Las cartas estaban sobre la mesa, ninguno de nosotros podía cambiar nada, las cosas estaban dichas, los actos hechos y las vidas… nuestras vidas están completamente perdidas. No puedo hablar por el resto, pero si por mí, había logrado lo que quería, aunque con pequeños datos agregados, tome mi decisión y me haría cargo de ello, ya no había marcha atrás y no quería devolver el tiempo tampoco, su imperio cayó, todos cayeron… yo caí.
Los pasos resonaban sobre el porcelanato, la gente caminaba de un lado al otro con sus carros o portafolio, algunos de traje, otros casuales. Todavía recuerdo la primera vez que pise este lugar, tenía dieciocho casi diecinueve años, venía furiosa y con una angustia terrible. Aric me traía para alejarme de la verdad, me encamino hacia un lugar lleno de baches para mi memoria.
Me encerró en un pequeño castillo de cristal con la persona que me cuidaría durante diez años. Teresa ya no estaba, se habí
La vida era complicada y eso yo lo sabía bien, cuando comencé aquel viaje me imagine como irían las cosas, tuve una leve visión de mis metas y lo que podría conllevar cumplirlas. Supuse que sería complejo y arriesgado llevarlas a cabo, temí arrepentirme o sacar lo peor de mí y al final una de esas cosas se había cumplido.Miré por la ventanilla del avión, el cielo estaba completamente despejado, el sol brillaba en lo alto y el océano permanecía calmo desde la distancia, mis ojos se aguaron nuevamente, estaba como empecé, perdida. Había confiado en las personas incorrectas, me sentía utilizada, aun más de lo que yo misma había utilizado, ahora no tenía madre ni padre, no tenía hermanos y no sabía si estaba preparada para aquello.Estaba volviendo a mi inici
Después de diez años estaba volviendo a mi hogar, aquel lugar donde crecí y del que no recordaba nada. Sonaba casi absurdo en mi cabeza, pero era la verdad, no tenía recuerdos de mi niñez, o al menos no los básicos. No recordaba la escuela, amigos, ni siquiera a mi madre, aquella mujer que la engendró era solo una foto en mi bolsillo.Recordaba haberle preguntado a mi padre qué paso con ella, pero él no quería hablar del asunto, le pregunte a mis hermanos y la respuesta fue escasa, “falleció en un atentado hacia la familia”, pero cuando preguntaba el por qué, solo obtenía un silencio atormentador, nadie quería decir nada, nadie quería que recordara.Suspire mientras observaba las calles de Roma, la vía Condotti estaba llena de gente como casi todos los días, pero algo de aquello me par
¿Qué haces tú aquí?Gire sobre mi eje para poder ver bien al sujeto que ahora me hablaba, estaba casi segura de quien era, pero el parecido de sus voces me hacía dudar por momentos. Contemple las escaleras blancas, las baranda era de madera lustrada, sobre la pared una serie de cuadros de algún pintor famoso adornaba el trayecto, seguí mi recorrido sin ningún tipo de expresión en mi rostro, no le daría el gusto, jamás lo haría, aquel hombre no merecía ningún tipo de reacción de su parte y lo sabía.Había escuchado la famosa frase “las nenas son de papá” en varias ocasiones, también me pregunté porque para mi vida no se aplicable. Aric Schroeder era un hombre imponente aun a su avanzada edad, su cabello ahora tenía tintes blancas producto de su vejez, su mand&ia
III. Descubriendo mentiras Abrí los ojos por monotonía, anoche no logré descansar y sé que eso me traerá consecuencias para el día de hoy, pues mí carácter empeora con el sueño y lo último que necesito es volver a discutir con Aric, no creo que su nariz aguante otro golpe y mucho menos que salga ilesa de aquello. Algo me decía que aquel hombre se había contenido por algún motivo particular, tenía que haber algún motivo, pues demostró su poco agrado hacía mi presencia ni bien llegue a la casa y ni hablar de la falta de cariño hacia mí persona. El hombre no me quería acá y yo no lo quería a él, por lo que eso solo podría ser sinónimo de problemas. Vague por los recuerdos de mi mente mientras observaba el techo, no sé si hice bien en volver, creo que no, pero ya estaba aquí y debía que enfrentar todo esto. Anoche, cuando pensé que no había nadie y seguramente ellos pensaron que dormía, los escuché discutir
