“Afortunados sean aquellos que tienen imaginación, benditos sean los que escapan del presentes y dichosos los que distorsionan su realidad, porque cuando la muerte toca no hay quien la pueda alejar, no importa que pase, si toca… pues no quedara más remedio que caer en aquel viaje sin retorno, un viaje que estaba dispuesto a darle.
No me crean sádico, hice lo que tenía que hacer, el legado no se mancha, las lacras no forman parte del clan, aquí no se aceptan cabos sueltos ni mucho menos soplones, el legado vivirá… así tenga que matar a todos en el intento”Aric.
No podía permitir que aquello le ocurriera a mi familia, a mi familia nadie la manchaba, mi familia se respetaba, mis hijos se respetaban, aun cuando yo no lo hiciera, el único que tenía derecho sobre su vida era yo, era la única persona que manejaba su destino, fue por eso que cuaLa semana antes de la muerte de TeresaTodo había pasado demasiado rápido, no hacia ni veinticuatro horas que había sido casi violada, solo habían pasado diez horas desde que me pelee con Teresa, y unas ocho desde que me bese con Liam en el baño de mi casa. Claramente las cosas se estaban saliendo completamente de control y no solo era por el hecho de la pelea o haberlo besado, era porque nada de esto iba de acuerdo al plan.Las cosas iban a ser más fácil, venir, descubrir la verdad, tomar cartas en el asunto y volver a mi antigua vida, ese ere el plan, un plan perfectamente trazado y que ahora estaba en peligro. Tire las hebras de mi cabello y grite frustrada, la pierna me dolía, mi cabeza estaba a punto de explotarse en millones de pedazos y no podía hacer nada para impedirlo.- ¿Podemos hablar? – Teresa asomo la cabeza por la puerta y m
Brant me observo un momento y negó con la cabeza, él sabía que había llegado el momento, ahora no había vuelta atrás, tenía que contarme las cosas, debía explicarme por qué corría peligro, por qué era un asesino, como murió mamá, que pasó con nuestro padre en todo este tiempo y que tan involucrados estaban ellos en cada una de estas cosas.- Cámbiate y te espero abajo en cinco minutos – camino hasta la puerta – Iremos sin guardias, solo nosotros y Edel, tienes que saber Sam que, si bajas no hay vuelta atrás, nosotros seremos sinceros contigo, pero tú también debes serlo – asentí y salió.Era el momento, no había vuelta, esta tarde todos dejaríamos las caretas sobre la mesa, nos miraríamos a los ojos y seriamos honestos los unos con los otros. Tome mi ropa más cómoda,
No entendía porque estaban tan enojados, sus rostros estaban rojos y los puños apretados sobre sus muslos, ambos me miraban fijamente esperando que hablara, pero yo solo podía preguntarme el porqué de su reacción, ¿en serio Sam? ¿Te planteas eso cuando acaban de decirte que están en la mafia? Espera, espera, un momento, retrocede y stop, ¿mafia? ¿Dijeron mafia? A no, no, no, no, ellos no van a cambiar de tema, al menos no hasta que encuentre una buena excusa para mí accionar.- ¿Mafia? - pregunté - ¿Dijeron que están en la mafia?- No cambies de tema Sam - respondió Edel con los dientes apretados.- No - me levanté dramáticamente - Ustedes no me cambien de tema, cuando me aclaren sus dichos, yo aclaro los míos - me crucé de brazos, indicando que no iba a ceder.Me miraron fijamente y levant&eac
