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- Tienes que calmarte Sam – Brant tomo mis hombros – Ella ya no está.
- Tu no entiendes… - lágrimas caían por mi rostro – La mato, la mato – Brant junto sus cejas.- ¿De qué hablas? – observe a mi padre, que estaba detrás de él.- El infarto la mato, me la arrebato – llore nuevamente, conteniendo mis ganas de asesinar a mi padre.- Era una mujer grande hija – dijo Aric mientras se acercaba – Emmet suéltala – mi guardia hizo caso se alejó – Tienes que ser fuerte por ella, su perdida nos duele a todos, pero debemos seguir – toco mi hombro y sentí repulsión.- Lo sé, pero… - hipé y mire a mi hermano – Necesito dormir – asintió.- Salgan todos, por favor – los chicos se fueron tranquilos y mi hermanoMe encontraba desembalando la última caja de ropa, sí, fui tan caprichosa que me mudé a las cuatro de la mañana al departamento, un lugar que se encontraba a dos cuadras de mi oficina. Mis hermanos me ayudaron y por supuesto no se fueron, se quedaron cerca para ver que me pasaba, así que… me vi obligada a echar a todos.No tenía fuerza para nada, solo prepare mi habitación y me tire sobre la cama. Liam había intentado hablar conmigo en estos días, pero lo ignore, no quería saber de sus mierdas, no tenía fuerzas para enfrentar lo que sea que pasaba entre nosotros y no podía seguir distrayéndome de mi objetivo, un objetivo claro, saber qué pasó, una vez terminado me iría y volvería a mi vida o al menos lo intentaría.- Tenemos que hablar – la puerta se abrió mostrando a Liam en ropa deportiva.- ¡
Sus pequeños balbuceos me despertaron, sonreí cómo boba cuando mis ojos se abrieron y lo primero que visualice fue su carita, sus pequeñas manitos tocaban la mía que descansaba a su lado, podía asegurar que ya era de día, lo sabía gracias a la luz que se colaba por entremedio de la cortina. April despertó dos veces anoche, la primera a las dos de la mañana y luego a las cinco, comía exactamente cada tres horas. Bostece y acaricie su cabello con las yemas de mis dedos, alguien necesitaba un cambio de pañal y su desayuno, solo era cuestión de tiempo hasta que ella comenzara a llorar con sus potentes pulmones. Bese su pequeña naricita y me incorporé despacio mientras tomaba un pañal, toalla y ropa limpia, aprovecharía que estaba tranquila para bañarla. Llene la pequeña bañera que le pedí ayer a mis hermanos y la coloqué sobre el mármol junto al espejo, deje su shampoo a mano y su jabón natural de bebé. April succionaba el chupete desde el coche viendo cada uno d
Le había llamado, dios había tomado el coraje de marcar su número y sacarme mis dudas, preguntar los porqué de cada cosa, saber que ocurrió entre nosotros, entender su razón para ocultar lo nuestro siendo que según mis hermanos ambos estamos enamorados, muy enamorados y míranos ahora, no quedaba nada de eso, ni siquiera podía recordarlo. Quería agradecerle por quedarse conmigo en el hospital y evitar que muriera, tenía tantas cosas para decir y no encontraba las palabras.- Sam – susurro – Nena – volvió a hablar cuando no emití comentario – Nena por dios ¿estás bien?- Yo… yo – las lágrimas salieron de mis ojos y un sollozo abandono mis labios.- Por dios, Sam ¿Qué pasa? ¿Por qué lloras? – seguí con el llanto sin emitir palabras – Nena me estas preocup
Liam Mi infancia fue increíble, crecí rodeado de amigos y familia, siempre recordaba aquellos momentos con nostalgia y cariño. Todos los que pasaron por ella dejaron una marca muy importante en mí, era quien era gracias a ellos, cumplí mis sueños gracias a ellos, pero siempre el presente empañaba las cosas y lo que empezaba como un buen recuerdo termina por convertirse en amargura y desolación Di otra calada a mi cigarro, el humo recorría mi garganta para llenar mis pulmones y salir nuevamente por mi nariz. Había prometido unas treinta veces dejar de fumar, jure y perjure que sería la última vez, pero ya no creo ni mis propias palabras, aunque en mi defensa me lo merecía y lo necesitaba, más en noches como estás, noches dónde la pena me golpeaba tan fuerte que destrozaba mi humor y me llevaban a lugares donde no quería ir. Recuerdo que fui feliz, por dios era muy feliz, la sonrisa en mi rostro jamás se borraba y mi humor siempre era agradable. Ya no queda
