Dieter Iron
—Mamá… ¿es en serio esto?—, veo como está acomodando jarrones con flores por todos lados.
—Sí… ya me dijo Amanda que han estado más unidos, ¿ves? solo tenías que poner un poquito de tu parte— me ve con ilusión, tomo su mano y me acerco a ella lentamente.
—Mamá… ella no es la víctima que crees que es— le digo de cerca y veo como frunce el ceño y sus ojos me juzgan —ella entregó a Brooke y la dejó pudriéndose sola en casa de los Bathory.
—¿Qué pruebas tienes de eso?—, me ve fijamente y me jala hacia la cocina cerrando la puerta —¿cómo estás tan seguro?—, me está dando una oportunidad de explicarme.
—Kora escuchó que contestó mi teléfono mientras estaba trabajando— levanta una ceja indignada —era Armand… quería comunicarse conmigo, según Kora, él dijo que Amanda había entregado a Brooke, que no confiara en ella… si no fuera por mi hermana jamás me hubiera enterado— mi madre pone sus manos en la cad
—Brooke…— me ve y su respiración se acelera. —Diete— sonrío de lado—lamento que estodetuviera la fiesta —¿Qué?, ¡ja!, ¿fiesta?, no…— cierra los ojos y se acerca, alto y fuerte, con esos ojos que poco a poco se convierten en dorados. —Hoy era tu compromiso con Amanda… ¿no?—, le sonrío de medio lado. —No… es una historia larga— se acerca, pero pongo mi mano frente a él, evitando que se acerque más. —Ya me cansé de… estar bien y de repente mal, de tener el cielo y las estrellas contigo y de repente saber que no son para mí… es… desgastante— cierro los ojos —estoy… cansada… he sufrido torturas y heridas por ti y por intentar que los Bathory no lastimen a ti y tu familia y bueno… a mí y a mis hombres, asíque estoy aquípor la cabeza de Lucy nada más, es lo único… no hay más— abro los ojos y lo veo directo a los suyos. —Estás… ¿rechazándome?—, me ve con confusión y dolor. —No… te estoy liberando, estoy dejando
—Catalina… no voy a decir que no me siento herida por su falta de confianza, tampoco voy a decir que he dejado de amar a su hijo, porque eso sería una gran mentira…— sus ojos se clavan en los míos buscando un poco de esperanza —…el problema aquí es que… todo lo que pasó esta semana me trastornó de sobremanera, lo único que mi corazón exige es la cabeza de Elizabeth… estoy llena de furia, coraje… exijo venganza… no estoy para juegos, no estoy para arroparme en los brazos de Dieter y confiar en su ayuda cuando la que tiene que hacer las cosas soy yo… eso es todo. —Brooke, no es así, no estás sola… ahora que estás con Dieter nuestra manada te respaldará, tú manada, al ser la hembra de Dieter te vuelves una más de la familia— muevo la cabeza negando su afirmación. —Yo no encajo aquí… y lo sabe… por eso no era una opción para su hijo— ella abre sus ojos sorprendida, pero sabe que es cierto —por eso prefirió mil veces a Amanda… y lo entiendo… una madre quiere siempre lo me
—Jajajajaja ¿en serio?—, veo mi hombro, la sangre ya dejó de brotar—vaya, es como si… ¿como si me hubieras pedido matrimonio?—, lo veo con una sonrisa en la boca, parece que empieza a relajarse. —Jajajajaja algo así… aunque para los lobos es una unión más profunda— se acerca lentamente —una unión irrompible— me sonríe y se hinca frente a la cama —es entregarme ciegamente a ti y a tu voluntad, no solo eres mía… si no que yo soy enteramente tuyo, estoy a tus pies— sus palabras estremecen mi corazón, me acerco gateando a él hasta que llego al borde de la cama, deposito un beso suave en sus labios. —No… a mis pies nunca… a mi lado, y yo al tuyo, como un equipo— lo veo directamente a los ojos y lo veo sonreír, toma mi rostro entre sus manos y me besa suavemente. —¿Te duele mucho?—, me pregunta mientras ve la herida en mi hombro. —Algo…— me siento en la cama—…arde, como si fuera una quemada y no una mordida— volteo hacia él, se sienta a mi lado —¿ahora qué?