Habían pasado tres días de la charla con mis hermanos, todo parecía tranquilo, ambos encontraron los números y letras en los objetos que les regalo mamá, ahora solo teníamos que averiguar dónde iba cada uno de esos códigos, algo prácticamente imposible porque ninguno tenía algo que nos llevara a la verdad. La empresa comenzó a trabajar, tenía muchos eventos incluso el de Giovanni, hoy me reuniría con él y me encontraba ansiosa por eso, necesitaba hablar, pretendía poder sacarme las dudas, preguntar por qué no volvió a insistir, por qué me dejo ir tan fácil si todo apuntaba a que me amaba, a que yo lo amaba. El sonido de mi celular me saco del trans en el que me encontraba, el nombre de Gio apareció en la pantalla.- Giovanni – respondí tranquila.- Vaya, deje
Actualidad- Tienes que calmarte Sam – Brant tomo mis hombros – Ella ya no está.- Tu no entiendes… - lágrimas caían por mi rostro – La mato, la mato – Brant junto sus cejas.- ¿De qué hablas? – observe a mi padre, que estaba detrás de él.- El infarto la mato, me la arrebato – llore nuevamente, conteniendo mis ganas de asesinar a mi padre.- Era una mujer grande hija – dijo Aric mientras se acercaba – Emmet suéltala – mi guardia hizo caso se alejó – Tienes que ser fuerte por ella, su perdida nos duele a todos, pero debemos seguir – toco mi hombro y sentí repulsión.- Lo sé, pero… - hipé y mire a mi hermano – Necesito dormir – asintió.- Salgan todos, por favor – los chicos se fueron tranquilos y mi hermano
Me encontraba desembalando la última caja de ropa, sí, fui tan caprichosa que me mudé a las cuatro de la mañana al departamento, un lugar que se encontraba a dos cuadras de mi oficina. Mis hermanos me ayudaron y por supuesto no se fueron, se quedaron cerca para ver que me pasaba, así que… me vi obligada a echar a todos.No tenía fuerza para nada, solo prepare mi habitación y me tire sobre la cama. Liam había intentado hablar conmigo en estos días, pero lo ignore, no quería saber de sus mierdas, no tenía fuerzas para enfrentar lo que sea que pasaba entre nosotros y no podía seguir distrayéndome de mi objetivo, un objetivo claro, saber qué pasó, una vez terminado me iría y volvería a mi vida o al menos lo intentaría.- Tenemos que hablar – la puerta se abrió mostrando a Liam en ropa deportiva.- ¡
Sus pequeños balbuceos me despertaron, sonreí cómo boba cuando mis ojos se abrieron y lo primero que visualice fue su carita, sus pequeñas manitos tocaban la mía que descansaba a su lado, podía asegurar que ya era de día, lo sabía gracias a la luz que se colaba por entremedio de la cortina. April despertó dos veces anoche, la primera a las dos de la mañana y luego a las cinco, comía exactamente cada tres horas. Bostece y acaricie su cabello con las yemas de mis dedos, alguien necesitaba un cambio de pañal y su desayuno, solo era cuestión de tiempo hasta que ella comenzara a llorar con sus potentes pulmones. Bese su pequeña naricita y me incorporé despacio mientras tomaba un pañal, toalla y ropa limpia, aprovecharía que estaba tranquila para bañarla. Llene la pequeña bañera que le pedí ayer a mis hermanos y la coloqué sobre el mármol junto al espejo, deje su shampoo a mano y su jabón natural de bebé. April succionaba el chupete desde el coche viendo cada uno d
Le había llamado, dios había tomado el coraje de marcar su número y sacarme mis dudas, preguntar los porqué de cada cosa, saber que ocurrió entre nosotros, entender su razón para ocultar lo nuestro siendo que según mis hermanos ambos estamos enamorados, muy enamorados y míranos ahora, no quedaba nada de eso, ni siquiera podía recordarlo. Quería agradecerle por quedarse conmigo en el hospital y evitar que muriera, tenía tantas cosas para decir y no encontraba las palabras.- Sam – susurro – Nena – volvió a hablar cuando no emití comentario – Nena por dios ¿estás bien?- Yo… yo – las lágrimas salieron de mis ojos y un sollozo abandono mis labios.- Por dios, Sam ¿Qué pasa? ¿Por qué lloras? – seguí con el llanto sin emitir palabras – Nena me estas preocup