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El punto de vista de Sofía

Lentamente, mis párpados se abrieron e hice una mueca. Luz brillante. Luz ardiente brillante. Fue demasiado. Un gemido escapó de mis labios mientras me giraba sobre el duro suelo, mi nariz temblaba ante el olor de algo metálico. Algo líquido. Simplemente me metí en eso.

Lentamente mis ojos se enfocaron y me di cuenta de lo que era. Sangre. Era sangre.

Me empezó a doler mucho la cabeza cuando todo empezó a precipitarse dentro de mí. Todos los recuerdos. Y se me escapó un grito ahogado. Estaba en mi propia sangre. Estaba viva, pero se suponía que debía estar muerta.

¿Cómo estaba yo vivo? Se suponía que esto no era posible... Se suponía que yo estaba muerta. Freya me mató. Un ligero sollozo escapó de mis labios mientras mi mano volaba hacia mi garganta, el lugar donde Freya había decidido abrirme la garganta pero estaba todo cerrado. Mi garganta no estaba abierta. No había ninguna cicatriz fea allí... estaba cerrada. Liso. Como si ella no me hubiera cortado