Leo se congeló al ver que frente a él se encontraba Rose, quien le sonreía como si fueran grandes amigos. «¡Qué m****a! ¿Cómo es que esa mujer vino aquí? Acaso descubrió que esta es mi casa. ¡No puede ser! Si esto es así, Claire y Maggie estarán en peligro», pensó angustiado. En tanto, la cínica fémina se acercó y volvió a hablarle con cinismo. —¿Qué haces aquí, Leo? ¿Viniste a comprar algún mueble? Antes de que él respondiera, Jacob intervino. —Disculpe, señorita, pero él es mi hijo Leonard y es quien me ayuda en el taller. ¿Ya se conocían? Fingiendo estar sorprendida con la noticia, Rose exclamó. —¿Cómo? ¿Eres carpintero? ¿A esto te dedicabas antes de ser gamer? Haciendo un enorme esfuerzo por mantener la calma, Leonard respondió: —¡Ah! Sí, trabajo con mi padre. —¡Oh! Vaya, jamás lo hubiera imaginado, con razón cuando te conocí, noté que tus manos parecían un poco toscas —señaló, mientras agarraba descuidadamente la mano de Leo. «¿Qué le pasa a esta mujer? ¿Por qué habla ta
Leo sintió repelús en el momento en que esa atrevida mujer lo besó en la mejilla, que se limpió instintivamente y dio un paso hacia atrás con la intención de alejarse. Rose sonrió perversamente al ver que había puesto en aprietos a su víctima y luego añadió fingiendo inocencia. —Espero que cumplas con tu promesa de llevarme a una cita. —¿Eh? ¿Cuándo prometí eso? —preguntó alterado. —¡Tontito! No me hagas quedar mal frente a todos, recuérdalo —se burló, para luego despedirse de los demás—. Bueno, fue un placer conocerlos, espero volverlos a ver. Jacob estaba sorprendido por lo que acababa de pasar, pero al escuchar esto, reaccionó. —Claro, estaremos encantados de recibirla. En tanto, Helena sospechó que esa mujer solo traería problemas a Leo, pero como era prudente, fingió ser amable con la “clienta”. —Así es, aquí la estaremos esperando. Cuando finalmente Rose se marchó, Leo resopló de alivio, pero como aún seguía bastante nervioso por ese encuentro tan nefasto, entró a la casa
El detalle de Leo había dejado bastante entusiasmada a Claire, que luego de alimentar y cambiar a Maggie, pensó en hacer algo similar que pudiera manifestar su agradecimiento por estar a su lado. —Me dijo que vendría para la cena —comenzó a reflexionar—. Tal vez podría preparar algo sustancioso que lo ayude a reparar energías. Bueno, no sé qué tan desgastante es el trabajo de un carpintero, pero las pocas veces que vi al señor Brown trabajando, noté que se esforzaba demasiado. Supongo que Leo también gasta muchas energías tallando la madera… Cuando pensó en esto, vino a su mente la imagen de Leonard sin camisa y sudoroso mientras tallaba con esfuerzo un mueble. Al percatarse de que su imaginación era demasiado peligrosa, sacudió su cabeza y se palmeó las mejillas para despertar de su perverso sueño. —¡Arg! ¿Qué estás imaginando? ¡Enfócate! Tras reprenderse a sí misma, comenzó a revisar en su computadora recetas sustanciosas y mientras veía algunas preparaciones interesantes, comenz
—¿Qué es esto? ¿Quién se atrevió a publicar algo así? —murmuró confundida. En ese momento Claire volvió de la cocina, a lo que Maddie dijo repentinamente al tiempo que mostraba su teléfono móvil. —¿Viste esto? “Violeta” frunció el ceño confundida, pero luego su rostro se volvió pálido al ver el texto. «Abogada estrella del bufete de abogados G & G esconde que es una “cosplayer”», leyó mentalmente y luego murmuró confundida. —Esto es inaudito. ¿Quién reveló mi identidad como cosplayer? —¿Tienes algún enemigo que quiera perjudicarte? —preguntó Maddie repentinamente. —No creo, aun así, esto es muy… extraño —respondió Claire confundida. Preocupada por la situación, Maddie volvió a preguntar. —Esto te traerá problemas, ¿no? —Bueno, no realmente, pero esta nota es muy escandalosa. Aquí dice que tengo doble moral, por no cumplir con mis obligaciones al viajar constantemente para participar en los eventos de cosplay. Creo que tendré que aclarar las cosas antes de que pase a mayores
