Su cabeza ahora estaba fría, necesitaba comprender que si actuaba por impulso frente a ella nunca lograría nada. Solo terminaría advirtiéndole que las autoridades querían su cabeza, y que claramente ella también.La reunión terminó y ella tenía que actuar con rapidez. Renzo le había comentado que iría a ver a su madre por el problema de salud que tuvo en México, quería asegurarse de que se hiciera los estudios correspondientes, así que aprovecharía la visita para ver si encontraba algo.Marcando el número de Renzo, piensa en que también tenía algunas excusas para seguir frecuentando en la casa. Aunque si todo salía bien, entonces no había demasiada necesidad en ir personalmente.—Ren, ¿Tenés pensado en ir a lo de mamá mañana?—Si, le dije que iría a almorzar. ¿Querés venir?—Quiero visitar a Lexa. Pasa por mí, también quiero hablar con vos.Lena tenía una controversia con respecto a Renzo. Por un lado quería que él se fuera de allí, que realmente no tuviera que ver en nada con Claudia
Festejó en silencio cuando lo primero que vio fue aquel mapa que tantas veces había visto. Porque Claudia podía ser la mejor estratega, pero ella era su hija y vivió allí mucho tiempo, la curiosidad siempre le hizo darse cuenta de algunas cosas, aunque no lo pareciera.Saca su teléfono del bolsillo y comienza a sacar fotos de la ruta, hay varios puntos explicados, incluso los nombres de las personas que van a ir. Luego de lograrlo, deja las cosas como están y se vuelve con rapidez hacia la habitación, encontrándose con Gonzalo.—Supongo que hiciste lo que querías. ¿Tengo que preocuparme? —pregunta Gonzalo mientras se mantiene con los brazos cruzados—No, realmente no. Sabes que hay muchas cosas que no puedo decirte, pero está de más pedirte que no digas nada. Solo confía en mí.—Está bien. No sé lo que esté pasando, pero espero que no sea nada peligroso. ¿Un té?—Si, por favor —sonríe—. Gracias.Gonzalo se retiró y le dio tiempo a revisar las fotos que había sacado, ella tenía que env
Renata no había dudado en sacar su arma y comenzar a disparar mientras se escondía entre las piedras. Renzo había intentado huir también, sin embargo, uno de los oficiales lo estaba persiguiendo.La camioneta estaba estacionada en el medio del bosque, por lo que tenía que atravesar algunos metros para llegar hasta ella. Sin embargo, el oficial estaba cada vez más cerca y Renzo se negaba a tener que disparar.—Última advertencia, deténgase.Renzo se detiene, quedando de espaldas y pensando en la posibilidad de usar el arma. Él sabía manejarla muy bien. Entre la idea de seguir lo que quería y de ir a prisión, estaba claro lo que no iba a permitir.—Las manos en alto. No se mueva —le indica el oficial mientras se acerca a él—No tiene que hacer esto —le dice Renzo con calma—¡Cállese!No tenía opción, sabía que si dejaba que aquel oficial lo detuviera y lo metiera en la patrulla, entonces todo acabaría para él. De alguna u otra forma terminó siendo responsable de la decisión de ir, pero
Nicki acelera su paso hacia el hombre y lo toma del buzo, tirando la tela hacia atrás y apartando su cuerpo del de Lena. El movimiento brusco provocó que el filo de la navaja le rozara la garganta y corte la piel de Lena, pero nada tan grave como para matarla. La mujer cubrió la herida con su mano por instinto y solo se quedó mirando la escena.—¿Que buscas? —le pregunta mientras el hombre intenta levantarse del suelo.No le responde, pero quiere tomar la navaja del suelo, lo cual es interrumpido por Nicki. La mujer sabía artes marciales más que nadie, y ahora necesitaba tener esa mierda lejos y sacar a Lena de allí pronto.Le da una patada a la navaja, provocando que se deslice por debajo del auto. El hombre no pierde oportunidad de golpear su pierna, poniéndola de rodillas y tomando su cuello en un agarre fuerte. Lena se gira para buscar el arma debajo del asiento, quitándole el seguro y apuntándolo.—Suéltala y vamos a hablar —le advierte Lena—. Nada de todo lo que estás diciendo t
