La maliciosa revelación de Jonathan dejó congelada a Maddie, que hasta ese momento jamás se le había pasado por la mente que Leo y Claire estuvieran juntos en alguna parte del país disfrutando de su relación, mientras ella sufría por la incertidumbre por desconocer el paradero de su amiga. Aunque estaba segura de que las palabras de su exnovio eran mentira, en el fondo sentía una especie de rabia de solo imaginar que el chico pelirrojo ya hubiera puesto en práctica sus consejos en la cama con su hermana adoptiva. —¿Qué estás diciendo? Ni siquiera conoces a Leo —señaló ella con desdén. —¡Ja! —se burló Jonathan, mientras disfrutaba ver a su exnovia sufriendo de celos—. ¡Por favor! Claro que lo conozco bastante bien. Leo es bastante influenciable, que solo bastaron unas palabras para que fácilmente cayera en los brazos de la odiosa de Claire. —¿Qué le dijiste? ¡No! ¿Cómo es que conociste a Leo? —¿Acaso no te contó? Vaya, parece que no lo conoces bien —señaló Jonathan sarcásticament
Tras la primera ronda, el equipo se reunió en una habitación que les habían destinado los jueces, para que pudieran esperar los resultados de la siguiente competencia. Como Ian y Jerry se mantenían recelosos de la inclusión del chico pelirrojo, el ambiente en el lugar se volvió un poco incómodo. Es así que, a través de una enorme pantalla, los resultados empezaron a transmitirse en directo y al poco rato apareció la tabla de posiciones, en todos pudieron observar que el “Escuadrón Rojo” se había catalogado en la primera posición con 900 puntos, la más alta de todas. Al ver esto, todos estallaron de euforia. —¡Venga! —exclamó Mike. —¡Sempai, lo conseguimos! —añadió Dan mientras se pegaba como chicle a su compañero. Leo estaba sorprendido con las puntuaciones, así que se acercó para verificar que estaba viendo bien. —¿Qué significa que nosotros tengamos 900 puntos y los demás no hayan alcanzado los 700? —preguntó confundido. Ante esto, Jerry se levantó y respondió con seriedad.
Claire no estaba segura de qué la emocionaba más, si el hecho de que tenía una cita con Leo o que este la tomara de la mano, pero se dejó llevar gustosa hasta el ascensor. Cuando el aparato comenzó a bajar, el chico rompió el silencio. —Perdona que no me haya puesto en contacto contigo antes —comenzó a decir con una expresión avergonzada—. Es que el torneo fue bastante demandante y más que era mi primera participación… —¡No te preocupes! —interrumpió Claire, con una sonrisa gentil—. Entiendo que debías estar muy concentrado en la competencia y así dar lo mejor de ti. Incluso yo también estuve ocupada, ya que tenía que cubrir unos compromisos como “Violeta”. —¿Ah sí? ¿Y qué tanto hiciste? —preguntó Leo bastante intrigado. —Bueno, en paralelo al torneo de videojuegos también hubo una competencia de cosplay, a la cual fui invitada a participar. —¿En serio? Me hubiera encantado ir a apoyarte —se lamentó Leo. —No fue la gran cosa —aseguró Claire con cierto desánimo—, gané el tercer l
Leo casi se fue de espaldas al comprobar con sus ojos el alcance que había conseguido con su participación en el torneo de videojuegos, que por un momento se quedó sin palabras. «¡Qué m****a! ¿Cómo rayos pasó esto? Jamás imaginé que tendría tantos seguidores en poco tiempo, esto… esto es increíble», pensó confundido. En tanto, Claire miraba con ternura los gestos de asombro de su vecino, quien lucía como un inocente niño anonadado con un maravilloso premio. Como él seguía sin decir nada, se atrevió a preguntar. —¿Qué piensas del éxito que conseguiste en tan poco tiempo? ¿No te parece genial? —Bueno, es que… no puedo creerlo —respondió tímidamente. —¡Pues créelo! Te lo mereces —comenzó a decir emocionada—. ¡Es más! Todos piensan que eres sensacional, lo cual es una buena señal de que reconocen tu talento como gamer. Las palabras de su amiga no convencieron del todo al chico pelirrojo, quien aún seguía asimilando el hecho de que había conseguido tanta popularidad gracias a una act
