La casa era muy linda, tenía un gran jardín de flores que Jack cuidaba, adentro los muebles tenían sábanas que los cubrían del polvo, pero aun así se notaba que alguien cuidaba constantemente el lugar.
Jonny subió las escaleras para entrar en una habitación, esta era pequeña pero acogedora, había póster de música en las paredes y el tejado le daba un aspecto más cálido. Las paredes eran grises y con algunos tonos en azul, una cama individual con sábanas blancas y un pequeño escritorio café cerca de los que parecían las puertas de un closet
Había un ventanal con cortinas blancas, un diván gris y largo con cojines azules reposaba debajo de la ventana, Jonny se sentó ahí y suspiró.
Dalia seguía sin entender porque estaban en esa casa, se sentó en la orilla de la cama esperando que Jonny hablara.
Casi al llegar a la casa, Jonny detuvo el auto en la carretera y lo apagó. Dalia extrañada volteo a verlo, él salió del auto y caminó hacia la puerta de ella para abrirla. Él tomó su mano y entró a la zona de árboles que había en el camino hacia la mansión. Se detuvo y giró para acercarla a él tomándola de la cintura y la beso apasionadamente. Ella correspondió el beso débilmente, ella apenas estaba aprendiendo esto de tener un novio y en secreto por el momento. La soltó y ambos respiraban pesadamente recuperando el aliento. Jonny sonrió juntando sus frentes. “Me siento como un maldito chiquillo enamorado y sé que llegando a casa no podré tenerte entre mis brazos”. Ella sonrojada respiraba agitadamente feliz de estar con este hombre que le encantaba. Regresaron al co
Elías en todo momento la observaba esperando sus reacciones. Ella lo notó sonriendo nerviosa. “Lo siento, soy alérgica a la fresa…” Elías sonrió pensando para si mismo. -¿No se supone que era alérgica a la piña?-. “Dalia, el fin de semana haré un viaje, quiero que me acompañes”. “¿A dónde?”. Dania lo interrogó. “Tengo que ir a USA…” Dania abrió mucho los ojos. “¿Cuánto… cuánto tiempo?” “Es por una semana o más, quiero también pasar tiempo contigo después de desocuparme del trabajo, ¿Qué piensas?”. Dania lo pensó por unos segundos, qué pasaría si se encontrara con Dalia. Pero también deseaba ir y ver a su abuelo y a Daniel.
Mientras tanto en el lobby, Elías estaba observando las vitrinas donde estaban algunas colecciones anteriores de la joyería, tenían las fotos de los creadores en la parte superior, Elías estaba parado frente a una de Amelia, en la imagen había una mujer muy bella de ojos azules, el parecido con Dalia era indescriptible, sus rasgos eran tan parecidos, solo el color de sus ojos, Dalia los tenía color verde como Lázaro. Tenía tantas ganas de ver el verdadero color de los ojos de la que decía ser su esposa, saber quién era esta mujer que lo traía loco. Aunque tenía información había muchas inconsistencias, ya que el investigador comentó que había cosas que eliminaron a propósito. Pero estaba seguro que algo grande pasaba y las respuestas estaban aquí en USA. “Señor Valle”. Daniel se acercó y lo saludo, Elías giró y observó al hombre, era muy joven y al parecer ta
En el centro comercial minutos antes… Dania trataba de calmar a su hermana en voz baja, tenía a Ernest vigilándola, camino hacia los baños para escaparse por un momento, cuando terminó de hablar con Dalia, salió del baño, Ernest seguía esperándola desde una distancia corta. -Este no es un chofer cualquiera-. Bufo mientras pensaba qué hacer. Hasta que se le ocurrió una idea. Subió al segunda planta, entró a una tienda de lencería, compró algunos conjuntos íntimos, le pidió a la cajera que le cuidara la bolsa con los artículos y los recogería más tarde Ernest no entro a la tienda con ella por pena, era una tienda de lencería -Por Dios cómo iba a entrar ahí. Pensaba él. Dania salió y bajó al primer piso, llevaba en la mano algunas bolsas de ropa de otras tiendas. Se ace
Dania se quedó pensativa, -¿Confiar?, ¿Qué le pasa?, ¿Será que sabe algo?-. Ella decidió irse a dar un baño, más tranquila llamó a su hermana. “Hola, Dania”. “Hermana, que pasó al final, ¿Pudiste esconderte de Elías?”. “Si, Jonny estuvo conmigo y nos encerramos en mi oficina, pensé que duraría más tiempo con Daniel, pero al parecer le surgió una emergencia por que salió muy rápido de la empresa, no pudieron terminar de hablar del contrato”. Dania se apretó las sienes. “Lo sé, me tiene un chofer que cuida cada movimiento, pero me le escape en el centro comercial, debió ser por eso que se fue de la empresa para ir a buscarme”. Dalia estaba extrañada. “¿Por qué Elías haría eso?
El escenario estaba completamente en oscuridad, las luces solo mostraban a Dalia en el centro del escenario. Sabor a mí - Álvaro Carrillo Alarcón. Tanto tiempo disfrutamos de este amor Nuestras almas se acercaron tanto así Que yo guardo tu sabor Pero tú llevas también Sabor a mí… La voz cálida y melodiosa de Dalia se escuchaba en el bar, la gente la escuchaba atentamente, algunos se levantaban a bailar con sus parejas. Elías se levantó de la mesa para recargarse en la barandilla, observaba a la mujer que cantaba detenidamente, Dania nerviosa trataba de distraerlo, pero no resultaba.
Ahora Elías no pensaba dejar ir a la que al parecer era la hermana de Dalia, por la que sentía algo muy fuerte. Toda esta situación tenía que terminar, es por eso que vino al bar para juntarlas, que le explicaran definitivamente que estaba pasando y porque hicieron todo esto, aunque estaba molesto con ambas, creía que había una fuerte razón para hacer esto y hoy lo iba a averiguar. Al terminar la canción Dania se safo de la mano de Robert, estaba realmente confundida y cansada de todas estas situaciones. Tomó su bolso y caminó hacia la salida. Elías giro para ver a Dania y vio que ella bajaba las escaleras con su bolso, en la barandilla estaba Robert, Elías lo reconoció al instante, era el mismo hombre que estaba en el estacionamiento con ella. En aquel momento Dania estaba muy nerviosa y agitada. Giro hacia Dalia y dijo. “Señorita, tengo que irme, nos
Ellos rieron juntos, caminaron hacia la salida del sendero, pero no contaban con que un hombre estaba en el centro de este esperándolos, Elías los miraba fijamente con las manos en los bolsillos “Elías… ¿Qué haces aquí?”. Ella preguntó aturdida. Él sonrió negando un poco frustrado. “Saliste del bar sin decirme y escuche a este hombre decir que sabía dónde estabas, dude por un momento… pero lo seguí, al parecer te conoce muy bien”. Ellos no dijeron nada, Jonny quería hablar, pero ya era decisión de Dania él contarle todo, la miró y ella le pidió que se adelantara. Jonny le dijo. “Te espero al final del camino”. Ella asintió y lo vio caminar colina abajo. Elías esperó a que Jo