Una semana antes (del capítulo 10).
*Liam*
—Nick, detente —susurré, colocando las manos sobre su pecho, alejándolo hasta poder mirarlo a los ojos—. Tengo que volver al trabajo.
—¿Por qué tengo que detenerme? —musitó, a escasos centímetros de mis labios—. Hace una semana que no nos vemos y quiero estar contigo.
Negué leve con la cabeza mientras él sonreía. Esa media sonrisa que tanto amaba.
Aún no asimilo del todo lo que sucedió. El hecho de que Nick esté conmigo es algo que solo en mis sueños lograba vivirlo y hoy es mi realidad. Soy consciente de que las cosas se han dado de manera apresurada y, pese a ello, tengo confianza en que nuestra relación vaya fortaleciéndose con el paso del tiempo. Nick me ha demostrado ser tan malditamente gentil y es lindo ser tratado con amor.
—Lo sé &m
*Alex*Hace poco más de un mes que estoy de regreso en la ciudad en la cual nací y, luego de ver a Liam —después de cinco largos años—, supe que mis sentimientos seguían intactos.Sé que ha pasado el tiempo, pero verlo de nuevo y estar con él, ocasionó que los sentimientos despertasen. Mi intención, por supuesto, es recuperarlo. Empezar de nuevo. Quizás estoy precipitándome; aun así, no tengo dudas de que lo sigo amando. Liam fue todo para mí y aún lo es.Al principio fue doloroso. Culpé infinitas veces a mis padres por separarme de él, pero no había nada que pudiésemos hacer. La relación a distancia no funcionaría y optamos por una separación sana.Pasé muchas noches sin dormir, todo en lo que podía pensar era en Liam y en cómo lo estaría pasando, si me extrañar&i
Tiempo actual.*León*Decimos ir en taxi hasta el departamento de Nick. Kael hizo sus propias conjeturas sobre lo que pasaría esta noche. Es tan evidente esto de lanoticia.Una vez llegamos y pagamos conjuntamente el viaje, nos embarcamos en una silenciosa caminata hasta pasar las enormes puertas del edificio. Todo iba bien, hasta que mi teléfono móvil sonó.—Atiende, Cachorro —profirió Kael, causándome un pequeño sobresalto—. Te espero en el lobby.Kael se encaminó rumbo al pequeño espacio entre la recepción y los ascensores.El móvil sonó nuevamente.—Hola.—Hola... Perdón por llamarte, yo...—No, está bien —espeté, sintiendo el incremento de mis pulsaciones—. ¿Estás bien?—Sí... Bueno, tal v
*León*No sabía cómo ni de qué manera reaccionar; nunca se me cruzó por la mente que Alex y Liam hubiesen sido más que amigos en el pasado. Sin embargo, las cosas modifican de algún u otro modo. No soy de crear castillos de arena, muchos menos si no hay base sólida que lo sostenga, pero —si debiese de ser franco conmigo mismo— supongo que debo reconocer que lo hice. Me he ilusionado con Alex. Es ridículo, incluso descabellado, sumando el hecho de que apenas nos conocemos. Aun así, hubo algo en el chico pelirrojo que me atrajo de inmediato. Que iluso fui al pensar que podría estar interesado en mí y, lo más ínfimo del asunto, fue creer que quizás existiese una mínima posibilidad de que me estuviese enamorando de él.—¿Estás bien? —Sentí a Liam removerse a mi lado—. Lo siento.—Sí, es
*León*La semana transcurrió como cualquier otra y no tuve real ganas de pensar en nada. Las cosas han modificado un poco.Sé que estuve mal en hacerme ilusiones con alguien a quien no conozco de nada, pero sí es cierto que me dolió un poco enterarme del pasado de ese alguien. El hecho de que hubiese sido precisamente uno de mis mejores amigos quien estuvo involucrado directa y sentimentalmente con la persona que despertó en mí un sincero interés fue una noticia que… dolió. Sin embargo, no pude frenar el impulso ni el deseo que surgieron desde que conocí a Alex. Creí que tal vez el destino fue quien jugó sus cartas, pensé que ese chico pelirrojo sería ese alguien por el cual siempre esperé. Fui un iluso y más iluso si no puedo quitármelo de la mente.(…)La última clase concluyó. Guardé los apuntes y dem
Memorias.Santiago de Chile, 23 años atrás.En una lujosa e imponente casa-mansión, a las afueras de la ciudad, se encontraba uno de los más grandes empresarios de Italia, Giorgio Frattini. El magnate —por cuestiones de negocios— viajaba constantemente a muchos países, incluyendo Chile. En anteriores viajes, conoció a una jovencita de tan solo veinte años, quien se encargaba, junto a otras, de los quehaceres domésticos de la mansión.Con el paso del tiempo —entre viaje y viaje— aquella muchacha de cabello rubio y rizado, de unos profundos ojos color verde, se transformó en el nuevo pasatiempo del empresario. La belleza e inocencia de la fémina lo cautivó por completo, tal la razón por la cual no se detuvo y luego de varios intentos, terminó por engatusarla con palabrerías bonitas.Lo que comenzó como un roma
Pasado y presente.Santiago de Chile, años después.Cualquier persona, cualquier ser humano que hubiese vivido la maldad en carne propia, se rompe. Algo deja de funcionar como es debido y todo transmuta. Nada será como lo era antes, nada tendrá el mismo sentido.En algún punto, las personas con poder creen tener el control absoluto sobre cualquier cosa, cualquier situación, incluso sobre otro ser humano. La ambición, la riqueza, los dejan ciegos, pero con un instinto avasallador, incitándolos a ansiar más, mucho más. El hambre despierta y es inevitable contenerlo. La sed es descomunal. Asimismo, las emociones y sentimientos son enjaulados, despojados y solo queda... vacío. Vacío que necesita ser llenado con otras cosas, utilizando métodos no convencionales, llegando al punto de no importar si estos son sádicos. El egoísmo gobierna, tomando posesión de
*Nick*Los días transcurrieron y, cuando quise percatarme del tiempo, llevaba un mes saliendo con Liam. Nuestro primer, ¿cumple mes?, posiblemente podría ser una buena definición.Debo de admitir que las cosas han modificado entre los dos, hoy día nuestra relación pasó a otra etapa, otro nivel. No sé cómo describirla. Seguimos siendo buenos amigos, pero también somos pareja, novios. La comunicación se afianzó al punto de saber (o intuir) lo que el otro quiere o desea con tan solo una mirada. Nunca imaginé sentirme así.Esporádicamente, sentía como si fuese un títere a merced de Liam, como si él moviese los hilos a su antojo, como si él tuviese algún poder telepático y hacía que reaccionase a cada palabra que salía de su boca. Es inverosímil si lo analizo hondamente, pero —sin dudas— &e
*Alex*Días atrás tomé la decisión de conocer mejor a León. Es un chico increíble, tímido y de carácter muy gentil. Lamentablemente tuvo una infancia un tanto difícil. Su madre había fallecido cuando era tan solo un niño y su padre, bueno, fue olvidando que tiene un hijo. La relación es inexistente entre ellos, no hay un lazo real que los una. Sin embargo, no sentí pena por León —porque ha demostrado ser un chico fuerte—, sino una ansiedad por protegerlo, por brindarle cariño y... quizás amor. Es pronto para especular cómo se desarrollará lo que fuese que estemos comenzando, pero estoy casi cien por ciento seguro de que será una relación más que bonita.(…)Luego de una ducha relajante, preparé un buen café. Mi padre había mandado varios correos electrónicos, ponié