La cara de la mujer se desfiguro completamente, sus ojos se abrieron grandes y su color desapareció por completo, ella sabía que estaba en un gran problema y mi sonrisa delataba que serían peor de lo que ella imaginaba.- Liam – mire a mi guardaespaldas que permanecía impasible en un rincón – Podrías buscar a Max y traerlo con los niños.No contesto, solo me miro analizando mi ánimo, lo sabía por el detenimiento que sus ojos hicieron en mi cuerpo y postura, asique solo asentí y él salió sin emitir ningún tipo de comentario.- Un momento – levante el dedo para que Catherine esperara y marque el número de Eliot>> Sam – respondió al segundo tono - ¿Todo bien?>> Eliot, si todo bien – respire – Necesito de tus servicios, ¿estas ocupado?>> No&
La mañana siguiente llego y con ella mi rutina o mejor dicho mi fallida rutina, no pude hacer ejercicio como acostumbraba asique solo me levante por un café y observe la ventana, le había pedido a Charlie que se llevara a nana a casa a primera hora y así lo hizo.Liam no decía nada mientras me observaba preparar el desayuno de los chicos y para todos los demás, la cocina olía a pancakes y café. Llevaba unos tres platos de enormes filas cuando Reed y Romy entraron en la sala seguida de Agatha, al parecer a todos le asombraba que cocinara, porque se sentaron a observar cada uno de mis movimiento.- ¿Puedes girarlo en el aire? – Agatha me miro desafiante cuando tome la espátula.- Puedo… pero no quería verme engreída – la mire con media sonrisa para después mirar la sartén y hacer girar la masa por el aire hasta que cayo nuevamente
Lo que pasó ayer fue medio raro, va… fue super raro la forma en que mi padre se comportó, cómo aquel chico prestó su atención en mí, la tensión de mis hermanos y sobre todo la mirada de Liam para con los invitados.Podríamos decir que no fue la noche que esperaba, para ser sinceros solo pretendía llegar a casa y dormir, pero eso no fue lo que pasó, claro que no sería tan fácil. Mi padre en un arranque de paternidad exagerada decidió jugar al padre amoroso, uso un encanto que jamás vi en mi vida y me halago como nunca antes lo había hecho, hablo de mi empresa de organización de eventos, de cómo me recibí con honores en la universidad, aun cuando ni siquiera fue a verme.Giovanni pareció encantado con todos los halagos y mis cualidades o eso supongo porque se pasó toda la noche preguntando sobre mi trabajo,
Okey, podría pensar varias formas de ver los siguientes acontecimiento y por decir siguientes me refiero a muchos de ellos. Yo era tranquila, una chica muy tranquila, en algún punto creo que logre pasar por estúpida, quizás esa fue la razón de que ahora me tomaran como idiota, la verdad no lo sé.La vida no era justa, yo lo sabía, tú lo sabes y hasta el más idiota del mundo lo sabe, nada nunca puede ser cien por ciento bueno, la vida es una montaña rusa con subidas y bajadas, son esos momentos que nos quitan el sueño por las noches o nos rompen el alma en mil pedazos, son las marcas en nuestras rodillas cuando caemos o las ocultas en nuestro corazón. Los seres humanos somos eso, heridas, risas, caricias, sueños, enojos…. Somos lo que pasa desde que nacemos hasta que nos morimos, dejamos huellas en los demás y nos las dejan a nosotros, por eso no me creía mucho