Paula Si hay algo desagradable en nuestra existencia, es vivir como si el próximo día fueras a morir sin poder escapar de tu encierro. Controlando constantemente tus propios pensamientos que van en diferentes direcciones, como atacar cuando claramente no ganaras nada de hacerlo. Gritar porque odias tu situación o esperar a que algo cambie por puro milagro. Por suerte, la vida que late dentro de mí me mantiene alerta y no he vuelto a cometer el error de no prestar atención a mi entorno. Así es como sé que Andrés no me toca porque quiere primero estar lejos de aquí. Está muy tenso con la presión de la loca que ya he reconocido, la exnovia tóxica de Lucas. No debería extrañarme sabiendo lo inestable que es. Y esta ha tenido hasta el descaro, por cierto, de darme la cara y decirme con toda seguridad de que ella se quedará con él al final y que incluso sacará a mi hijo de su camino. Aunque por dentro estoy asustada de lo que le puede hacer, me lo trago, no voy a dejar que vea cuánto me af
Lucas Los primeros días fueron los más difíciles para nosotros, ver a mi mujer en ese estado. Su hermosa panza con movimientos de vida de nuestra pequeña cada vez que escuchaba mi voz, me hacían doblar las rodillas. Creo que su madre y yo nos turnamos en lágrimas, así como en cuidarla. Por las mañanas Margaret era quien se hacía cargo de ella y yo por las noches. La doctora encargada del embarazo iba en mis turnos para que yo viese todo, si le hacía un ultrasonido o cualquier otra prueba. Ya que la debían vigilar debido a la maduración pulmonar que se le realizó, en caso de que fuera necesaria una cesárea de urgencia. Debo decir que la doctora Rey me agrada, es más sensible y siempre me animaba a hablarles a las dos, dice que de seguro ambas estaban escuchando. Que le transmita todo mi amor a través de las palabras, que eso las ayudará. Igual ya había empezado a hacerlo desde el primer día, de hecho, me dediqué en cuerpo y alma a ellas. Las enfermeras trataron de ayudarme con las ta
LucasAl entrar y verla aprieta mi mano, cuando lo miro sus ojos están de un intenso naranja, eso significa que está emocionado. Veo la pregunta en ellos de si puede acercarse y asiento para que lo haga. Se acerca hasta estar cerca de la cara de su madre, la cual toma entre sus manitas y le habla.—Mamita, mi estrella, vine a verlas, por favor mírame.Cierro mis ojos y llevo un puño a mi boca tratando de contener las emociones que me invaden. Pero estas se cortan cuando siento que emite un grito ahogado y me asusto.—¡¿Qué sucede Lucían?!—¡Papá, mira! Mamá, ¡despertó!Me acerco en dos pasos y me paralizo, mi esposa nos está mirando y de la nada nos sonríe. Estoy tratando de saber qué hacer, de salir del estupor que me rodea. Logro decir solo dos palabras antes de que mi hijo me venza en ello.—Paula, amor…—¡Mamita, despertaste! ¡Qué feliz estoy!Sonrío al ver la alegría del peque, pero una fuerte queja de Paula llama mi atención, aparto a nuestro hijo y tomo su mano.—¿Qué sucede?—D
PaulaHe despertado hoy, igual que los últimos días que puedo recordar, totalmente perdida y sin saber por qué me siento tan extraviada en mi propio hogar. No reconozco ningún sitio de esta casa, así como tampoco logro recordar a nadie. Sin contar que las personas que me rodean no me transmiten nada a pesar de ser tan cariñosas conmigo, solo uno me da algo de tranquilidad y ese es el abuelo. Encima de todo esto, debo cargar con una responsabilidad con la que, según dicen, he nacido, pero de la que tampoco tengo una reminiscencia. Sin descontar de que esta condición es demandante, desgastante y frustrante, más en mi estado. Según Rogelio, quiero decir mi padre, él no espera que todo lo logre de la noche a la mañana, pero espera que lo haga, vaya alivio. Entiendo de cierta forma lo que desea obtener de mí, pero igual no me satisface lograrlo, ya que hay un vacío en mí que no sé cómo explicar ni rellenar. Y esto es lo que me hace tener menos deseos aún para cumplir con sus exigencias. Si
