Narra Melisa
Gabo y yo dejamos la moto en casa de su madre y nos fuimos caminando hasta el taller que nos quedaba a unos 20 metros de distancia. Gabo estaba distraído en sus pensamientos y yo en los míos.
Al llegar al taller saludo con un buenas tardes a los presentes, dos clientes de mi padre, mi padre, Fernando el encargado de reparar la carrocería de los autos, Miguel el encargado de la pintura y un par de ayudantes, me acerco a mi padre, le entregó el almuerzo qué Maritza le ha enviado.
- Hola padre, aquí te mandó una admiradora- digo con picardía y le guiño un ojo, él se ríe y niega con la cabeza pero toma la taza y la lleva a su oficina para luego lavarse las manos y comenzar a almorzar.
- Hola Mel ¿cómo te preparas para la carrera de hoy?- Me pregunta Fernando.
- Me siento bien y optimista como siempre- le contesto.
- Lo sé, tienes un muy buen auto para competir, pocos están tan bien preparados cómo los tuyos.
- Gracias,
Narrador Melisa se fue a casa a dormir, para ella es importante conservar la energía para la carrera. Gabo, Maritza y Dante estuvieron reunidos en el taller después de terminar sus labores, no fue nada planificado pero la oportunidad se dio y Dante la aprovechó para conversar, desde la pesadilla de la madrugada de hoy Dante se siente intranquilo y necesitaba hablar algunas cosas y no seguir retrasando el momento de agradecer la ayuda y el apoyo que ha recibido todos estos años. - Gracias a ti Dante, haz sido como un padre para mí- fueron las palabras de Gabo al finalizar la charla y antes de marcharse. Maritza se quedó más tiempo porque le correspondía limpiar el lugar y aprovechó de hablar con Dante, ella lograba percibir su ansiedad y como madre soltera es capaz de entender lo que el hombre está sintiendo. - Tengo que reconocer que Mel es una chica inquieta y yo le he permitido todo, no le he puesto suficientes frenos- dijo Dante. -
NarradorLa noche continúa entre competencias, risas, música y apuestas, una noche de diversión y adrenalina a la que Melisa está acostumbrada.A lo lejos ve a un hombre que no deja de observarla, tiene aspecto rudo y brazos tatuados, ella se percata de su mirada y él le guiña un ojo y levanta una botella de Ron haciéndole seña de brindis y se empina la botella, bebiendo repetidos tragos.- ¿Todo bien?- le pregunta Dante.Melisa le señala al hombre.- No lo había visto por aquí antes.- Yo tampoco Mel, esta noche hay varios nuevos, solo espero que ese hombre no piense competir.- Yo pienso igual aunque nuestras reglas no se lo permitirían aunque quiera, parece estar bebiendo mucho.- Si, pero que no nos preocupe, ven pongámonos más adelante, es hora de la carrera de Fernando.- Me encanta espero que gane esta noche y
NarradorSe marcharon rumbo a casa, en un viejo Volkswagen escarabajo iban Gabriel y Melisa, en la grúa iban Alejandro y Dante, quienes llevaban los autos de competencia en la plataforma.El teléfono de Dante sonó, el hombre miró la pantalla y sonrió antes de atender.- Dimen Mel.-¿Qué te parece si vamos por aquellas hamburguesas mixtas que me habías comentado?- Me encanta la idea ¿sería una cena de festejo?- Claro hombre.- Perfecto nos vemos en el lugar.Media hora después se desviaron de la carretera en busca del carro de comida, al llegar aparcan los autos y se bajan a ordenar.Esperan su comida conversando acerca de autos clásicos y las mejores modificaciones que han visto y hecho.Son las dos de la mañana y en otra mesa, una pareja de enamorados se ríe y conversa entre besos, la chica se ve frágil y he
NarradorLos policías inspeccionaron el lugar, tomaron fotos y declaraciones de lo sucedido, se llevaron el bate de béisbol como evidencia y remolcaron el Cadillac de Melisa a la delegación, todo mientras se dan las investigaciones aparentemente, Alejandro, Gabriel y Marcos debieron ir a la delegación para explicar detalladamente los hechos y Melisa se fue en la ambulancia con su padre rumbo al hospital.Mientras eran trasladados a la delegación Marcos le informó a los chicos que su hermano tenía muchos contactos y no quedaría preso, además no debían decir que todo el asunto tenía que ver con carreras ilegales porque eso haría que el carro de Melisa no fuese devuelto y que Melisa, Alejandro, Dante y Gabriel enfrentaran cargos y fueran obligados a delatar a toda la organización de carreras ilegales.Era mejor decir que un hombre ebrio golpeó el auto y les robó