Sus cuerpos ejercían fuerza sobre el otro, haciendo golpes estrategas, intentando no tener un final después de esto, porque solo quedaría uno de ambos. Cuando ella lo deja en el suelo, toma el arma que había a unos pocos pasos y lo apunta.—Estás arrestado. ¿Quieres que te lea tus derechos ahora?—¡Corte!Lena sonríe cuando la escena se termina y entonces ayuda a su compañero a levantarse del suelo. Aquella escena era muy física, ahora sabía que había valido la pena el entrenamiento de las últimas semanas.—Sin palabras. El ensayo fue espectacular, esto será completamente un éxito —dice Christian—. Los felicito, chicos.—Lena te dio una paliza —se burla uno de los actores—Es todo actuación, ¿No ves que ni siquiera sé pelear? —responde él—Lo hiciste genial —lo anima ella—. Tengo que seguir entrenando, estas escenas van a ser muy físicas.—Exacto, chicos —coincide Christian—. Por eso les insistí que hicieran el entrenamiento, la serie requiere mucha resistencia —él suspira—. El jueves
Pensó que la idea de alejarse de su madre y de todos sus problemas por unos días le solucionaría muchas cosas en su cabeza. Sabia también que él no había apretado el gatillo, pero la idea de estar en ese lugar y formar parte de eso, lo hacía sentir sucio.Luisana había terminado el trabajo después de unas extensas horas. Lo único que quería era regresar a casa y saber que Renzo la esperaba allí la ilusionaba mucho más.—Hasta mañana, chicos —dice ella con una sonrisa cuando baja de la camionetaLa realidad de Luisana era totalmente diferente. Ella estaba viviendo lo que más le gustaba, comenzaba un nuevo proyecto, en Estados Unidos y lejos de los problemas, pero eso no quería decir que realmente estuviera afuera de todo. Aún había algo que no había resuelto y era hablar con su padre sobre todo lo que había sucedido, porque no se olvidaba de lo que pasó y sabía que él tampoco.Cuando entró al departamento, sonrió mirando a Zeus acostado en el sillón, quien la saludó frotándose contra s
El frío en la ciudad no era un impedimento para que la ducha caliente no sea placentera. Nicki se había despertado temprano como siempre, saliendo de la cama para recibir una ducha, aunque le sorprendió que en medio recibiera una visita inesperada.Las miradas cómplices, las sonrisas, los besos y las caricias no faltaban entre ambas, solo que cuando el agua comenzó a enfriarse varios minutos después, tuvieron que apurarse con la ducha y terminar en tiempo récord.—¿Dónde hay un lugar cerca para desayunar? —pregunta Nicki mientras peina su cabello—Hay una cafetería, pero es mejor que preparemos algo. No tengo muchas ganas de salir.—Podría traer un café para ambas —el timbre interrumpe la conversación— ¿Esperas a alguien?—No, pero capaz que sea Renzo —ella termina de colocar su pijama, sin intensiones de salir a la calleNicki siguió cambiándose con tranquilidad mientras Lena abría la puerta. No se trataba de Renzo, era su gran amiga Lourdes, la cual no veía desde hace varios días.—
Claudia no permitiría que una imbécil como Mónica viniera a hablarle de esa manera en su casa. Tenía suficiente con todo lo que estaba pasando actualmente como para tener un lío amoroso con la esposa del que escasa vez fue su amante.Ante la mirada atenta de Claudia, la mujer se subió al auto y salió a toda velocidad de allí, prometiendo que algo iba a hacer para que la sonrisa de aquella mujer se borrara de su rostro.Claudia tenía que descartar cualquier duda, aunque tenía la certeza de que Javier en realidad no tenía idea sobre sus planes y mucho menos las estrategias, pero ahora mismo no quería que nadie entrara en la finca.—Esa tipa está demente, de verdad —se queja Claudia mientras sube al jeep—. Imbécil de Javier, no hace nada bien. ¿Qué opinas sobre esa mujer?—Nada en realidad. Solo está despechada por su marido, pero no tiene nada que ver con vos.—Nunca le gustó que hiciera negocios con él. Sabe a lo que me dedico y ella no me gusta una mierda.—¿Estás teniéndola en cuenta