba que lo cubriera para unas negociaciones.Luke y Blaise bajaron de la limusina y se adentraron en la sede de «El Infierno»; tomaron el ascensor y, tras pasar por todos los controles, llegaron al laboratorio del rubio, quien cargaba una nevera portátil de pe
Las bolsas de sangre se terminaron, y la poca cordura que abrazaba en su interior con recelo pendía de un hilo.De repente, en el momento en el que la última gota tocó su garganta y llegó a su sistema, en el que el sabor se perdió en el fondo, mientras su corazón comenzó a latir sin control, y necesitó respirar para tratar de mantenerse lúcido, un gran dolor recorrió su cuerpo, desde las piernas hasta la cabeza, y una tremenda pesadez cayó sobre su espalda.Allí estaba él, tirado en el suelo con la vista en el techo, y sin fuerzas para moverse; Luke lo había hecho regresar minutos atrás cuando, en un arranque de ira, saltó sobre él y le rasguñó la cara y el pecho. Cómo se arrepentía de eso en este momento.Las piernas comenzaron a temblarle, y el pecho a arderle. En su cabeza, los pensamientos se revolvi
Año 2015 d.C., 16 d.G. Venecia, Territorio de Vitéliu, Düster.«Tienes el poder, puedo saberlo con solo verte, mi niño… ¿De verdad no quieres liderar a esta familia en el futuro?».Las palabras llegaron a la mente de Luke mientras su avioneta aterrizaba en el aeropuerto familiar en Venecia. Su comitiva era la última en llegar, porque se presentaron contratiempos de los que no pudo huir—culpa suya por cancelar doce días de su agenda casi de la nada—. Su estancia en la localidad se extendería por cuatro días, al menos en el papel.El cambio en la estructura de los Veneto era un acontecimiento grande, y que hacía más o menos su edad no se producía, pues su bisabuelo y tatarabuelo iniciaron su descanso poco antes de su nacimiento; sin embargo, comparar aquella ocasión con esta, era como tratar de decir que el día y la noche
Blaise se apresuró a la entrada de la villa, tras recibir la noticia de que su padre estaba llegando. Para él era una sorpresa, pues no se suponía que nadie que no fuese un Veneto pudiese asistir a esta ceremonia.Él era una salvedad, precisamente por el rubio que lo seguía con mucha calma. Al tener que estar a cerca por una orden, abusando de su confianza, lo arrastró consigo.Su padre fue llevado a la residencia para visitantes y, al llegar allí, lo encontraron junto a Malcom, conversando con calma. Era un invitado del nuevo Gran Patrizio, a fin de cuentas.—Padre, me enteré de tu llegada, y no pude evitar venir a verte —saludó Blaise varios minutos después, tras la partida de Malcom.Tomsk, un varón de firme mirar zafiro y cabellera tan negra como la de su hijo, le sonrió. Vestía un impecable traje de tres piezas de color negro, y una co
Los guardianes se encontraban ubicados en posiciones estratégicas, tanto dentro como fuera del recinto, y en toda la villa.Adhemir contempló a toda su progenie con una serenidad incuestionable, y se levantó de su asiento.—Buenas noches, querida familia mía. Es un placer ver que todos han podido asistir a este momento tan importante para mis hermanos y para mí —declaró. Su voz, en medio de un silencio sepulcral, resonaba suave, pero con autoridad.»En la madrugada de mañana, mis hermanos y yo, nuestras esposas y esposos, y todos aquellos miembros restantes pertenecientes a la tercera generación desde nuestro abuelo, Adhemir, entraremos en un corto sueño de ciento cincuenta años, como medida de preparación para el regreso de nuestros padres y abuelos, pero también en aras de dejar el camino libre al fuego nuevo de esta gran familia.»Durante estos o
La madrugada del tercer día se anunció, y todos los vástagos Veneto invitados a la gran fiesta, hicieron acto de presencia en la entrada de la cripta de la casa principal, donde Adhemir y Heiner, y el resto de la segunda generación, descansaban en absoluta paz desde hacía más de ochocientos años.La villa y la cripta se encontraban separadas por un camino de unos cincuenta metros, y esta, a pesar de tener su propio cerco de piedra, pertenecía al dominio principal.En los límites de la amplia propiedad, muchos de los guardianes de los invitados vigilaban, y el grupo de distinguidos Veneto, con un par de Kyburg entre ellos, y algunos Flabiano que eran humanos e invitados especiales, se acomodó a unos cinco metros de la entrada, cuyos altos portones de hierro forjado estaban abiertos.Detrás de ellos, grandes árboles brindaban una sensación de calma.La brisa fría soplaba en una noche sin luna, pero los ojos de los vampiros eran capaces de distinguirlo tod