PaulaRecuerdo que iba corriendo y salió de la nada para unirse a mí, por supuesto al principio lo ignoré, sin embargo, todos los días aparecía. Era como si estuviese vigilándome y eso me preocupó un poco. Pero luego de la primera semana dejo de ser raro verlo e incluso comencé a esperar que se me uniera. Esto él no lo sabe, pero a veces llegué a disminuir el paso para esperarlo cuando no llegaba de inmediato o solo para extender el momento a su lado. Para que así pudiésemos hablar por un tiempo más, ya que su voz desde que la escuche por primera vez despertó una sensación conocida. No sé cómo, pero su tono provocaba algo dentro de mí que, aunque no tenía claro que era, me gustaba y era mejor que el triste vacío que me consumía a diario. Aunque durante esas dos semanas no le hablaba, realmente no sabía qué podía decirle, algo así como: “¡Hey! Tengo amnesia, así que ni sé quién soy”. No necesitaba su lástima ni su mirada de compresión, ya tengo bastante de esas en la mansión. Pero tod
LucasLuego de la desaparición de Pau nuestro mundo se perdió, lo único que me mantenía cuerdo eran mis hijos. Mi pequeña Aurora fue mejorando con el tiempo, luego de varias semanas al fin la pude llevar a casa. Alana y mi suegra me han estado ayudando a cuidarla, ya he aprendido a cambiar pañales y alimentarla. El primer baño fue difícil, pero lo he logrado e incluso disfrutado. Amo tenerla en mi pecho, su olor a bebé es delicioso y me encanta verla dormir.Ali ha incluido a Zack en el cuidado de la nena también diciendo que debe entrenarse. Solo me rio al ver la cara de mi hermano, es de terror, la carga como si fuera a quebrarla. En cuanto a Lucían, está totalmente enamorado de su hermanita, la cuida como si fuera de oro. Es duro cuando pregunta por su mamá, le he dicho que ha tenido que ser internada por un tiempo más, pero que pronto volverá. No es que pueda mentirle por siempre, él es muy listo para eso y se huele que hay algo más. Pero no es justo hacerlo sufrir con tanto, así q
PaulaCuando desperté en el hospital, mi padre estaba a mi lado y su cara no me gustó. Su semblante era de puro enojo, pero en cuanto lo llame padre este cambio. Puedo incluso distinguir claramente su alivio al escucharme llamarlo así. ¿Por qué? No lo sé, lo que me queda claro, es que he perdido toda mi libertad. No puedo salir de casa para nada, soy una prisionera que debe pasear solo en los límites del hogar. Aunque me quejé con el abuelo, este dijo que era por mi bien, que confiara en ellos y la verdad eso produce la acción contraria en mí.Para mi desgracia ni siquiera pude obtener el teléfono de Paulo, pero si lo tuviese él podría despejar algunas de mis dudas. Nada más sé que mi mente se está aclarando y ese hombre que corría a mi lado hace unos días, ha sido parte de mi pasado. En mis sueños él aparece estando de espaldas y cuando lo llamo por el nombre de Lucas responde. Sé que ese es su segundo nombre, pero no explica de donde nos conocemos.Por supuesto, no he contado nada de
LucasLuego del ataque de Paula no he podido volver a verla, su padre ha puesto más seguridad en la casa. Además de que en el hospital prácticamente nos fuimos a las manos y me amenazó con hacerle daño a la familia Barracuda si no me alejo de forma definitiva de su heredera. Lo cual me hizo replantearme las cosas de manera más seria, porque, aunque no me lleve con mis padres, tampoco deseo ser la causa de que les pase algo. Por lo que decidí retroceder, hice traer a mis hijos y a los demás, pues quiero que estén a mi lado por seguridad. Necesito protegerlos y estar convencido de que están bien.De paso también llamé a mis amigos, porque no voy a dejar a mi mujer, claro que no, pero es necesario enfrentar la situación desde otra vía que no cause tantas bajas en el camino. Mis hijos la necesitan, yo la necesito, así que haré un plan para traerla de vuelta. Por suerte mis amigos son gente con influencia, así que incluso han conseguido hasta los mapas de la zona de los Damar. Hasta ahora n