Narra Melisa.Mi padre me había pedido no competir y que pasáramos tiempo juntos en la tranquilidad del hogar, viendo películas y comiendo, pero yo estaba entusiasmada en competir, en sentir adrenalina y emoción, ahora mi padre está en la UCI y yo solo puedo esperar que supere esta noche y que el doctor me diga que todo va a estar bien.En este momento me siento derrotada aunque tuve el mejor tiempo de la noche en las carreras, nada se compara con la satisfacción que te da saber que las personas que amas están bien y a tu lado.Camino de un lado al otro, ya son las seis de la mañana y mi cuerpo no se siente agotado ni con sueño, solo dentro de mí hay angustia que no cesará hasta que mi padre salga del hospital.Me parece increíble como las cosas pueden cambiar tan rápido, de un momento a otro, en un instante celebraba mi victoria con mucho dinero en mi mano y al sig
Narra Melisa.- Pensaba matarte pero ahora veo que es mejor convertirte en mi distracción- me dice mientras se acerca a mí y yo trago con dificultad.Miro a los lados, parece estar solo, quisiera tener la suficiente calma como para pensar detenidamente en las cosas y tomar la mejor acción posible pero los nervios me ganan, no sé qué hacer, siento que tiemblo, definitivamente este hombre es de cuidado.- No me dirás nada preciosa, mírame - me dice y señala sus pantalones - gracias a ti ya lo tengo duro - me dice con total descaro - quieres que te cuente cuál fue mi parte favorita, me gustó cuando te desvestiste y verte en la ducha a través de la cortina, no quería dejar que te vistieras pero decidí que me gustaba lo que veía en especial cuando miraste tu trasero enmarcado dentro de tu pantalón en ese espejo que tienes, parece que sabías que te obs
NarradorAl llegar al hospital Melisa corre y abraza a Gabriel y fue en ese momento en que sintió que sus piernas flaquearon y por primera vez en muchos años se sintió frágil y vulnerable.Los presentes quedaron en silencio, es la primera vez que ven a Melisa actuar de esa forma y Alejandro entendió que algo había pasado en su casa, pués desde que salió de ella la vió extraña, callada, pálida y pensativa.Melisa se fue con Gabriel a un lugar en el que podían hablar a solas, lo primero que hizo al calmarse fue preguntar si había alguna información acerca del estado de salud de su padre y al escuchar que aún no podían pasar a verlo y que se encontraba delicado aún, Melisa se sentó en el suelo, porque sin su padre presente en su vida, las cosas serán más complicadas para ella.Melisa tomó fuerzas y comenzó
Narra Melisa. Mis miedos, los de mi padre y los de Gabriel me invadieron y abrumaron, entendí lo que Gabriel me dijo mientras caminábamos de vuelta al hospital, debía irme y debía hacerlo como si nadie supiera lo que yo pensaba, porque nada me aseguraba que Camilo o uno de su bando me estuviese espiando, así que nuestra despedida en el parque sería como un adiós a nuestra relación frente a los que nos observaban. Llegué al hospital y Gabriel se marchó, pedí hablar con mi padre y me concedieron el permiso porque ya estaba mejor, le pedí perdón por alterarlo y le dije que todo ya estaba arreglado, compartí con él un par de horas y luego me despedí sin explicarle lo que haría. Me fui a una peluquería, corté mi cabello a la altura de mis hombros y pedí que rasuraran mi cabeza desde la línea de mis orejas hacia abajo. Luego me fui al centro comercial, allí compré dos mudas de ropa, unas botas de hombre y me fui a una tienda de tatuajes pedí que me tatuaran en el brazo derecho un Cadillac