—…sabía que ellos estaban listos para una vida juntos, sabía que Clarice estaba enamorada de Damián, pero… cuando él me vio a los ojos y yo me perdí en los suyos… supe que estábamos destinados a estar juntos… ella no lo entendió— todo suena tan lógico para ella, como si la impronta justificara todo el daño que le pudieran generar a Clarice —eso mismo hubiera pasado contigo y con Dieter si Amanda hubiera sido su impronta y no tu… —Entonces… ¿por eso la preferiste a ella en vez de a mí?, ¿te proyectaste?, ¿te viste en los ojos de Amanda?—, siento que de nuevo el rencor comienza a aflorar. —No lo voy a negar… Amanda era… tan parecida a mí y no solo hablo del físico, parecía una mujer fuerte, con decisión, yo quería algo así para Dieter, era… era como revivir ese hermoso momento de mi vida donde la paz reinaba en la manada, donde tenía a Damián a mi lado, sentía que era como… honrar la memoria de aquel momento… ver a Dieter, tan parecido a su padre, con Amanda, tan parec
—¿Tan rápido?, han pasado siglos desde que la perdí… le lloré cada noche, oré porque su alma tuviera descanso… Dios sabe que la amé y sufrí su luto el tiempo que tenía que hacerlo, ahora tengo la oportunidad de seguir con mi vida y de tener una mate que me ame como yo a ella… y eso para mí es suficiente, además… no eres la persona indicada a la cual le deba explicaciones… ahora vete… huye lejos, donde nadie te conozca, donde no te pueda encontrar, principalmente Brooke, porque cuando ella te encuentre no haré nada por defenderte de su furia. No voy a decir que lamento su dolor, porque no lo hago, ella se hizo de muchas artimañas para quedarse como alfa de mi jauría, no sé si por ambición o por amor hacia mí, pero se aferró hasta el punto de mentir y provocar que Brooke fuera lastimada, eso no tiene honor. Respiro profundamente y entro a mi habitación, dándole la espalda, sabiendo que no es peligrosa, por lo menos no para mí. Veo a Brooke enredada en las sábanas durmiendo, me
—Él siguiólos pasos de su abuelo, se volviótodo un caza monstruos, jamás lo ayudaron a desarrollar sus poderes como brujo, se quedaron estancados, pero bien dicen que las cosas pasan por algo— me sonríe satisfecha —se enamoró de una joven bruja, Sika Kozak, con ella tuvotres hijos— voltea de nuevo hacia mí —en ese entonces me tenía en buena estima, me buscóy tenía una relación muy linda con él y con su esposa, los niños eran un encanto, fueron trillizos, pero es lo único que sé… les perdí la pista después de eso. —Vaya… curioso árbol genealógico. —Ni que lo digas…— suspira con pesadez, acaricia los nombres en la tela vieja y parece que su mente sigue en el pasado —¿has venido por lo que me encargó Brooke? —¿Lo que encargó Brooke?—, noto como esconde en su bolsillo el pequeño recipiente —¿qué encargó Brooke?—, la veo con los ojos entrecerrados. —Nada lobito, nada… ¿a qué has venido?—, camina alrededor de la mesa y me ve fijament
Elizabeth Bathory Esta casa se ha vuelto oscura, triste, más de lo que ya era, estoy sola, solo tengo a mis hombres, pero no me queda nada. Mi única familia, Armand, decidió dejarme por esa maldita bruja, por ayudarla, por protegerla, no tenía otra opción, tuve que matarlo. Tomo mi cabeza entre mis manos y grito con fuerza hasta que siento que mis pulmones están a punto de explotar. Sé que vienen por mí, sé que no dejarán esto asíy los estaréesperando. Estoy encerrada en la que era la habitación de Armand, estoy como alma en pena, solo sé caminar sin sentido por toda la casa hasta llegar como siempre aquí, él podría seguir vivo, pero no… decidióunirse a Brooke. Ella me obligóa matarlo y la odio por eso, maldita bruja hija de perra. Cumplirémi amenaza, cortarésus piernas y manos, arrancarésus ojos como ella arrancó el mío y la mantendréencerrada hasta el último día de su vida. Me po
Su piel se rompe, se desgarra al igual que suropa, como si de un traje se tratara, cae al piso dejando salir a un lobo enorme e imponente, el más grande de todos, doy un par de pasos hacia atrás para verlo mejor. Le sonrío orgullosa de la bestia tan feroz que tengo frente a mí, en verdad se ve tan genial. —Te ves tan genial— le digo sorprendida con una sonrisa, recuerdo esa primera vez que me rescatóde esos violadores, recuerdo como se ocultóde mí por temor a asustarme, ahora lo veo y creo que no hubiera podido asustarme con un perro tan gigante y bonito. —“Eres tan rara”— escucho su voz resonando en mi cabeza, fuerte, gutural, salvaje. —Y asíme amas— me acerco lentamente y entonces se hinca, me sujeto de su cuello mientras lo monto y adopta una posición a cuatro patas. —“Te amaréhasta la muerte”— escucho su voz en mi cabeza y me aferro más a él. —Hasta la muerte mi amor— le doy un pequeño