Giovanni- ¿Por qué no me abrazas? – su irritante voz ocupo toda la habitación.No tenía justificación para acostarme nuevamente con ella, jure que no lo haría, pero aquí estaba como un perro apaleado, que me llamara fue lo mejor que me paso en diez años, su voz en el auricular me hizo volver a aquel pasado que tanto añoro y que es imposible.Creí que las cosas mejorarían, que su llamado fue una forma de conectar conmigo, “te recordé” son las dos palabras que suenan en mi cabeza desde aquel día, el día donde mi corazón volvió a bombear con intensidad, pero luego lo escuché a él, la voz del guardaespaldas odioso. Entendí que ahora es madre y esta con él, ahora formo su familia, yo debía seguir, seguir sin ella.- Gio – apoyo su cabeza en mi pecho mientras yo mantenía mi
SamEstaba agotada, mi cuerpo parecía cortado por tijeras y mis piernas estaban algo entumecidas, había decidido matarme en el gimnasio luego de intentar llamar a Giovanni y que su línea diera desconectada, era como si se lo hubiera tragado la tierra y eso me desesperaba, necesitaba aclarar las cosas, quería explicar que lo que escucho fue a un idiota en papel de imbécil y que yo no tenía nada que ver con él, no sé porque tenía la necesidad de decirle aquello, pero algo en mi me decía que era lo correcto.Gire la silla de mi despacho pensando en todas las palabrotas que acaba de emitir en mi mente, Liam conseguía sacarme de mis casillas en estos días, él lograba lo peor de mí, nunca nadie había conseguido eso en tan poco tiempo, pero él lo hizo y eso solo podía considerarse una cosa, él no era para mí, estar con Liam sería su
BrantMe adentre en la oficina de mi hermana con las piernas entumecidas y el corazón galopeando, Sam mantenía el rostro sereno, pero al verme su semblante flaqueo un momento, ella al igual que yo sabia que esto no era normal ni estaba bien, su mirada estaba cargada de miedo y preocupación, sus ojos contenían un grito silencioso mientras me observaba.Aric tramaba algo y su gran sonrisa lo delataba, tomé aire mientras acomodaba mi saco con las manos y le sonreí, todos nos manteníamos en un plan de aquí no ocurre nada, aun cuando sabíamos que no importaba lo que hiciéramos no habría forma de escapar a lo que se avecinaba, camine hasta mi hermana y bese su frente con delicadeza, luego gire mi cuerpo y observe a mi padre en su traje negro, parecía listo para una reunión de negocios.Estire mi mano y lo salude con una sonrisa, esas que acostumbre a dar en todos est
SamMis músculos estaban completamente tensos, mis brazos me tiraban y mis hombros se sentían como dos estructuras rígidas dispuestas a romperse con el mínimo movimiento, mi espalda completamente estirada y llena de dolor.Aprete mis ojos cuando un fuerte golpe impacto contra mi rostro y jadee sin comprender que ocurría, mi vista todavía era borrosa y estaba completamente desorientada, varias voces se escuchaban a mi alrededor mientras mis sentidos volvían poco a poco.- Despierta – otro cachetazo se impacto contra mi rostro que ahora ardía y palpitaba.- Hijo de puta – bramó mi hermano.Abrí mis ojos despacio mientras me adaptaba a todo, el gris del piso, el sonido del agua en la distancia, el olor a humedad, tabaco y sangre, miré mis pies arrastrarse un poco por el suelo y los moví con gran dificultad para poder