Leo frunció el ceño al ver que Jonathan le llamaba e inmediatamente contestó. —¡Amigo! Finalmente contestas —exclamó entusiasmado. —¡Ah! ¡Hola! —respondió Leonard un tanto confundido. —¿Cómo has estado? Desde la última vez que te ayudé a escapar de tu acosadora, ya no supe nada de ti. El pelirrojo se dio un golpe mental al recordar que no se había puesto en contacto con Jonathan para agradecerle por su ayuda en aquella ocasión. Así que respondió avergonzado. —Lo siento, pasaron muchas cosas, que no tuve tiempo de ponerme en contacto contigo. —Me imagino, supongo que ya se resolvió ese asunto, ¿no? —Bueno, algo así. ¡Ah! Creo que necesito ir a tu bar para tomar un trago y contarte con más calma. Al otro lado de la línea, Jonathan percibió que el tono de voz de su amigo era un poco amargo y supuso que en ese momento estaba pasando por algunos problemas. —Bueno, en ese caso, ¿te parece si vienes a visitarme esta noche en mi bar? —propuso —¡Oh! Me parece excelente idea, aunque… e
Como no quería arruinar la cena, Leo prefirió esperar a que se encontraran en la habitación para hablar con calma con Claire sobre lo ocurrido con Rose. Una hora después, cuando ella estaba acostando a Maggie, el pelirrojo se acercó y dijo seriamente. —Claire, tengo que decirte algo. Ella lo miro extrañada y preguntó rápidamente. —¡Oh! Claro, ¿pasa algo raro? Ante esto, Leo hizo una pausa y luego respondió con incomodidad. —Rose apareció en el taller. Cuando escuchó ese nombre, Claire tuvo un extraño presentimiento. —¿Esa mujer fue a molestarte? —Algo así —comenzó a explicar manteniendo su expresión incómoda—. Supuestamente llegó a pedir un mueble con mis padres, pero cuando se despidió, me dijo que no se había rendido conmigo y luego salió con el cuento de que le debía una cita, cosa que escucharon mis padres. —Después de esto, suspiró y continuó hablando con malestar—. ¡Ah! Fue demasiado vergonzoso, incluso tuve que explicarle todo a mi madre y ella se ofreció a ayudarme con
Tras una jornada intensa en el hospital, Mike se encontraba listo para dormir, sin embargo, como no le venía el sueño, comenzó a revisar sus redes sociales para entretenerse. Fue así que luego de bajar por varias publicaciones, notó que la etiqueta “carpintero” era bastante popular en las tendencias. —¿Carpintero? ¡Qué extraño! —meditó intrigado al tiempo que accedía al link para revisar de que trataba. Para su asombro, la etiqueta ligaba a múltiples post que hablaban sobre su amigo Leonard y “su nueva vida” como carpintero. Entre las publicaciones, algunas eran de burla por “la decadencia” de su carrera. “Era de esperarse. Ese sujeto no era buen jugador y lo demostraba siempre que podía”. “¡Vaya! Tan mal terminó, que ahora es un carpintero. Ojalá no sea igual de manco en eso como en los videojuegos”. “Si es igual de inútil en las competencias en línea, de seguro lo será con la madera”. “El título de ‘Caballero Rojo’ le quedaba muy grande, ni siquiera es la sombra de lo que fue e
Al ver que la llamada entrante era de James Hong, Leo sintió una descarga eléctrica por la espalda, que lo paralizó. Claire notó la angustia en su mirada, que le hizo un gesto para que le dijera lo que pasaba. Haciendo un enorme esfuerzo por recuperar la compostura, respondió nerviosamente. —Es… James… Hong. Claire dirigió su vista la pantalla para confirmar lo que había escuchado e inmediatamente sugirió. —Contesta, ahora mismo grabo esto con mi celular. —¿Qué? —respondió aturdido. —Sí, responde normal y trata de que esa persona se exponga sola —insistió Claire al tiempo que sacaba su teléfono móvil y buscaba la aplicación de grabador de vídeo. —Bien —dijo Leo no muy convencido. Tras respirar profundamente, contestó la llamada, al tiempo que Claire comenzaba a grabar la conversación. —¿Quién habla? —preguntó neutralmente, aunque en el fondo temblaba de nervios. —¿Cómo? ¿Ya te olvidaste de mí? —respondió James cínicamente. —¡Oh! Creo que ya recordé —señaló Leo, fingiendo rude