Detalles
Abigaíl corría por el jardín tras las mariposas que rodeaban las flores favoritas de Angélica, siendo perseguida por un gato negro, que a opinión de Vania era espantoso. Sin embargo, Alexander lo aprobó por la simple razón de que la niña le tuvo lástima.

De acuerdo a los encargados del albergue, era el más pequeño y les dijeron que se había aislado de los demás. El gato maullaba cada tres segundos y tenía una apariencia que indicaba que no pasaría de la semana. Así que ella no entendía qué les atraía de él.

Vania tampoco podía creer que a Alexander le pareciese gracioso, que el gato le orinara encima antes de llegar a la casa y no le importó comportarse como un juguete para ellos en el jardín, mientras Abi comprobaba que aún el gato no se podía lanzar de ciertas alturas.

El animalejo caminaba por el cuello de Alexander con total confianza y Abi los miraba embelesada, riendo por todo lo que le contaba de cuando era niño y las travesuras que hacía.

Hunter se acercó a ellos junto a u
Mileth Pineda

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