*ADVERTENCIA: El siguiente capítulo tiene contenido erótico no apto para audiencias menores de 18 años. Se recomienda discreción. «¿Cómo es que Leo me está besando? ¿Acaso está tan ebrio para darse cuenta de lo que hace?», pensó confundida Claire ante el repentino contacto de su amigo. Aunque por un momento ella consideró apartarse de él, en el fondo deseaba que ese momento durara para siempre, aunque esto signifique perder su amistad. De pronto, comenzó a sentirse tan embriagada a causa de los avances del chico pelirrojo, quien empezó a acariciar sus caderas con tanto deseo. Estaba tan excitada, que olvidó por completo que ambos se encontraban en el pasillo y alguien podría verlos en una posición tan comprometedora. Leo, por su parte, se comía la boca de Claire, anhelando probar todo de ella, que ni siquiera era consciente de sus actos. Como estaba ebrio de deseo, solo anhelaba meter sus manos debajo de la ropa y conocer la suavidad de su piel. Claire sintió que su amigo era dema
*ADVERTENCIA: El siguiente capítulo presenta contenido erótico no apto para audiencias menores de 18 años. Se recomienda discreción. Cuando Leo accedió a su solicitud, Claire comenzó a desnudar con cuidado la última parte cubierta. Para su asombro, debajo de la prenda se escondía un miembro viril bastante grande como para satisfacer a cualquier mujer. Incluso para la joven cosplayer, que apenas tenía experiencia en cuestiones de las relaciones sexuales, era la primera vez que veía algo así, por lo que sintió deseos de besarlo, sin embargo, se contuvo y dijo con inocencia. —Vaya, jamás imaginé ver un pene así... Al escuchar esto, el chico pelirrojo se levantó un poco para preguntar lujuriosamente. —Lo siento, ¿no te gustan los penes circuncidados? —¡Oh! No es eso —contestó la cosplayer tímidamente—, es que nunca he estado con un hombre. Solo lo había visto en mangas y me parecían bastante… impresionantes. —¿Y no es lo que esperabas? —señaló Leo mientras presumía descaradamente su
Cuando salieron del baño, inmediatamente empezaron a vestirse. Ese momento resultó demasiado incómodo para ambos, ya que no estaban seguros de qué decir luego de haber pasado la línea que habían prometido jamás cruzar. «No puedo creer que finalmente tuve sexo con Claire, aunque fue muy distinto a lo que pasó con Maddie. ¡Arg! ¡Maldita sea! ¿Por qué estoy pensando en ella ahora?», pensó el afligido muchacho. Al mismo tiempo, Claire se sentía avergonzada de mirar a la cara a su amigo, que en su mente se repetía que había sido un error todo lo que pasó. «¿Qué hice? ¿Por qué fui tan atrevida para acostarme con Leo, sabiendo que él tiene a otra en su corazón? Definitivamente tengo que aclarar las cosas con él», pensó decidida. Estaba a punto de romper el silencio, cuando repentinamente su amigo abrazó por detrás y le susurró al oído en un tono suplicante. —¿Puedo dormir contigo esta noche? No quiero apartarme de ti. Claire sintió escalofríos al escuchar esta atrevida petición, que se
El cuestionamiento de Claire dejó a Leo bastante perturbado, que por un instante no supo qué decir. Habían pasado tantas cosas en los últimos días, que solo quería cerrar ese ciclo y enfocarse en sanar la profunda herida que tenía en su corazón. Determinado a cambiar las cosas, respondió con honestidad. —En realidad, lo de esa chica nunca fue amor. ¡Ains! Más bien, mi necesidad de sentirme amado fue lo que me hizo creer que ella sentía lo mismo por mí. No muy convencida con esta respuesta, “Violeta” volvió a preguntar. —¿De verdad piensas eso? Por lo que me dijiste el otro día, sonabas bastante dolido por el rechazo, aunque estabas dispuesto a continuar hasta que ella… —¡No! —recalcó Leo con determinación—. Ese mismo día, luego de hablar con un amigo, caí en la cuenta de que no podía seguir jugando con mis sentimientos, así que preferí cortar por lo sano, para que ella no se sienta presionada de corresponderme. Claire miró confundida al chico pelirrojo, ya que le parecía increíble